Me importa de dónde vienen los amientos por razones sociales y de salud. Por eso me uní al Gruppi di Acquisto Solidale (o G.A.S., en español «grupos solidarios de compra«).
Supe sobre los GAS porque alguien me contó pero, podría haber buscado en Google «gruppi acerto solidale Milano» para encontrar este sitio web que enumera todos los GAS en Milán o este que habla acerca de ellos y explica el concepto de economía social en Italia. Solo ten cuidado porque si busca en Google «GAS Milano», encontrarás todas las ofertas posibles que suministran gas a tu casa.
¿Qué son estos GAS?
Los GAS son consumidores que se reúnen para comprar alimentos y otros bienes de uso común directamente de los productores o de los grandes minoristas a un precio justo para ambos.
Estos grupos a menudo comparten un enfoque crítico del modelo económico global apuntando a una forma de vida menos consumista.
Al comprar, las prioridades de los GAS son el respeto al medio ambiente y la solidaridad entre los miembros del grupo, los productores y sus trabajadores y no el ahorro.
¿Cuáles son las características de los productos comprados por los GAS?
Los GAS prefieren productos locales (para minimizar el impacto ambiental del transporte), productos de comercio justo (para respetar a los productores desfavorecidos mediante la promoción de sus derechos humanos, en particular a los pequeños agricultores, mujeres, niños y pueblos indígenas) y productos reutilizables o eco-compatibles (para promover un estilo de vida sostenible).
Si quieren encontrar mayor información sobre estos grupos, les recomendamos el estudio sociológico de Cristina Grasseni, y el análisis económico de Matteo Belletti y Lucia Mancini.
Nuestra experiencia GAS.
Mi esposo y yo decidimos unirnos a un GAS que tiene sede en un vecindario recién gentrificado de Milán conocido como Nolo, que significa «Norte de Loreto«, donde vivimos.
Esta área de Milán originalmente estaba muy densamente poblada por inmigrantes de América del Sur y el Sudeste Asiático y hoy en día está cada vez más mezclada con jóvenes italianos que abrieron galerías de arte y diseño, bares de aspecto hipster y tiendas que venden bicicletas y flores.
Hablaré sobre los aspectos económicos de los grupos de compras solidarios en Italia en mis posteos futuros. ¡Mantente atento!
¿Cómo convertirse en un GASista?
Mayo. La admisión, un procedimiento complejo.
El GAS al que elegimos unirnos es quizás el más grande de Milán: más de 100 miembros. La mayoría de los miembros no participan activamente en las reuniones y actividades del GAS, como la organización de charlas nocturnas sobre varios temas, como las virtudes del centeno, los mercados el domingo en la tarde para intercambiar pertenencias de segunda mano o apoyar proyectos sin fines de lucro que producen lúpulo orgánico.
Debido a que el GAS es muy grande, a lo largo de los años sus miembros han creado un procedimiento de tres pasos para permitir que nuevos miembros candidatos ingresen al grupo.
Primero, hubo una entrevista con un miembro de alto rango que nos explicó (a los candidatos) cómo funciona todo.
Nuestro tutor enfatizó los cinco criterios del GAS para elegir proveedores, que también son sus valores principales:
1) bio;
2) local (en la medida de lo posible);
3) que cumpla con las obligaciones de la ley tributaria;
4) que cumpla con las obligaciones de la legislación laboral.
Según los criterios anteriores, la reunión general del GAS evalúa regularmente las solicitudes de los productores para suministrar al GAS y elige uno o dos proveedores por categoría de producto. Los GASistas puede realizar luego los pedidos de productos específicos dentro de los plazos establecidos por los proveedores seleccionados (cada dos semanas, cada mes, etc.). Los productos se entregan el miércoles por la noche, según el tipo de producto, todas las semanas, todos los meses o solo una o dos veces al año.
Segundo, fuimos invitados a participar en la asamblea general mensual: un encuentro bastante caótico y alegre (estoy seguro de que tendré otras ocasiones para hablar sobre ellas).
Tercero, hubo una reunión adicional donde se nos solicitó pagar una pequeña cuota de membresía.
Si no hubiéramos estado muy motivados, nos habríamos rendido después de la asamblea, que terminó siendo bastante entretenida después de todo.
Junio. Nuestra primera asamblea general.
Participamos en nuestra primera asamblea general obligatoria en una tarde cálida al comienzo del verano. Allí, nos encontramos con relativamente pocos miembros que participan activamente en la vida del GAS desde su fundación: nos parecieron un grupo de profesionales y maestros de unos cincuenta años, liderados por un coordinador elegido democráticamente que probablemente trabaja como gerente de proyectos al que le gusta las tablas de Excel.
Muchos miembros no participan en las reuniones generales mensuales y solo se presentan en las oficinas del GAS los miércoles por la noche para recoger sus compras. Cuando uno tiene hijos o tiene obligaciones en la universidad, como exámenes o clases el jueves por la mañana, no cambia fácilmente un miércoles por la noche por las reuniones del GAS.
Esta es quizás la razón por la cual, entre los miembros que participaron en la reunión general, el pasado miércoles por la noche, no había muchos jóvenes gasistas, estudiantes y familias.
La vida del GAS está llena de sorpresas.
Como mencioné antes, la gama de servicios y actividades proporcionados por nuestro GAS resultó ser mucho más amplia de lo esperado. El fundamento básico de reunirse una vez al mes es compartir valores, aumentar la conciencia sobre productos saludables y orgánicos, promover hábitos de consumo más sobrios y justos entre los miembros y un conocimiento más profundo sobre cómo opera la cadena alimentaria.
El miércoles pasado, en la reunión general de GAS, discutimos dos temas principales:
¿Adoptamos plantas de lúpulo orgánicas?
Una organización sin fines de lucro destinada a desarrollar un jardín de lúpulo orgánico pidió al GAS apoyo financiero «adoptando» algunas de sus plantas de lúpulo. Gracias a las contribuciones financieras, la organización vendería los lúpulos producidos a las cervecerías locales.
Así que, se preguntaba al GAS si estaba dispuesto a adoptar uno, dos o tres plantas de lúpulo y por cuántos años. Los gasistas parecían olvidar que, al «adoptar» algunas plantas de lúpulo, el GAS básicamente estaba haciendo una simple donación. En cambio, discutieron durante aproximadamente media hora si era mejor adoptar una planta de lúpulo durante tres años, es decir, la vida útil máxima de una planta de lúpulo, después de lo cual será cosechada, o adoptar tres plantas de lúpulo por solo un año. Si el GAS adoptara las plantas de lúpulo por solo un año, ¿existía la posibilidad de que estas plantas fueran abandonadas en el medio de la calle después del primer año? Al final, alguien preguntó si la organización podía enviar algunas fotos de las plantas de lúpulo que decidimos adoptar.
En resumen, nos fuimos a casa preguntándonos si todo era en serio o una broma.
¡Apoyemos a nuestro pescador!
En la segunda parte de la reunión general, el miembro del GAS responsable de coordinar las compras de pescado explicó que el productor de pescado de referencia del GAS estaba en problemas.
La cooperativa de mujeres que antes suministraba el pescado había fracasado. Solo una mujer y su esposo se habían quedado pescando y subministraban el pescado al GAS en Liguria durante los últimos años.
Recientemente, pidieron a los miembros del GAS que financiaran la compra de un pequeño camión de segunda mano para distribuir su pescado en los mercados locales de Liguria. A cambio, los miembros del GAS obtuvieron un crédito por el pescado que luego comprarían de la pareja de pescadores.
Desafortunadamente, en los últimos meses la pareja no había pescado mucho ya que las corrientes de agua empujaron a los peces a las aguas más profundas. También tuvieron problemas para colocar su pescado en los mercados locales en la calle debido a la competencia con el pescado de menor precio proveniente de Croacia, Grecia y Turquía. Para obtener más información sobre este tema, consulte aquí y para conocer más sobre los efectos del pescado importado en el precio de la dorada en Italia aquí.
En resumen, no tienen pescado para pagar el préstamo de los miembros del GAS.
Por este motivo, el GAS discutió a fondo la opción de adherirse a la propuesta de los pescadores para recuperar su crédito participando en viajes de pesca organizados por la pareja en su barco. Básicamente, un paquete para pescar está disponible a un precio de tan solo 70 euros por viaje en barco + cena.
Julio, agosto y septiembre. Algunas dudas.
Durante el verano, el huerto de mis padres explota literalmente con todo tipo de vegetales: calabacines, judías, berenjenas, pimientos y tomates. Los tomates son tan especiales, frescos, maduros y sabrosos que, además de hacer salsas y conservas tipo kétchup, todos estamos contentos de comer tomates en ensalada con solo aceite de oliva y albahaca todos los días.
Así que, cuando me uní al GAS, esperaba que durante todo el verano, recibiría los mismos tomates que tenía en casa y que los supermercados ni siquiera imaginan que existen.
Desafortunadamente, nos explicaron que entre mediados de julio y agosto el GAS se cierra, ya que la mayoría de los miembros están de vacaciones y no pueden atender los pedidos. ¡Una enorme decepción!
No pudimos evitar esperar las verduras de otoño: las calabazas son mis favoritas. Aunque mi esposo todavía prefiere el salami.
Decidimos continuar.
Octubre. Otra asamblea general.
Lo bueno de la reunión general mensual es que antes de la asamblea, los miembros del GAS cenan juntos. Traen algo que ellos mismos cocinan y lo comparten con los demás. Es una forma de conocerse un poco más y compartir sobretodo recetas vegetarianas.
Un invitado sorpresa vino a cenar.
En esta ocasión, Spartaco cenó con nosotros. Él trabaja en RiMaflow.
Maflow era una entidad corporativa multinacional italiana con fábricas en todo el mundo que producían componentes para el sector automotriz. En diciembre de 2012, debido a la supuesta especulación financiera, la fábrica donde trabajaba Spartaco cerró la producción. Inesperadamente, en febrero de 2013, esta fábrica fue ocupada por los mismos trabajadores que habían trabajado ahí hasta el día anterior y perdieron sus trabajos y Maflow se convirtió en RiMaflow. Para saber más sobre esta historia, haz clic aquí.
RiMaflow es hoy una fábrica recuperada donde operan tres organizaciones gracias a un préstamo gratuito aprobado por el banco que posee la propiedad. Cerca de 70 personas trabajan en la fábrica, realizando diferentes actividades que incluyen la coordinación de una red de comercio justo y alimentos orgánicos, actividades de carpintería y reciclaje de desechos electrónicos (como computadoras y dispositivos electrónicos domésticos) y otros tipos de desechos.
RiMaflow tiene como objetivo demostrar que es posible realizar un modelo de economía que pueda afectar los mecanismos estándar del mercado, comenzando por construir nuevos tipos de relaciones entre productores y consumidores.
Mientras escribíamos esta publicación, descubrimos que existen iniciativas similares en todo el mundo. Echa un vistazo al trabajo que se está haciendo en Argentina.
Esta cena fue realmente muy inspiradora.
Diciembre. Algunas reflexiones sobre nuestra experiencia GAS hasta ahora.
El GAS es un mercado complejo dentro del mercado. Durante estos primeros meses tratamos de comprender la economía detrás de estos grupos y tratamos de explicarnos por qué la comida justa, orgánica y local es costosa.
Una objeción concierne a los usuarios de GAS: los GAS no son para todos los usuarios. Por un lado, son innegablemente caros y exclusivos y, por otro lado, debido al complejo mecanismo para ordenar y cobrar, mercados poco accesibles.
En resumen, aún queda trabajo por hacer para hacer un mercado masivo de GAS.
Nuestra experiencia en el GAS también generó algunas objeciones adicionales.
Es fácil entender cómo los alimentos orgánicos, que a veces son mucho más vulnerables a las plagas y las condiciones climáticas adversas, y los alimentos “justos”, cuyo productor cumple con las leyes fiscales y laborales, enfrentan precios altos, pero menos cuando se producen muy cerca de los consumidores porque no necesitan viajar tan lejos.
Además, a veces percibimos cierta ingenuidad en los agricultores poco experimentados que parecían estar más preocupados por comercializar su actividad que por entregar alimentos de calidad: como resultado, sus peras eran extrañamente pequeñas y poco sabrosas, pero los eventos (como almuerzos en la cabaña, hogueras de Halloween, etc…) que se organizaron durante el año pasado en sus granjas, sus sitios web y el diseño de sus empaques se cuidaron en exceso.
Cultivar vegetales y criar animales son trabajos difíciles, que consumen mucho tiempo y energía: apenas pueden tolerar actividades e improvisación «extra curriculares». Aun así, el GAS parece seleccionar a los productores en función de la imagen que los agricultores soñadores logran transmitir más que en función de la calidad de los alimentos que entregan.
En resumen, tenemos la impresión de que nuestro GAS todavía no espera lo suficiente de sus productores. Esta es solo una primera impresión de nuestra experiencia de GAS que intentaremos investigar y desarrollar mejor más adelante en este blog.
Por A. Miranti
Enlace a la historia de la foto de portada aquí