Macambo como solución. Capítulo 2: Creando comunidad

Les contamos en un posteo anterior sobre el potencial que tienen las semillas tostadas de Macambo (un primo del cacao) para convertirse en un alimento nutritivo y delicioso que la amazonia ecuatoriana puede compartir al mundo (leer el artículo Macambo como solución. Capítulo 1: La propuesta).

No hablamos de un super-food cualquiera, sino de uno que apoya la actividad económica de un grupo de campesinos indígenas de la nacionalidad Kichwa, que cultivan en modo respetuoso (dentro de sistemas agroforestales ancestrales) para su consumo y comercialización, conservando al mismo tiempo, los ecosistemas locales y protegiendo así la amazonia.

Este tipo de agricultura puede representar una alternativa a la minería, a la agricultura intensiva o la tala de árboles.

En la foto vemos a Enma y Patricio, dos productores de macambo en su finca donde pelar macambo y otras frutas. Foto de Ana Buitrón, cortesía de Canopy Bridge.

Además, estamos intentando conectar a estos productores con un grupo de consumidores que sostengan la compra de 200 Kg anuales de semillas secas de macambo, que justifiquen la importación por vía marítima, desde Ecuador hasta Italia después de la cosecha, una vez al año. Pensamos que quizá chefs atentos a estos argumentos podrían estar interesados en acoger y valorar el macambo, un producto rico y nutritivo con identidad e impacto social y ambiental positivo.

Macambo ligeramente tostado para la preparación de Sara y Cinzia. Foto de Benedetta Stefani (@maledetta.stefani) per cortesía de Lucrezia Ganazzoli.

Esta propuesta inició a concretarse después de mi encuentro con Sara Nicolosi y Cinzia De Lauri, dos chefs del bistró vegetariano AlTatto en Milán. En su filosofía de cocina destacan los vegetales, la calidad, la estacionalidad y la proveniencia de los alimentos. Les encantó la idea de valorizar un producto perteneciente a la cultura del pueblo indígena Kichwa de la región amazónica de Ecuador. Me dieron el contacto de algunos colegas que pensaban podrían estar interesados en crear una comunidad para descubrir y dar a conocer esta semilla amazónica y su historia a la gente de Milán.

Después de algunos encuentros, llamadas y un poco de tiempo, el lunes 2 de octubre AlTatto abrió sus puertas para acoger a la cultura detrás de Macambo. Las filosofías de cocina de 6 chefs, Simon Press (Contraste), Denis Lovatel (Denis pizza de montaña), Francesco Costanzo (Pasta Madre), Aurora Zancanaro (micro panificio Le Polveri), Mutty y Sara y Cinzia (AlTatto), exaltaron a este huésped lejano.

Foto de las personas que participaron en el evento en honor de macambo y su gente (chefs, meseros, ideadores, partidarios, hacedores).

El evento inició con una pequeña introducción del proyecto, seguida de una reinterpretación de la “chucula”, una bebida deliciosa hecha con plátano maduro servida con hielo. Mientras tanto, la gente preguntaba, leía sobre el proyecto y veía las fotos que contaban esta y otras historias de comunidades indígenas que viven en la amazonia ecuatoriana y su lucha por conservar este lugar mágico y lleno de vida.

La historia de Nemonte Menquino, líder indígena de la nacionalidad Waorani cuenta cómo junto a su pueblo, defienden su territorio ancestral, cultura y modo de vivir y cómo en el 2019 obtienen una victoria histórica en contra del gobierno Ecuatoriano para proteger medio millón de acres de selva amazónica primaria de la explotación petrolera sentando un precedente sobre los derechos de los indígenas en toda la región (más información).

Nemonte Nenquimo, guardiana de la selva amazónica, primera mujer líder del pueblo Waorani. Reconocida por Time como una de las 100 personas más influyentes del 2020.

Otra historia fue la larga lucha para proteger el Parque Nacional Yasuní, uno de los lugares con mayor biodiversidad del planeta y la casa de diversas comunidades indígenas, entre ellas grupos en viven en aislamiento voluntario, Tagaeri e Taromenane. En el 2007, la iniciativa Yasuní ITT propuso a los gobiernos de varios países (contaminantes) ricos conceder una compensación de 360 ​​mil millones de dólares en 10 años por dejar el petróleo del Yasuní bajo tierra (la mitad del beneficio esperado de las ventas). La propuesta no se concretó y la explotación petrolera comenzó en 2013. Después de 10 años, en el referéndum del 23 de julio de 2023, los ciudadanos de Ecuador decidieron suspender la extracción de petróleo en el Yasuní en el plazo de 1 año, un precedente único en el mundo (más información). 

Bloque 31, Petro Amazonas construye un «Sendero Ecologico» en el Parque Yasuní al sur de Tipztini probablemente para «realizar el camino» para aprovechar el ITT. El Parque Nacional Yasuní, uno de los lugares con mayor biodiversidad del mundo, también tiene petróleo bajo tierra. Foto de Karla Gachet tomada en 2012. La historia complete se puede ver aquí.

Poco a poco llegaron a la sala pequeñas degustaciones con las creaciones de los chefs: Sara y Cinzia, quienes decidieron respetar la pureza de la semilla de macambo en su esencia, consistencia y estética; la tostaron ligeramente y le agregando dos acentuadores de sabor: caramelo aromatizado con hojas de higuera y sal. ¡Delicado y delicioso!

Foto tomada durante el evento por Benedetta Stefani (@maledetta.stefani). Cortesía de Lucrezia Ganazzoli.

Francesco propuso un crumble de macambo con queso de cabra e higos frescos de estación. El crumble se hizo usando la tradición Siciliana (su región de proveniencia) que normalmente usa las almendras; hidrató el macambo y luego hizo con él una crema a la que se le añadió solamente harina de arroz y avena para la preparación del crumble, ¡ninguna grasa animal! Sicilia abraza y da la bienvenida a macambo. ¡Una delicia!

Foto tomada durante el evento por Benedetta Stefani (@maledetta.stefani). Cortesía de Lucrezia Ganazzoli.

Aurora preparó una deliciosa pasta de hojaldre con franchipán salado de macambo. El franchipán es una crema a base de harina de almendras. Aurora utiliza harinas que provienen de pequeños molinos artesanales de Italia y busca rescatar cereales antiguos abandonados con el tiempo para redescubrir gustos perdidos… y descubrir nuevos con la misma atención.  

Foto tomada durante el evento por Benedetta Stefani (@maledetta.stefani). Cortesía de Lucrezia Ganazzoli.

Simón explora mucho la memoria del gusto en su cocina, pero consiente de que  macambo era desconocido, gustativamente tanto para él como para el público italiano; decidió jugar con sabores geográficamente familiares. Así utilizó en su creación maíz negro, ají guajillo, maracuyá y granos de cacao. Para crear un contraste, agregó un producto de la tradición Italiana, las huevas de mújol. ¡Muy rico e interesante!

Foto tomada durante el evento por Benedetta Stefani (@maledetta.stefani). Cortesía de Lucrezia Ganazzoli.

Mutty realizó un canapé de macambo a la mediterránea, fundiendo el macambo con berenjena, jitomates y albaca. Sobre esta se colocó una crema de habas y limón fermentado, este último para crear un contraste de sabores. Al final se espolvoreó con polvo de arándanos (mirtilli) y menta secos. ¡Delicioso recibimiento mediterráneo para macambo!

Foto tomada durante el evento por Benedetta Stefani (@maledetta.stefani). Cortesía de Lucrezia Ganazzoli.

Denis propuso una pizza-focaccia semi-integral con “fior di latte” (un tipo de mozzarella), hiervas de montaña, chutney con bayas (frutos de bosque), macambo tostado granulado, ensalada misticanza (prado) y una vinagreta a la manzana verde para limpiar la boca al final. Esta pizza es un viaje a través de los sabores de la montaña. La crocanteza y el gusto final vienen dados por el macambo.

Foto tomada durante el evento por Benedetta Stefani (@maledetta.stefani). Cortesía de Lucrezia Ganazzoli.

Su idea no era solo la de jugar con las consistencias y sabores sino la de unir a dos comunidades lejanas con filosofías de vida similares: el bosque de la montaña alpina italiana de Bergamo  y la selva amazónica.  Las dos son comunidades pequeñas, circunscritas (aisladas) dentro de un ecosistema especifico, con estilos de vida y ritmos diversos a los de la ciudad. Ambos son lugares donde se cultivan alimentos para la auto subsistencia, donde se cosechan respetando los ritmos de la naturaleza, donde los métodos de conservación de alimentos son importantes para la sobrevivencia y donde los recursos se utilizan de manera eficiente (evitando el desperdicio).

In the end, Rosa Linda Yangora Pichama, a Shuar indigenous woman (another indigenous nationality from the Ecuadorian Amazon), told us a little about her culture and what the rainforest means to the Shuar people, reminding us how important it is to conserve cultures that live in harmony and respect with nature.

Foto tomada durante el evento por Benedetta Stefani (@maledetta.stefani). Cortesía de Lucrezia Ganazzoli.

Aún no hemos cumplido el objetivo de demanda de 200 Kg que garantiza los esfuerzos para importar macambo este año. Nuestra fecha límite para realizar la primera importación es el 27 de octubre de 2023. Si esto sucede, el macambo saldrá de Ecuador en noviembre y llegará a Italia después de 6-7 semanas. Si eres chef en Italia y estás interesado en comprar al menos 10 Kg de macambo, ¡contáctanos ([email protected])!

El transporte de volúmenes pequeños (<300 kg) por vía marítima parece no es común. Si logramos activar la importación les contaremos cómo es el proceso para importar Macambo en Italia. ¡Mantente atento!

Por M. S. Gachet

Macambo como solución. Capítulo 1: La propuesta  

Es muy triste ver cómo la Amazonía se está destruyendo a causa de la necesidad de los gobiernos de los países Amazónicos de recaudar dinero para mejorar la calidad de vida de su población creando servicios como educación, salud, trabajo, transporte, industria, etc.

La Amazonía es uno de los lugares con mayor biodiversidad del planeta, y también una fuente de materias primas (petróleo, minerales, madera) y el espacio donde criar ganado y producir soya.

En el mundo de hoy donde el dinero permite a las personas de vivir (comprar alimento, vestido, casa, transportarse, educarse, etc.) se muestra poco evidente que las necesidades humanas más esenciales son: el aire, el agua y después los alimentos.

El aire y el agua son recursos naturales o servicios que obtenemos de la naturaleza. Y si, los alimentos también son recursos naturales. Si lo pensamos, nosotros vivimos gracias a los seres vivos que nos nutren (plantas, animales, hongos, algas, bacterias) y las interacciones que estos tienen en los distintos ecosistemas naturales que mantienen el aire, el agua, el suelo y los seres vivos sanos.

¡Todo en la naturaleza está conectado! (leer el artículo Naturaleza, Agricultura y Respeto).

Las selvas y los bosques sanos no solo producen oxígeno y almacenan anhídrido carbónico (CO2) sino también mantiene un equilibrio que incluso purifica el agua. En la selva amazónica fluye el río más grande de la Tierra el “río volador”que regula el clima de nuestro planeta.

Pero, en la selva amazónica no solo hay diversidad de vida sino también diversidad de culturas humanas que viven en armonía con la naturaleza.

Este frágil ecosistema está en peligro y preservarlo es una labor que nos compete a todos los habitantes de planeta.

La comunidad de Noneno está ubicada a lo largo del río Shiripuno, Yasuní, Ecuador. Omentoke Omene y su hijita, van al campo a sembrar retoños de plátano y cortar algunos árboles pequeños para dejar espacio para que crezca la yuca (mandioca). Foto de Karla Gachet. La historia complete se puede encontrar aquí.

¿Por qué Ecuador?

En el Ecuador existen más de tres mil especies de árboles, 658 especies de anfibios (307 de las cuales son endémicas o solo presentes en Ecuador), 460 especies de mamíferos (54 endémicas), 498 especies de reptiles, más de diez mil especies de aves1 y 13 etnias indígenas que en Ecuador se conocen como nacionalidades porque tienen una lengua y una organización social propia y viven en un espacio territorial definido. Ocho de estas nacionalidades viven en la Amazonía2.

Tuve la oportunidad de conocer Canopy Bridge hace ya muchos años. Canopy Bridge es una red global que ayuda a los proveedores y compradores de cultivos sostenibles y productos silvestres a encontrarse, establecer relaciones y aprender más sobre los productos naturales y las personas detrás de ellos. Uno de los productos silvestres que promueven es el macambo. 

Macambo (Theobroma bicolor) es el fruto de un árbol pariente del cacao (Theobroma cacao), cultivado tradicionalmente en sistemas agrícolas diversificados (o agroforestales) por asociaciones de productores indígenas Kichwa de la Amazonía ecuatoriana en chakras  o huertos familiares. Sus semillas son muy nutritivas (alto contenido de proteína, fibra y omega-9) y tostadas adquieren un delicioso sabor acaramelado y una textura crujiente y única.

La población amazónica consume tradicionalmente macambo y nos comparte su tradición.

Los indígenas Cofán lo conocen como Macabo. Estefanía Baldeon de Canopy Bridge encuentra mazorcas de macambo (inesperadamente fuera de temporada) en una visita a Zábalo, provincia de Sucumbios, Ecuador. Este y muchísimos árboles frutales más rodean las casas en una selva comestible y cultivada. Foto cortesía de Canopy Bridge.

Todos los países amazónicos como Ecuador viven de la exportación de materias primas y esto sucede porque existe una demanda global sobre todo de los países industrializados. Quizás este sistema globalizado podría convertirse en una solución, ¿no? 

Para Ecuador, la exportación de los productos provenientes de “Bosques Perennes” (perenne = que dura siempre o mucho tiempo) podría representar una solución concreta a la conservación porque traen fuentes de ingresos que en un futuro podrían reemplazar las actividades extractivas y la agricultura intensiva.

¿Por qué Italia?

Vivo en Milán, Italia desde casi seis años. Pensé que tal vez los milaneses podrían estar interesados en comprar macambo una vez al año (durante la cosecha) y así contribuir activamente a la protección y regeneración de la selva amazónica.

Si compramos un volumen constante de macambo todos los años y nos aseguramos que este macambo venga de sistemas agrícolas familiares diversificados característicos de las comunidades indígenas podremos garantizar el sustento económico de las familias que realizan esta actividad. Esto podría motivar a otras familias de productores y crear trabajos que respetan la identidad cultural de los pueblos ancestrales (impacto social positivo) protegiendo así la selva amazónica (impacto ambiental positivo). Un gusto amazónico por la cultura y la biodiversidad.

Italia es un país rico en tradición culinaria y con la mayor biodiversidad de Europa donde los alimentos están al centro de la vida familiar y cultural y gracias a su estilo de vida es uno de los países más longevos del mundo.

Italia es considerado un país desarrollado, uno de los más ricos en el mundo. Y aunque si Italia es solo ligeramente más grande ahí viven 3,4 veces más personas.*3

Italia, y todo el continente Europeo, durante la historia han acogido e integrado alimentos. Por ejemplo el maíz, el tomate, las papas y las calabazas, llegaron después del “descubrimiento Europeo” del continente Americano. Y aunque su acogida e integración no fue siempre inmediata, por ejemplo, el maíz en Italia se conoce como “grano turco” porque los italianos de aquel tiempo no lo habrían usado tan fácilmente si sabían que venía de América4. Hoy en día, la polenta hecha con harina de maíz, es un plato tradicional del norte de Italia.  

Stefania y Paola están limpiando los ajos recogidos en el segundo huerto del Parque Segantini. El Parque Segantini en Milán-Italia, es un parque proyectado y creado por ciudadanos junto con la administración municipal. Dentro del parque, los ciudadanos cuidan tres huertas de 1.000 metros cuadrados cada una y 15.000 metros cuadrados de área reforestada.

Pero Italia no solo ha acogido alimentos que crecen en su territorio ahora son parte de su tradición, sino también acoge dentro de su cultura otros productos que crecen en países como Ecuador: el café, el cacao (con el que se hace el chocolate) y el banano.

Recientemente la UNESCO está considerando declarar a la cultura del café expreso en Italia como patrimonio cultural de la Humanidad.5 Fascinante, ¿no?  

¿Por qué Macambo?

Macambo podría ayudar a conservar una pequeña parte de la selva amazónica ecuatoriana donde existe un producto delicioso y nutritivo y una red de productores que están compartiendo una semilla que es parte de su cultura y que crece en sus chakras en modo respetuoso.

¿Estarán los consumidores italianos interesados en acoger esta propuesta?

SPaso 1: La degustación

Con esto in mente traje en mi maleta desde Quito a Milán 8 kilogramos de macambo para que la gente lo pruebe. Organicé dos cenas:

La primera con los amigos de la Asociación de Parque Segantini (unas 25 personas) una hermosa noche de verano donde junto a las fantásticas Gabriela, Laura y Melani cocinamos en el parque (al aire libre) una deliciosa pasta preparada con la verdura de los huertos: 3 tipos de calabacín ((crudos y blanqueados (o hervido por pocos minutos)), judías verdes (o vanitas) blanqueadas, albaca y un poco de ajo. La pasta fue condimentada con azafrán, queso parmesano, sal, aceite di oliva y mucho amor. El toque crocante de la pasta lo dio el macambo.

La segunda cena la organizamos junto a Soul Food, una pequeña gastronomía al sur de Milán en la zona del Navigli. Un pequeño negocio gestionado por Andrea, una persona muy atenta a la proveniencia y el modo de producción de los alimentos que vende, aquí se valoriza el trabajo de los productores respetuosos con la naturaleza.

Lucia la cocinera de esta cena, elaboró un menú considerando los distintos sabores que macambo  le recordaban …”un poco a la castaña… un poco al maní natural y tostado… un poco a la avellana”… Teniendo en cuenta esto, preparó 3 platos.

En el primer plato pudimos disfrutar el macambo machacado y tostado sobre una la crema de calabaza.

En el segundo plato Lucia convirtió el macambo en harina para preparar junto con una pequeña cantidad de harina de cantagna, uvas, piñones y romero la versión macambo del “castagnaccio” (torta de castaña típica de la Toscana). El macambaccio se sirvió con chips de una col rizada tipo kale.

El último plato fue el postre. Aquí Lucía realizó dos preparaciones, la primera fue una torta vegana con chocolate al 78% y crumble de macambo, y la segunda un “cheesecake” descompuesto a base de mousse de ricota y peras caramelizadas acompañado de una crema a base de macambo tostado.

Las dos cenas fueron realmente deliciosas.

Una de las cosas resaltadas por los invitados fue la textura crujiente y notoriamente agradable de los platos y el hecho de que el macambo es un complemento perfecto porque no domina el plato pero, proporciona un componente nutritivo a estas delicias culinarias.

El macambo no solo fue degustado dentro de platos elaborados sino también intacto en una de sus tres presentaciones disponibles (natural, salado y chocolate). Unas 70 personas probaron el macambo y 47 de ellas dieron su opinión.

En cuanto al gusto, la mayoría de las personas consideran el macambo (natural, salado y/o chocolate) “bueno” (51%), al 20% el sabor le resulta “indiferente”, al 14% le resulta “delicioso” y al 14% “no gustó”. 

Casi todos los participantes consideran importante: incrementar la diversidad de alimentos en la dieta, que macambo sea nutritivo, que tenga un impacto social positivo y que promueva el comercio justo y la conservación de la selva amazónica.

En conclusión, gusta el sabor, gusta la propuesta pero… nadie está loco por comprarlo.

Paso 2: ¿Cómo  popularizar el macambo?

Conocí a las chefs del restaurante AlTatto en Milán, Sara Nicolosi y Cinzia De Lauri dos mujeres fantásticas que cocinan en este pequeño bistró donde se valorizan los vegetales, la calidad y proveniencia de los alimentos y la estacionalidad. Ofrecen una deliciosa experiencia sensorial. Si vives o vienes a Milán, no te la pierdas.

Después de probar el macambo y de conocer la propuesta, ¡Sara y Cinzia le apuestan al proyecto! Me propusieron activar su red e invitar a 3 colegas suyos en modo de poder realizar una compra que amerite la importación de macambo en Italia. Creen en la importancia de apoyar directamente a proyectos que tengan el potencial de salvaguardar el medio ambiente. Además, les encanta la idea de poder valorizar un producto perteneciente a la cultura de uno de los pueblos indígenas de la región amazónica.

La idea es que estos 5 chefs cocinen y experimenten juntos con el macambo para descubrir y dar a conocer esta semilla amazónica y su historia a la gente de Milán.

El tercer paso es averiguar los modos y costos de transporte, los requisitos de importación y lo necesario para traer el macambo en Italia. La idea también es ser transparentes con el precio y los pasos necesarios para hacer posible este proyecto. Les iré contando.

¡Manténganse atentos! 

*En el 20193: 1) la expectativa de vida en Italia era de 83 años mientas que en Ecuador de 71 años; 2) el producto interno bruto (PIB) de Italia es 2.009 billones dólares de los Estados Unidos de Norteamérica mientras que el de Ecuador es 108 billones; 3) en Italia vivían casi 60 millones de personas mientras que en Ecuador alrededor de 17 millones. El territorio italiano es solo 17.780 Km² más grande que territorio ecuatoriano (una superficie similar a la provincia de Sucumbíos (18.084 km²)). 

Por M. S. Gachet

REFERENCIAS:
1 Plataforma BIOWEB
2 Ecuadorian Government, 2006. La población indígena del Ecuador Gobierno del Ecuador, 2006. La población indígena del Ecuador  
3 Datos World Bank
4 Curso Online Semillas ancestrales, historia, cultivos y usos. Madre Semilla
5 Il Sole 24 Ore, 23 marzo 2022. Café espresso, Italia se suma a las candidaturas para convertirlo en patrimonio de la Unesco


Naturaleza, Agricultura y Respeto

Después del oxígeno y el agua, la comida es lo que nos mantiene vivos y saludables; sin embargo, algunos tipos de alimentos son mejores que otros y el mejor tipo son los “alimentos verdaderos”.

Pero, ¿cuáles son los alimentos verdaderos?

Los alimentos verdaderos son aquellos que crecen en la NATURALEZA, mínimamente procesados (transformados/conservados en manera tradicional o innovadora; menos aditivos mejor y, mucho mejor si todos ellos son naturales), SUSTENTABLES (producidos en un suelo saludable usando agua limpia, respetando el medio ambiente y la biodiversidad) Y PRODUCIDOS ÉTICAMENTE (hacia los humanos, los animales y todos los seres vivos involucrados).

Pasta preparada con la verdura de los huertos del Parque Segantini, un Parque público en Milán, Italia: 3 tipos de calabacín (crudos y blanqueados (o hervido por pocos minutos)), judías verdes (o vanitas) blanqueadas, albaca y un poco de ajo. El toque crocante de la pasta lo da el macambo, semillas secas y tostadas de un árbol tropical primo del cacao (Theobroma bicolor) provenientes de la amazonia ecuatoriana producidos en sistemas agroforestales por familias de la etnia kichwa y se encuentran en Milán como parte de un proyecto que intenta crear un contacto directo entre productores y consumidores a escala global. La pasta está condimentada con azafrán, parmesano, sal y aceite di oliva.

Esta definición señala dos conceptos fundamentales: la NATURALEZA y la SOSTENIBILIDAD que abarca la producción ética.

¿Qué es la naturaleza?

La naturaleza todos los seres vivos e inanimados que componen la tierra y que interactúan entre ellos en un equilibrio donde circulan materia y energía. La naturaleza sigue un orden propio y está gobernada por leyes constantes que los seres humanos pueden conocer pero no pueden modificar.   

Foto tomada en Mashpi, un lujoso Lodge ubicado entre el bosque lluvioso montano bajo y los bosques nublados (el 70 por ciento del cual es bosque primario), ubicado dentro del Distrito Metropolitano de Quito, Ecuador. Mashpi es una reserva natural privada que trabaja de la mano con la comunidad que vive en los alrededores, implementando un programa innovador en el cual los miembros de las comunidades, así como los empleados del Lodge se convertirían en accionistas en la empresa. Las comunidades son también los principales proveedores de productos y suministros agrícolas y otros alimentos que se utilizan en el albergue.

Muchos de nosotros, los humanos (Homo sapiens) pensamos que somos superiores a todos los seres vivos, a pesar de ser una de las especie más jóvenes de la tierra y de no saber si llegaremos a vivir tanto como las bacterias o las plantas.  Además somos una pequeñísima parte de la vida en la Tierra.

Un estudio publicado en el 2018 que cuantifica la vida en la tierra en términos de carbón (C), un elemento común de todos los seres vivos muestra que las plantas son las formas de vida más abundantes representando el 82,5%, después están las minúsculas bacterias que representan el 14,2% y luego están los hongos que representan el 2,2%. Las bacterias y los hongos están en todas partes incluso DENTRO y SOBRE nosotros influyendo nuestra salud (ver posteo sobre el Microbioma). Luego están las algas que representan el 0,7% y por último los animales, el grupo al que pertenecemos los humanos que representa el 0,4% de la vida en la tierra.1

Figura adaptada de la publicación La distribución de la biomasa en la Tierra. Arqueas, bacterias y virus se encuentran dentro del grupo de las bacterias.

Sostenibilidad:

La Fundación Centro las Gaviotas en Colombia ha desarrollado la siguiente fórmula de la sostenibilidad:

4 x 4 x 42 / B

significa que los seres humanos no pueden vivir: más de 4 minutos sin respirar aire apropiado, más de 4 días sin agua apropiada, más de 42 días sin nutrirse y para que todo esto sea posible la Tierra debe estar cubierta por lo menos del 60% de Bosques, de verde, incluyendo el plancton que vive en el agua de los océano, mares, ríos, lagos, etc. Solo así se mantiene la dinámica de la atmosfera que permite la vida humana o el 78,1% de nitrógeno (N2), 20,9% de oxígeno (O2), 0,9% de argón (Ar) y poquísimo de otros gases incluyendo el anhídrido carbónico (CO2, 0,04%).


El oxígeno (O2) del aire que nosotros humanos necesitamos para vivir lo producen los seres verdes gracias a una sustancia llamada clorofila que reacciona con el CO2 en presencia de los rayos de sol. Estos seres verdes son plantas, bacterias y algas que a su vez se nutren de la materia muerta previamente transformada por hongos, bacterias y animales como las lombrices. La respiración produce CO2 necesario en la producción de oxígeno y azúcares. Una parte de estos azúcares vienen almacenados en las raíces que alimentan bacterias y hongos del suelo. Algunos hongos se asocian con las raíces de las plantas formando la micorriza (myco=hongo y rhiza=raíz), una simbiosis beneficiosa para ambos organismos. Juntos pueden recorrer grandes distancias para conseguir agua y los nutrientes que necesitan para vivir. Las micorrizas se conectan entre ellas y a su vez interactúan con las bacterias y con algunos animales formando un sistema de comunicación e intercambio muy eficiente conocido como la “red de árboles” (en inglés Wood Wide Web).   

Representación de la “red de árboles” (en inglés Wood Wide Web) de un bosque de abetos de Douglas. Los puntos verdes son los árboles (el tamaño del punto representa el diámetro del tronco). Los puntos negros muestran la poción de Rhizopogon, un tipo de micorriza utilizada en el estudio. Las líneas azul y rosa muestran las conexiones. Tomado del artículo de Dave Hansford. ¡¡Vale la pena leerlo!!

Existe un equilibrio complejo y perfecto entre la vida y la muerte y la vida y la vida. ¡La comunidad de la que somos parte es fascinante!

El colectivo Amisacho en la Amazonía Ecuatoriana está produciendo videos cortos donde se transmiten conceptos que permiten comprender cómo funciona la selva amazónica, los ciclos de la naturaleza, cómo estos influyen en el clima del planeta y soluciones individuales y colectivas para vivir en modo respetuoso.     

Si agrandamos al grupo de los animales notaremos que el pedazo más grande lo representan los peces (30%) y que juntos los artrópodos, moluscos, nematodos, anélidos y cnidarios representan el 63,6% de los animales. Los humanos representan el 2,5% de los animales mientras las aves y los mamíferos salvajes juntos representan sólo el 0,4% y el ganado el 4,2%.1 Esto significa que en términos de carbón (C) hay 5 veces más humanos que todas las aves y mamíferos salvajes juntos y casi el doble de ganado que de humanos.

Figura adaptada de la publicación La distribución de la biomasa en la Tierra.

Es evidente que NO hemos sido atentos a nuestro entorno y que nuestras actividades están impactando la biodiversidad.

La sostenibilidad nos concierne a nosotros humanos y a nuestras actividades y se ocupa de tres elementos: el ambiente, la sociedad y la economía. De estos 3 la economía no es parte de la naturaleza, sin embargo, la narrativa sobre la importancia del dinero que apareció por primera vez hace unos 5.000 años con la aparición de las primeras monedas es tan fuerte que hoy no podemos percibir a la economía fuera del contexto humano.

Toda la actividad económica humana depende de la naturaleza. Se estima que, a nivel mundial, la naturaleza entrega servicios por valor de aproximadamente 125 trillones de dólares americanos anuales.2

La humanidad está utilizando más recursos de los que la tierra logra regenerar. El desafío es continuar nuestras vidas y nuestra actividades sin agotar estos recursos, y regenerando aquellos que hemos consumido con una población que continua a crecer. Somos la primera generación consciente de esto, ¡iniciemos a actuar comiendo!

La agricultura

La actividad humana dedicada a la producción de alimentos es la agricultura que apareció por primera vez hace unos 12.000 años. La agricultura se ocupa de la domesticación de plantas y animales.

Los campesinos han logrado domesticar algunos seres vivos aprendiendo de ellos y de la naturaleza, observando y experimentando, un trabajo muy interesante e importante que ha permitido el desarrollo de la humanidad. Después de la segunda guerra mundial inicia la revolución verde en la que se industrializa la agricultura. Esta industrialización o deshumanización junto al comercio global a gran escala han contribuido al desequilibrio social, ambiental y económico actual.

La agricultura es anti-naturaleza pero puede ser respetuosa si respeta la naturaleza, como lo hacen los agricultores agroecológicos y regenerativos alrededor del mundo. 

Hoy existen muchos problemas relacionados con los alimentos: sobrepeso y desnutrición, desperdicio, destrucción del medio ambiente, pérdida de biodiversidad, y a pesar de que los pequeños agricultores que producen en terrenos menores a 2 hectáreas la mayor parte de los alimentos del mundo y protegen la diversidad alimentaria, tantos viven en extrema pobreza. ¡Hagamos lo que podamos para ayudar a estos agricultores a tener éxito y así, todos prosperaremos!

¿Qué podemos hacer?

Karina Bautista explica al chef Catalán Joan Roca cómo funciona Huerta Luna en la isla Santa Cruz, Galápagos, Ecuador. Karina practica agricultura regenerativa, cultiva productos introducidos no invasivos que se han adaptado a las condiciones ambientales locales e identifica las variedades mejor adaptadas. El reto ahora es introducir los nuevos sabores en la mesa de la comunidad local y de los visitantes extranjeros. Galápagos importa la mayor parte de sus alimentos del continente.

Primero que nada informarnos porque el conocimiento es fundamental.

Seamos consumidores inteligentes y recordemos que nuestra demanda y nuestras acciones diarias pueden generar cambios positivos.Compremos productos locales, de temporada, de comercio justo y apoyemos agricultores respetuosos con la naturaleza local y globalmente.

Practiquemos agricultura urbana respetando la naturaleza y aprendiendo de ella, contribuyendo así ciudades resilientes, verdes, inclusivas y sostenibles. ¡Una maseta a la vez recordando que para ser agricultores respetuosos debemos aprender muchas cosas!

Cocinemos más seguido usando productos frescos, locales, de temporada, con responsabilidad social y medioambiental para conocer, probar, experimentar nuevos sabores, verduras raras, productos salvajes y partes que no estamos habituados a comer para concientizarnos sobre la importancia de la diversidad en la dieta. ¡No olvidemos que cocinar es un acto de amor hacia nosotros mismos y las personas para las cuales cocinamos! 

Les recomiendo el podcast Radio Semilla de la red de guardianes de semillas (solo disponible en español) quienes con una onda relajada y una visión amplia hablan de regeneración social, ambiental y económica con soluciones locales. Con un enfoque diferente, también vale la pena escuchar el podcast Food Talks (solo disponible en inglés). ¡Ambos son fantásticos, informativos y divertidos!

Para mejorar estos problemas son necesarios cambios desde la producción hasta la mesa, desde los que cultivan los alimentos hasta los que los consumen y ¡todos los que mueven los alimentos en el medio! Recordemos que los alimentos están directamente relacionada con los agricultores, la tierra, las cuencas de agua y el clima; y que nuestra salud es un reflejo de la calidad y cantidad de los alimentos que consumimos. ¡Todo está conectado!

Cocinando en el evento de inauguración de la cocina construida por los voluntarios del Parque Segantini en Milán, Italia, durante una hermosa tarde de verano.

Por M. Salomé Gachet

REFERENCIAS:
PNAS, 2018. Nar-On, Y.M., et al. La distribución de la biomasa en la Tierra
2 WWF. 2018. Living Planet Report 2018 (Summery)

Una historia de compostaje

Un hombre curioso entra a uno de los huertos del Parque Segantini y encuentra a Sergio y Luca. Es Junior, un apasionado de la tierra y deseoso de saber cómo se cultiva en el parque. ¿y por qué? Él también trabaja la tierra y desde el año pasado, a causa de la pandemia, trata de hacerlo para vivir. Nos cuenta que no ha estudiado agricultura, que aprendió lo básico en su Cuba natal donde todos los niños y jóvenes cultivan la tierra después de la escuela, trabajo duro para un niño nos dice…

Sergio y Luca muestran a Junior nuestro compost de lombrices que está funcionado desde hace dos años. Dependiendo de la época del año, el compost se hace en un tiempo de entre 3 y 6 meses. Junior nos dice que podría ser más eficiente, es decir más rápido y que si queremos puede mostrarnos como hacerlo. Salomé, que está muy interesada a compostaje en casa, se involucra, encuentra la propuesta de Junior genial y organiza inmediatamente una visita a Gaggiano donde Junior trabaja.  

La “Associazione Parco Segantini” está formada por un grupo de personas que comparten el amor por la agricultura y el respeto a la naturaleza. Juntos cuidan un área reforestada de 15.000 metros cuadrados y 3.000 metros cuadrados de huertos compartidos. Después del trabajo el domingo al mediodía, se reúnen para conversar y compartir.

En bici a Gaggiano para hacer tierra

Fue un domingo con buen tiempo a inicios de mayo cuando en bicicleta, 5 personas, Francesca, Nicolò, Enrico, Ivana y Salomé, llegamos al vivero donde Junior trabaja.

Encontramos a Junior, quien nos acogió con entusiasmo e inmediatamente nos mostró cómo funciona la huerta-vivero. En la parte del huerto, Junior cultiva una gran variedad de hortalizas que están desapareciendo. Debido a la globalización, la diversidad alimentaria está en peligro, por fortuna hay personas como Junior que trabajan para recuperarla, ¡qué bien, no?!

Su forma de cultivar no tiene solo un enfoque práctico, huerto sinérgico en el pleno respeto de la naturaleza y de las relaciones con los diversos organismos, sino que es también una ¡filosofía de vida! La importancia de la madre tierra y de un estilo de vida no consumista marcado por un valor en las relaciones. 

Para empezar nos contó que cuando llegó a la Lombardía se preguntó que podía ofrecer a esta tierra y a ese lugar en particular. Vio que en los alrededores hay arrozales y una fábrica de arroz que produce el salvado de los granos como producto de desecho y, como nos hará notar, es uno de los ingredientes importantes de su compost. En el entorno también hay vacas de las cuales toma el estiércol, trozos de leño de los árboles que bordean el vivero que son el sustrato ideal para los microorganismos descompositores.

Otra forma de hacer compost

Manos a la obra, primero recopilamos todos los ingredientes que necesitaríamos:

  1. paja
  2. salvado de arroz
  3. estiércol de vaca
  4. melaza (agua saturada de azúcar, aproximadamente medio litro)
  5. hierba fresca triturada
  6. trozos de leño con microorganismos (ramas con corteza)*
  7. Agua

*Los microrganismos se encuentran en la base de los árboles grandes, justo debajo de la primera capa de tierra, son como telarañas blancas sutiles. En ausencia de estos se pueden encontrar microorganismos ya prontos en sobres, en Italia por ejemplo hay un producto que se llama Top Crop de Microvita.

Al ir a recoger los ingredientes observamos los terrenos alrededor del vivero: muchos arrozales aún no productivos, tierra seca esperando a ser fertilizada e irrigada.

Iniciamos haciendo una pequeña fogata que será cubierta totalmente con el salvado de arroz y se quemará lentamente hasta convertirse en carbón negro activo, rico en minerales en estado libre. El salvado se quema lentamente y de a poquito añadimos más salvado que extrañamente no produce llama sino en su lugar, un delicioso olor.

Nos explica que el proceso de combustión (el quemado) ayuda a liberar los minerales. De hecho, se forma carbón vegetal (charcoal en inglés), que también se puede comprar. Se podría usar también cualquier paja que se descompone fácilmente, por lo tanto, no necesita quemarse. 

Mientras tanto, en la tierra, dibujamos un circulo de 1 metro de diámetro. Junior nos explicó que un buen compost debe ser tan alto como la circunferencia de su base.

Mientras esperamos que se quemara el salvado de arroz nos fuimos a comer un rico asado con los amigos.

La receta

Al volver, procedemos a disponer los estratos para crear el cúmulo de compost:

Iniciamos con la paja, después la hierba triturada, luego los pedazos de leña, un poco de estiércol de vaca (para un compost en la ciudad, quedan muy bien los restos de la cocina crudos en pedazos (crudos y no productos animales que pueden atraer ratas) o el cambio de cultivo del huerto) y un buen chorro de agua.  

La proporción de los ingredientes es: 3 partes de material seco (paja, leña) y 1 parte de material húmedo (hierba, estiércol). La materia seca añade carbón (C) y el húmedo nitrógeno (N).

Se puede añadir también un poco de compost terminado (como se hace en el parque segantini) como inoculador (por la presencia de lombrices).   

Añadimos de nuevo paja, luego hierba, microorganismos del sobre (comerciales), melaza, pedazos de ramas, hierba y luego agua… 

La secuencia más o menos debería ser: seco, húmedo, seco, húmedo… y en el medio los microorganismo y agua. Con toda esta buena comida, Junior nos dice que vendrán también las lombrices de tierra.

Continuamos así hasta que el cúmulo llegue a un metro de altura.

En ese punto volvemos a nuestro salvado de arroz que, mientras tanto se ha convertido en carbón. Lo apagamos con mucha agua fría, y lo esparcimos encima de la pila de compost. El salvado de arroz mojado regulará la humedad y liberará los minerales.

El cúmulo viene cubierto con un plástico negro para aumentar la velocidad del proceso de descomposición (ayuda a mantener el calor y la humedad). La pila de compost alcanzará una temperatura muy alta de hasta ¡70 grados los primeros días! Esto permite eliminar los patógenos.

Después de unos 5 días, Junior girará el compost con un trinche reconstituyendo el cúmulo, proceso que introduce aire, es decir, oxígeno, y lo cubrirá nuevamente. La pila de compost se girará de la misma manera un total de 5 veces (más o menos cada 5 días). 

La transformación de compost ocurrirá en aproximadamente 1 mes. Si fuera al aire libre tardaría más tiempo. 

Cuando el compost esté listo se reducirá aproximadamente a la mitad.

Casualmente, ese domingo fue el 9 de mayo, el Día de la Madre. Junior nos hace notar que juntos celebramos nuestra «pacha mama» (madre tierra) haciéndole un pastel.

Volvemos a casa en bici, felices con una nueva perspectiva sobre el compost, los microorganismos, los desechos de arroz y el respeto de la tierra.

Por Francesca Mastrangelo y M. Salomé Gachet

El dulce zumbido

¿Qué está haciendo un apicultor en el centro de Milán?

Es un lunes de fines de marzo, hace calor. En el parque Segantini, entre los árboles de la zona naturalista que pintan de verde con los primeros brotes de la primavera, un grupo de voluntarios sigue de cerca a Luciano Mazzola que ha traído cuatro colmenas.

Luciano Mazzola muestra un panal con muchas abejas.

Dos familias producirán miel, y las otras dos servirán también para el monitoreo de la calidad del aire que se realizará gracias a la colaboración con los investigadores de la Universidad Católica de Piacenza.

El proyecto se llama BeeResponsible y está financiado por empresa Dyson que ha encontrado un modo inteligente de hacer la actividad social corporativa.

Un pequeño grupo de personas interesadas ​​seguirá un curso con Luciano y lo acompañará durante las visitas de cuidado de las colmenas. Si todo sale bien, al final de este año de experimentación, las colmenas permanecerán en el parque Segantini. Aquí se podrá degustar la miel de las flores del parque y también de los balcones de los milaneses.

Las abejas se alimentan de flores que están en un radio de 3 km así que todo el que tenga una flor en su balcón puede ayudar a alimentar a estas fascinantes criaturas que, además de producir miel, polinizan las plantas mejor que cualquier otro insecto.

Una vez trasladadas las colmenas, los curiosos se transfieren bajo la pérgola de uno de los huertos del parque para escuchar una lección sobre la vida de las abejas y la gestión de una colmena. Las edades del público son diversas. Incluso hay un niño que le pregunta a su madre cuando no entiende; siente que se está hablando de algo importante.

En el Parque Segantini, Luciano cuenta sobre la vida de las abejas y el manejo de una colmena.

¿Sabían, por ejemplo, que Europa prohibió en 2018 los pesticidas neonicotinoides muy usado en la agricultura que matan también a las abejas? Por lo tanto, esperamos volver a ver más colmenas en el valle del Po.

Luciano nos explica que las abejas en su transcurso evolutivo han aprendido a comunicar la posición de las flores a sus compañeras gracias a una «danza» con la que explican en qué dirección y a qué distancia se encuentra el banquete. Se orientan con la posición del sol. En YouTube se pueden encontrar videos que explican e interpretan esta “danza”.

Descubrimos también que las abejas en sus dos meses de vida llevan a cabo una rotación de los trabajos de la colmena: en las primeras semanas realizan labores domésticas de limpieza y cuidado de los huevos, luego la guardia de la puerta, y finalmente, cuando son maduras y bien adiestradas a los olores salen a buscar néctar de flor en flor.  

European honey bee: Apis mellifera (collector)

La reina en cambio, vive hasta cinco años y, después del vuelo nupcial en el que es fecundada por una docena de zánganos (que mueren después del acto), pone huevos durante toda su vida.  

Los golosos de miel estarán interesados en saber que algunos frascos que se venden a precios muy bajos pueden contener algo que no es miel. De hecho, la miel para ser considerada como tal, debe ser producida por las abejas que pasan el néctar de boca en boca en una práctica llamada trophallaxis que enriquece el néctar con enzimas que además permiten que las abejas que no salen de la colmena se alimenten.

Luciano y Paolo preparan las cuatro colmenas que serán huéspedes del Parque Segantini.

Otras abejas abanico ayudarán a reducir la humedad del néctar por debajo del 18% para convertirlo en miel, un alimento que se puede almacenar durante mucho tiempo.

En algunas partes del mundo, se permite recolectar el néctar de las colmenas y transformarlo en miel en fábricas con la adición de azúcar, que por obvias razones produce un alimento mucho menos nutritivo y equilibrado.

La subespecie criada en Italia se llama abeja ligustica y es conocida en todo el mundo por ser gentil y no agresiva, así que no hay que tenerles miedo.

Luciano antes de dejarnos son recomendó un libro: “Abejas: un mundo biológicamente extraordinario” de Jürgen Tautz que combina un enfoque práctico con uno más filosófico acompañado de fotos hermosas.

La reunión se acabó. Es el atardecer y nos vamos con una sensación de armonía e interconexión entre nosotros, las abejas y las flores. Esta noche en casa miraremos la flor del balcón con ojos nuevos. Sabremos que estamos involucrados en el mundo de las abejas y que colaboramos con ellas en la difusión de las plantas y la salud del planeta.

Abeja alimentándose de una flor de espino blanco (Crataegus monogyna).

Este es el primero de una serie de posteos donde hablaremos de abejas, ¡manténganse atentos!

Por Xavier Vigorelli

Recursos naturales: LIMITADOS!

Como vimos en el posteo 2, para producir alimentos se necesitan recursos naturales (aire, agua, suelo, biodiversidad) y energía. La producción de alimentos es solo una de las muchas actividades humanas que tienen un impacto en los recursos limitados del planeta.

Pero, ¿estamos consumiendo más de lo que produce la tierra? ¿Hay suficiente comida para alimentar a todos?

Hoy en día producimos alimentos para alimentar a 10 mil millones de personas1 en un planeta donde actualmente viven alrededor de 7,7 mil millones. 2 No es de extrañar que cada año desperdiciemos alrededor de 1/3 de los alimentos que producimos (posteo 3) y 1.900 millones de personas tengan sobrepeso.3 ¡Y aún así, hay 821 millones de personas desnutridas! 4

En Santo Domingo de los Colorados, Ecuador, las empresas medianas y grandes producen frutas tropicales como las piñas para los mercados locales e internacionales. La mayoría son monocultivos. Representan una fuente de ingresos y alimentos para las familias de la zona. Foto de Karla Gachet.

Para entender por qué sucede esto, es importante comprender dos conceptos clave para la sostenibilidad: Biocapacidad y Huella Ecológica.

Biocapacidad

La capacidad biológica de la tierra es una forma cuantitativa de medir los recursos naturales que la tierra produce cada año (en hectáreas globales o gha) que permite la vida humana (agua y aire limpios, biodiversidad, suelos saludables, refugio y medicinas).5,6,7

Se refiere a la cantidad de área productiva disponible para generar recursos naturales y absorber los desechos (servicios ambientales). 5-7

La biocapacidad calculada para el año 2007 fue de 1,8 gha.5-7

Huella ecológica

La huella ecológica humana es una forma cuantitativa de medir la demanda que la actividad humana ejerce sobre la naturaleza. Se refiere al consumo de tierra productiva (recursos en gha) de cada persona (tierra biológicamente productiva y área de agua necesaria para producir todos los recursos que consume un individuo, población o actividad y para absorber los desechos que genera).5-7

La huella ecológica media mundial calculada para el año 2007 fue de 2,7 gha.5-7  

A nivel individual, la huella ecológica se refiere a: los alimentos que comemos (energía, tierra, agua, biodiversidad), el agua que usamos y la energía que consumimos (en casa, para movernos, para trabajar, ¡para vivir!).

Biocapacidad, huella ecológica y población

A partir de los números anteriores, se hace evidente que en 2007, nuestro consumo global (huella ecológica: 2,7 gha) es mucho más alto que la capacidad de la tierra para recuperarse (biocapacidad: 1,8 gha).

Para vivir en modo sostenible, nuestra huella ecológica de toda la humanidad nunca debería superar la biocapacidad de la tierra.

La siguiente figura muestra la huella ecológica y la biocapacidad del 1960 al 2010 y el crecimiento de la población hasta 2019.

En 2007, la humanidad utilizó recursos equivalentes a un planeta y medio. Si la tendencia continua, para el 2050 se necesitarán 2 planetas.5-7

La humanidad está usando ya más recursos de los que la tierra puede regenerar. Esto se conoce como rebasamiento (en inglés overshoot), y cada año que esto ocurre, la deuda biológica aumenta con consecuencias extremas como la pérdida de diversidad (biológica y cultural), la migración y el cambio climático. Y la población sigue creciendo… 

Un puesto de venta de frutas y verduras en el mercado central de La Vega en Santiago de Chile también conocido como “Feria Mapocho”. Desde la época colonial, los agricultores se reunían en la zona de “La Chimba” para vender sus productos. Foto de Karla Gachet. La historia completa se puede encontrar aquí

¿Usando todos los recursos naturales de la misma manera?

Bueno, la biocapacidad y la huella ecológica no son iguales para todas las personas en todas las naciones. La Global Footprint Network (Red de Huella Global) proporciona datos en línea que muestra claramente la situación de todos los países del mundo. Tomemos como ejemplo el año 2016. En 2016, la biocapacidad y la huella ecológica en Estados Unidos fueron 3,6 y 8,1 gha (-4,5, déficit), en Italia 0,9 y 4,4 gha (-3,5, déficit), en China 1,0 y 3,6 gha (-2,6, déficit), en Brasil 8,7 y 2,8 gha (+5,9, reserva), y en Gabón 22,1 y 2,3 gha (+19,8, reserva).

Esto significa que de estos 5 países, solo Gabón y Brasil tendrían reservas naturales para consumir como lo hace y más. Sin embargo, en escala mundial, Gabón y Brasil inconscientemente utilizan sus recursos para mantener los estilos de vida de consumo de Estados Unidos, Italia y China.   

En 2007, los 5 países con la mayor huella ecológica fueron: Emiratos Árabes Unidos, Catar, Dinamarca, Bélgica y Estados Unidos, mientras los países con la más alta biocapacidad fueron: Gabón, Bolivia, Mongolia, Canadá y Australia.7

Usando la plataforma en línea de la Global Footprint Network puedes saber más sobre la situación global y descubrir la realidad de tu país. ¡Realmente vale la pena echarle un vistazo!

Toda esta información parece decirnos que la huella ecológica está relaciona con el bienestar humano, ¿estarías de acuerdo?

El pueblo de San Miguel está en el cruce del Río Cayapas y San Miguel en la provincia de Esmeraldas, Ecuador. San Miguel es como una isla en el río y se necesitan horas para llegar en canoa desde Borbón. De aquí obtiene el “verde” (plátanos para cocinar) que venden en Borbón. Foto de Karla Gachet.

Desarrollo humano y huella ecológica

El desarrollo humano se puede clasificar mediante el Índice de Desarrollo Humano (IDH). El IDH es un número calculado en función de la esperanza de vida, la educación y el ingreso per cápita de una persona en un país.

El Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas define un alto nivel de desarrollo con puntajes de IDH de 0,8 o más.7  

Considerando nuevamente los datos de 2007, en un planeta ideal (económico, social y ambientalmente), todos los países deberían tener un IDH igual o superior a 0,8 y una huella ecológica inferior a 1,8 gha (o la biocapacidad de la tierra).7

Ningún país en la tierra cumple estas dos condiciones.

Curiosamente, los países con bajos ingresos que tienen abundantes recursos naturales (alta biocapacidad) tiene huellas ecológica demasiado pequeñas que no satisfacen las necesidades básicas de alimentación, vivienda, salud y saneamiento de sus poblaciones.

La mujer que bebe mate en la foto es Doris Peranchiguay quien vive con su familia en la Isla de Teuquelin en Chile. Como muchas de las familias de la isla, viven de la cosecha de patatas. Foto de Karla Gachet.

La humanidad se enfrenta a dos desafíos:

  1. para los países desarrollados, mantener el bienestar de las personas reduciendo la demanda sobre la naturaleza y
  2. para las naciones en desarrollo, garantizar el bienestar de la sociedad sin aumentar la huella ambiental.

Todas las personas del planeta tienen derecho a vivir bien. Sin embargo, el bienestar de las sociedades humanas y por tanto sus comodidades (seguridad, necesidades materiales, salud, relaciones sociales, etc.) depende del capital biológico (biocapacidad). Debemos considerar una gestión eficaz de los recursos naturales a largo plazo para afrontar y revertir la degradación ecológica.7 

Para profundizar más en este tema, les recomendamos leer nuestro posteo que habla sobre la justicia ambiental.

Pero, ¿cómo podemos explicar que los recursos de países de bajos ingresos económicos  y biológicamente ricos, se estén utilizando para satisfacer las demandas de otros países? ¿Es esto acaparamiento de tierras?

Acaparamiento de tierra

El acaparamiento de tierra es un proceso (usualmente violento) en el que se privatizan tierras agrícolas fértiles, generalmente para empresas agrícolas y mineras. La organización GRAIN advierte que esta apropiación global de tierras podría representar el fin de la agricultura a pequeña escala y la subsistencia rural en muchos lugares del mundo.8

Usando los datos de GRAIN, Baveye et al., publicaron un mapa del acaparamiento de tierra global en 2008 donde se muestra que China, Corea del Sur, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y otros países poseen grandes cantidades de tierra en el extranjero. Por ejemplo, China en 2008 poseía alrededor de 2 millones de hectáreas distribuidas en Filipinas, Laos, Australia, Rusia, Kazajstán, Camerún, Uganda y Tanzania.9   

Sería útil ver lo que está sucediendo hoy. Para saber más sobre este argumento, revisa las publicaciones de GRAIN. ¡Vale la pena leerlas!

Si la tierra ya no pertenece a las personas que viven allí, o ni siquiera al país, ¿qué pasa con los derechos de esas personas y con su bienestar? ¿Qué sucede con la tierra y los servicios ecológicos que brinda la naturaleza?

Vista de una camaronera en el camino a Bolívar en la provincia de Esmeraldas, Ecuador. Los camaroneros empezaron a ganar terreno en Bolívar hasta el punto de quitarle a la comunidad derecho a su propio manglar. María (foto de portada), junto con otras mujeres concheras, se enfrentaron a gente poderosa. Al final pudieron parar la expansión de las camaroneras y salvar parte de su manglar. Foto de Karla Gachet.

Bienestar humano y recursos naturales

El bienestar humano depende de la biodiversidad (riqueza y rareza de especies, densidad de biomasa, productividad primaria y diversidad genética) y los servicios que proporciona un ecosistema saludable (alimentos, agua, fibra, medicinas, energía, espiritualidad, ética, regulación del clima, intercambio de energía y materia, etc.). 7

Toda la actividad económica humana depende de la naturaleza. Se estima que a nivel mundial la naturaleza proporciona servicios por valor de alrededor de 125 billones de dólares al año.6

Desafortunadamente, la diversidad biológica se está perdiendo. Por ejemplo, la pérdida de diversidad animal, medida utilizando el Índice Planeta Vivo  (Living Planet Index) entre 1970 y 2014, muestra que la población general de especies de vertebrados ha disminuido un 60% (pérdida del 89% en América del Sur y Central). La pérdida de especies de agua dulce fue del 89%.

Si deseas saber más sobre las especies en peligro de extinción, consulta la página web de la Lista Roja de UICN, que es un indicador del estado de la salud de la biodiversidad mundial.

Un planeta sano ha permitido el desarrollo de la sociedad humana moderna. ¿Será posible continuar el desarrollo humano sin sistemas naturales saludables (biodiversidad)?

¡La respuesta depende de nosotros y de nuestra capacidad de cambiar, adaptar y crear!

Somos la primera generación que tiene claro el valor de la naturaleza y el enorme impacto que tenemos en ella. 6

¡Y por qué no comenzar entendiendo nuestra situación personal!

En Topanga, California, Karla y su familia están haciendo un pequeño huerto durante la cuarentena causada por la pandemia de Covid-19. Foto de Karla Gachet.

Huella ecológica personal

La huella ecológica es diferente para cada persona. Está relacionada con acciones individuales. Incluso dentro de un país, la huella ecológica no es la misma para todos.

Las personas que compran alimentos importados y viajan mucho en automóvil y avión tienen una huella ambiental mayor que las personas que consume alimentos locales, prefieren movilizarse usando la bicicleta/transporte público/caminando y vuelan raramente.

Hay plataformas en línea que nos pueden ayudar a calcular nuestra huella ecológica personal. Sin embargo, les recomendamos que busque una plataforma local dentro de su ciudad o país, ya que pueden incluir parámetros locales (energía, agua, transporte y residuos). ¡¡Pruébenlas!!

Calculemos juntos nuestra Huella Ecológica personal

Encontramos un estudio muy interesante de Legambiente, una asociación ambiental italiana, que analizó la huella ecológica de la ciudad de Padua.10 Este estudio proporciona una tabla para un primer cálculo de la huella ecológica personal en un mes en área (hectáreas, ha) a partir de kilogramos (Kg) de alimentos consumidos, kilovatios (KWh) de energía utilizados en el hogar y kilómetros utilizados en transporte (Km).

Hemos reproducido la hoja de Excel de este estudio (descargar aquí). Si desea ayudarnos, descarga la hoja y envíanos la versión completa con tus resultados personales por correo electrónico ([email protected]) compartiendo con nosotros tu nombre y país de envío. Si llegamos a un número significativo, ¡compartiremos los resultados en una publicación!

Este problema global no es nuevo. En el 2015, 193 países pertenecientes a las Naciones Unidas, junto con 150 líderes de todo el mundo, acordaron 17 objetivos de desarrollo sostenible (ODS) que deben cumplirse para el año 2030. Estos tienen como objetivo acabar con la pobreza, proteger el planeta y garantizar la prosperidad para todos.11

Objetivos de desarrollo sostenible

Como se muestra en la figura a continuación, los 17 objetivos ponen en la base la importancia de proteger la naturaleza para construir una sociedad saludable que soporte una economía justa.

Si trabajamos juntos para alcázar estos objetivos, las cosas comenzarán a mejorar. ¡Intentémoslo!

Es importante destacar que estos objetivos se pueden lograr mejorando el sistema alimentario. Los alimentos pueden ser buen un punto de partida para realizar cambios. Todos comemos y las decisiones alimentarias que tomamos tienen un impacto directo en la economía, la sociedad y el medio ambiente.

Estofado de achira y papa china (malanga) acompañado de hojas de mostaza, cultivados en Huerta Luna y preparados por el chef Javier Farraye en la Isla Santa Cruz, Galapados, Ecuador. Esta alianza productor-chef es una propuesta que quiere incentivar a la población de Galápagos a consumir alimentos de producción local, reduciendo la demanda de importación de vegetales del continente.

Para entender mejor el impacto de los alimentos en la sostenibilidad, el Centro Barilla para la Alimentación y la Nutrición ha creado un Índice de Sostenibilidad Alimentaria donde se analizaron y puntuaron los datos de 67 países sobre pérdida y desperdicio de alimentos, agricultura sostenible y desafíos nutricionales. En 2018, los 3 países con mejores resultados porque tienen políticas y muestran las mejores prácticas fueron Francia, los Países Bajos y Canadá. Se pueden consultar los resultados y las puntuaciones de los países participantes. ¡Quizás el suyo esté en la lista!

La BBC Mundo ha publicado un artículo muy interesante sobre este tema que incluye una calculadora en línea que muestra el impacto ambiental de 34 alimentos y bebidas comunes. Enfatizan en que la huella ecológica no solo depende del alimento, sino también de cómo y dónde se produjo. ¡Realmente vale la pena echarle un vistazo!

Conclusiones:

El bienestar humano no será posible sin preservar la naturaleza (recursos y servicios ecológicos) que sustentan la economía y la vida.

Sin embargo, a medida que los recursos naturales se vuelven más escasos que el dinero, la prosperidad dependerá de las cuentas de recursos (biocapacidad) tanto como del Producto Interno Bruto (PIB) y otros valores financieros.

Se debe considerar una nueva forma de pensar y revalorizar la naturaleza (ecosistemas saludables) y los servicios que esta brinda. Es sorprendente la cantidad de nuevas oportunidades de negocio que se están creando valorizando todos los recursos del ecosistema y siendo respetuosos con la naturaleza y con las personas.

Y ahora que sabemos todas estas cosas, hagamos un esfuerzo para elegir más cuidadosamente lo que comemos, cómo nos movemos y cuánta energía y agua usamos. Nuestro interés, creatividad y disposición para hacer pequeños cambios pueden mejorar las cosas. Hagamos el intento:)

Por M. S. Gachet.

REFERENCIAS:
1 Holt-Giménez E., et al. 2012. We Already Grow Enough Food for 10 Billion People … and Still Can’t End Hunger
2 Data World Bank. Population
3 OMS. Obesidad y sobrepeso
4 NU. Alimentación
5 WWF. 2018. Living Planet Report 2018 (Full report)
6 WWF. 2018. Living Planet Report 2018 (Summery)
7 Global Footprint Network 2010. Ecological Footprint Atlas 2010
8 GRAIN. 2008. Seize: The 2008 land grab for food and financial security
9 Baveye, P.C., et al. 2011. From Dust Bowl to Dust Bowl: Soils are Still Very Much a Frontier of Science
10 Legamabiente. The Ecological Footprint of the city of Padua
11 UN. Objetivos de Desarrollo Sostenible

Sostenibilidad, alimentos y justicia ambiental: Cómo están todos conectados

Hoy en día a todo el mundo le gusta hablar de sostenibilidad. Pero, ¿qué significa sostenibilidad?

En términos muy amplios, el discurso de la sostenibilidad se construye sobre el supuesto de que vivimos en un entorno cerrado y que, debido principalmente a las actividades humanas, los “bienes” ambientales – que son servicios (como aire/agua limpios y ricos suelos) y recursos (como alimentos y biodiversidad) que obtenemos del medio ambiente natural – son limitados.  

Debido a que nuestra existencia depende de este entorno cerrado y los recursos naturales se están agotando cada vez más, se vuelve crucial garantizar que los recursos que necesitamos para vivir no se agoten.

En palabras simples, la sostenibilidad significa que haya suficiente para que todos sobrevivan hoy y en el futuro.

Foto en la casa de la familia de David Peranchiguay en la Isla de Teuquelin, Chiloe, Chile. Los habitantes de la isla sobreviven de la tierra y del mar. Foto de Karla Gachet.

Pero, ¿cómo alcanzamos la sostenibilidad?

De hecho, hoy en día se ha vuelto dramáticamente evidente que la capacidad de algunos para satisfacer sus necesidades «aquí y ahora» puede perjudicar la capacidad de otros para satisfacer sus necesidades «allí y luego«.

Por esta razón, es muy importante – y de hecho una cuestión de justicia – equilibrar el acceso a los recursos en disputa de manera equitativa entre los apropiadores compitiendo, hoy y mañana.

Entonces, ¿qué tiene que ver la sostenibilidad con la justicia?

Como se menciona anteriormente, los intereses en conflicto sobre los recursos naturales y, más ampliamente, los bienes ambientales confrontan a las generaciones presente con las futuras, las comunidades rurales con las urbanas, los países en desarrollo con los países menos adelantados y los países más vulnerables al cambio climático con las economías en desarrollo más grandes.

Existen diferentes nociones de sostenibilidad y todas ellas se intersectan, entre otras, con intereses de justicia distributiva.

Blanca Ashanga cosecha maíz en un campo en la comunidad quichua de San Pedro Sumino. Toda la comunidad trabaja en lo que llaman una ‘Minga’ donde todos contribuyen y cosechan para la comunidad. El producto de la venta del maíz se utilizará para servicios en la comunidad. Foto de Karla Gachet.

Por ejemplo, las comunidades rurales tienen interés en preservar la calidad del suelo y la biodiversidad para fines agrícolas, lo que compite con el conflicto de interés de las comunidades urbanas por aumentar la disponibilidad de biocombustibles. Recientemente algunos países desarrollados – especialmente los países de la Unión Europea – muestran mayor preocupación sobre el impacto de las emisiones de carbono en el clima y se han comprometido a reducir los niveles de emisiones. Por el contrario, los países en desarrollo afirman su «derecho al crecimiento» emitiendo tanto como lo han hecho los países desarrollados hasta ahora.

En este caso, la protección del medio ambiente está muy relacionada con el problema del acceso a los bienes ambientales, que son limitados en número y altamente agotables (considerando, por ejemplo, el suelo en el ejemplo anterior).

En este sentido, la protección del medio ambiente también está muy relacionada con un discurso de justicia distributiva, ya que uno de los propósitos de la justicia distributiva es juzgar demandas rivales y dar una parte justa a todos. Lo que significa que la forma en que los recursos naturales se distribuyen entre las personas debería ser justa para todos.

La sostenibilidad es una cuestión de justicia ambiental.

Desde una perspectiva inter-generacional (que analiza la relación entre generaciones presentes y futuras), las consideraciones de justicia recomiendan que el desarrollo humano actual no agote los recursos de la Tierra, como el agua, los alimentos nutritivos y el aire limpio, en tal medida que las generaciones futuras no puedan satisfacer sus necesidades.

Sin embargo, algunos sostienen que es difícil decir cuáles serán las necesidades de las generaciones futuras.

Dependiendo de la noción de sostenibilidad que elijamos, puede considerarse justo que las generaciones actuales se comprometan, no solo para evitar el agotamiento más allá de cierto grado, sino también preservar activamente la integridad del medio ambiente natural tal como lo han heredado.

Después de todo, todos los enfoques de sostenibilidad se preocupan en cierta medida del bienestar de las generaciones futuras.

En Santo Domingo de los Colorados, Ecuador, empresas medianas y grandes producen frutas tropicales como la piña para los mercados locales e internacionales. La mayoría de ellos se cultivan como monocultivos. La familia de la foto vive en una plantación de piña donde los padres trabajan. Foto de Karla Gachet.

Sin embargo, como se dijo, la respuesta a la pregunta cuál debería ser específicamente la herencia para la posteridad puede variar mucho.

En los años setenta, los economistas y los ecologistas poco profundos sostenían que las generaciones futuras deberían (solo) asegurar los medios para satisfacer sus necesidades: por lo tanto, suponen que la tecnología garantizará que siempre habrán suficientes recursos para satisfacer las necesidades humanas.

En contraste, en los años noventa, los teóricos de la sostenibilidad ecológica argumentaron que las generaciones futuras requerirán ecosistemas que funcionen bien y recursos suficientes.

Desde una perspectiva intra-generacional (que analiza la relación entre personas de diferentes orígenes sociales, regiones geográficas y comunidades en la actualidad), las consideraciones de justicia apuntan a garantizar el acceso equitativo a los recursos ambientales, tales como alimentos seguros e igual protección contra el daño ambiental para todos en la presente generación.

Mientras que la justicia inter-generacional establece el contenido de las obligaciones de las generaciones presentes hacia el futuro, la justicia intra-generacional tiene como objetivo compartir las responsabilidades para el cumplimiento de tales obligaciones entre aquellos que son más responsables que otros de la degradación moral.

¿Pero qué significa todo esto?

Justicia inter- e intra-generacional

Déjenme explicar estos conceptos con algunos buenos ejemplos de “injusticia” combinada inter- e intra-generacional.

Guiyero es una comunidad Waorani ubicada en la parte norte de la carretera Maxus dentro del Parque Nacional Yasuní, en la Amazonía Ecuatoriana. Repsol extrae petróleo en la región y las comunidades a lo largo del Maxus se han vuelto dependientes de las empresas para el trabajo y la alimentación. En estas comunidades hay una mezcla de la antigua cultura Waorani, como la caza con pistolas de aire comprimido, y la tecnología moderna, como las antenas parabólicas. Foto de Karla Gachet.

La justicia ambiental prescribe que los daños ambientales, como los desechos, las descargas de agua o las emisiones al aire, están a cargo de las comunidades que los causan: quien contamina paga.

En Italia por ejemplo, la ley de residuos prescribe que los residuos urbanos que no se pueden reciclar se eliminen en la misma región donde se produjeron (ej. los vertederos). No existen tales restricciones cuando los residuos urbanos se recuperan en instalaciones de reciclaje de residuos o en plantas de incineración de conversión de residuos en energía: sin embargo, dado que en el sur de Italia solo hay uno de esos incineradores, los ciudadanos del norte de Italia a menudo culpan a sus administraciones públicas que otorgan permisos para la construcción de nuevos incineradores que se cree queman residuos producidos en gran parte en el sur del país.

Esto no es solo un fenómeno NIMBY (siglas en inglés que significan “Not In My Back Yard” o “no en mi patio trasero”): la exposición diferencial relacionada con los desechos es una forma de desigualdad ambiental.

Del mismo modo, la descarga de desechos a través de las fronteras nacionales, especialmente del mundo industrializado a las economías emergentes, se percibe como una desigualdad ambiental. De hecho, en los últimos veinte años, las leyes de control de contaminación en los países industrializados se han vuelto más estrictas, los costos relacionados al cumplimiento de las obligaciones ambientales han aumentado significativamente y, en particular, los servicios de tratamiento de residuos se han vuelto más caros.

Como resultado, los países menos desarrollados a veces han sido usados por algunos países más desarrollados como «vertederos», aunque estos países a menudo no cuentan con las tecnologías necesarias para tratar y eliminar los desechos de manera segura.

Hoy, el vertedero de Agbogbloshie (Accra) en Ghana es uno de los vertederos más grandes del mundo. Asumir que los residuos que este recoge se originaron solo en Ghana sería “cerrar los ojos”.

Sin embargo, los errores ambientales producidos por este vertedero, como las emisiones de metano, la contaminación de las aguas subterráneas, la intrusión del paisaje, son y serán soportados injustamente por las comunidades ghanesas actuales y futuras que viven cerca.

En ambos ejemplos, las comunidades que viven cerca de estas instalaciones de tratamiento de residuos soportan las consecuencias de los residuos producidos por otra persona, hoy y en los años venideros. Esto es injusto desde ambas perspectivas inter- e intra-generacionales.

Otro ejemplo interesante que incorpora ambas perspectivas es el de la implementación de un principio conocido a nivel internacional como «responsabilidades comunes pero diferenciadas» e introducido por el Protocolo de Kyoto. Este principio impone diferentes responsabilidades de mitigación del cambio climático por un lado sobre los países desarrollados, por el otro sobre los países en desarrollo, bajo el supuesto de que, dada su larga historia de industrialización, los países desarrollados han contribuido al cambio climático en mayor medida que los países en desarrollo.

Foto tomada en Milán durante el 10º Foro Internacional sobre Alimentación y Nutrición el 3 de diciembre de 2019. Ilustración de Angel Boligán, que representa el objetivo de desarrollo sostenible 13: «Hacer ciudades sostenibles y construir sociedades y economías resilientes«.Los objetivos de desarrollo sostenible son 17 objetivos que ambicionan acabar con la pobreza, proteger el planeta y garantizar la prosperidad de todos para el año 2030.

Sin embargo, los niveles de emisiones de carbono de algunos países en desarrollo han aumentado significativamente en los últimos diez años y el principio de «responsabilidades comunes pero diferenciadas», junto con el Protocolo de Kyoto y el sistema de conferencias COP de la UNFCCC (siglas en inglés de Conferencia de las Partes COP y Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático UNFCCC), se ha comenzado a desestabilizar.

Conclusiones

Espero que ahora esté claro que la sostenibilidad es una cuestión de justicia ambiental y que las diferentes percepciones sobre lo que es justo y equitativo para las generaciones presente y futuras dan forma a diferentes nociones de sostenibilidad.

Estas comunidades no consideraron que el acceso a los recursos ambientales, como el agua, alimentos genuinos y el aire limpio, se distribuye de manera justa entre personas de diferentes etnias, ingresos y clases.

Con respecto a esto, vale la pena recordar que una de las primeras acciones que tomó el movimiento Pantera Negra fue servir desayunos gratuitos a los niños negros antes de que fueran a la escuela en Kansas City en 1969. ¡Esto significa que la comida es un recurso ambiental que debe proporcionarse a todos por igual!

Hoy en día, el movimiento Fridays for Future (viernes por el futuro), los reportes IPCC, una pieza de legislación ambiental introducida, por ejemplo, por la Unión Europea, muestra que la justicia ambiental está descartando lentamente el antiguo enfoque de justicia social (que, para ser sincero, a veces podría ser solo percibido como «el NIMBY de las periferias«), para perseguir prioridades ecológicas más amplias.

Foto tomada en Milán durante la marcha «Viernes para el futuro» el 15 de marzo de 2019. Viernes para el futuro es un movimiento popular que organiza huelgas escolares los viernes pidiendo a los gobiernos que tomen medidas políticas para reducir las emisiones que causan el cambio climático.

Obtuvimos más información sobre los diferentes impactos de nuestras actividades en el medio ambiente. Reconocimos que los problemas ambientales están fundamentalmente enraizados en las actividades humanas.

Todas las actividades humanas, debido principalmente a los patrones actuales de desarrollo económico y la forma en que las poblaciones humanas producen, consumen y se organizan para satisfacer sus necesidades, tienen un impacto en la naturaleza.

Por lo tanto, es justo garantizar la integridad a largo plazo del medio ambiente hoy y mañana y, para hacer esto, el acceso y el uso de los recursos naturales deben estar regulados de manera equitativa.

En el próximo posteo, analizaré algunos ejemplos que ayudan a mostrar el movimiento desde el enfoque social al enfoque ecológico en Lombardia (norte de Italia) y Milán, la región y ciudad donde vivo. ¡Mantente atento!

Por A. Miranti

Salud, alimentación y biodiversidad: INSEPARABLES

Como Hipócrates, el padre de la medicina, ya en el 460 A.C. proclamó, …” Que tu medicina sea tu alimento, y el alimento tu medicina”… nuestra salud está directamente relacionada con los alimentos que consumimos!

Esto plantea la pregunta, ¿qué debemos comer para estar sanos?

La OMS (Organización Mundial de la Salud de las Naciones Unidas) enfatiza la importancia de comer frutas, vegetales y legumbres, y restringir el consumo de azúcares libres (o añadidos), grasas trans y sal.1

Es importante señalar que las dietas evolucionan con el tiempo, y están influenciadas por aspectos sociales y económicos que incluyen tradiciones culturales, creencias y preferencias individuales, el precio de los alimentos y factores ambientales.1 Por consiguiente, una dieta ideal solo se puede establecer dentro de contextos locales, lo que significa que existe una inmensa diversidad de dietas.

Cada mes de Mayo, en algunos pueblos del estado de Guerrero, México, se celebra la Fiesta de la Santa Cruz. Cada día de la fiesta, los hombres de la familia despostan animales y las mujeres preparan grandes cantidades de comida para todo el pueblo invitado a la celebración. Los olores del mole, tamales, pozole, maíz y mezcal viajan por las calles de tierra. Foto de Karla Gachet.

En los últimos años, se ha incrementado la conciencia sobre formas sostenibles de comer.  

Para la FAO (siglas en inglés de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) …”las dietas sostenibles son dietas con un bajo impacto ambiental que contribuyen a la seguridad alimentaria y nutricional y a una vida saludable para generaciones presentes y futuras. Las dietas sostenibles protegen y respetan la biodiversidad y los ecosistemas, son culturalmente aceptables, accesibles, económicamente justas y costeables; nutricionalmente adecuadas, seguras y saludables; y al mismo tiempo optimizan los recursos naturales y humanos.“…2

Así que, las dietas sustentables son dietas saludables en las cuales se toma en consideración los aspectos económicos, sociales y ambientales, ¿correcto? Una buena manera de ver la relación entre el valor nutricional de los alimentos y su impacto en el medio ambiente es el modelo de la doble pirámide alimentaria y ambiental desarrollada por BarillaCFN  (siglas en inglés del Centro Barilla de alimentación y nutrición) y adaptado a la dieta mediterránea italiana. Por ejemplo, se recomienda consumir bajas cantidades de productos de origen animal (punta de la pirámide de los alimentos) que tienen un alto impacto ambiental (base de la pirámide medio ambiental) y altas cantidades de frutas y vegetales (base de la pirámide de los alimentos) que tienen un bajo impacto en el medio ambiental (punta de la pirámide ambiental).

Por supuesto, todo esto tiene que ser considerado en el contexto local. Si vives en el norte del Canadá como lo hacen los Inuit, es posible que no puedas comer mucha frutas y verduras frescas y probablemente obtengas grandes cantidades de productos de origen animal, ¡y eso está bien! De hecho, durante siglos nos hemos adaptado a condiciones locales propias comiendo principalmente alimentos locales.

Las familias Baihua y Tega se encuentran en el río después de que la familia Tega ha cazado un mono, un cerdo salvaje y un ciervo. La comunidad Huaorani de Bameno está en el río Cononaco en el Parque Nacional Yasuní en la selva amazónica de Ecuador. La caza sigue siendo la principal forma de obtener su alimento. Foto de Karla Gachet.

Y muy importante, no todos debemos comer los mismo para estar sanos. Por ejemplo, los indígenas que viven dentro de la amazonia no necesitan trigo como fuente de carbohidratos ya que tienen la yuca, no necesitan aceite de oliva ya que tienen otras fuentes de grasas saludables (ej. sacha ichi, nuez brazileña, macambo), no necesitan comer salmón ya que tienen paiche. ¿Están de acuerdo?

Y no estamos diciendo que debamos comer estrictamente alimentos locales, pero si los preferimos regularmente, apoyamos la economía local, preservamos las tradiciones locales y protegemos los ambientes locales.

Un artículo muy interesante presentado en la revista National Geographic muestra la evolución de las dietas y cuán similares o diversas son en diferentes países. Realmente vale la pena verlo.

De acuerdo con la FAO las dietas que son saludables y sustentables tienen las siguientes características:2

  • diversas (una amplia variedad de alimentos)
  • adecuado balance entre la ingesta de energía y las necesidades energéticas (o comer lo que el cuerpo necesita)
  • a base de tubérculos y granos integrales mínimamente procesados; legumbres; frutas y vegetales – particularmente aquellos “robustos (o menos propensos al deterioro) y que no necesiten transporte rápido y demanden energía. La carne, si se consume, comerla en cantidades moderadas – y todas las partes del animal
  • consumo en moderación de productos lácteos o alternativos (ej. sustitutos de leche fortificados y otros alimentos ricos en calcio y micronutrientes)
  • semillas y nueces sin sal
  • pequeñas cantidades de pescado y productos acuáticos procedentes de pesca certificada
  • consumo muy limitado de alimentos con alto contenido de grasa, azúcar o sal y bajo contenido de micronutrientes (ej. papas fritas, confitería, bebidas azucaradas)
  • aceites y grasas con una proporción de omega 3-6 beneficiosa como la colza, el aceite de oliva, el aceite de aguacate (y otros)
  • agua en preferencia a otras bebidas.

De hecho, estas características pueden ser adaptadas a todas las dietas, ¿están de acuerdo?

Pan y queso caseros acompañados de una ensalada de hojas verdes y habas. Se hizo el pan con las sobras de suero de la preparación de queso.

Pero pensemos por un momento, antes de la industrialización y la globalización, ¿estas características no eran seguidas por la mayoría de las culturas?

Talvez es sabio mirar atrás y retomar algunos hábitos alimentarios practicados por generaciones pasadas.

Un ejemplo práctico de un plato saludable y sostenible se ha presentado recientemente en el estudio de la Comisión EAT-Lancet.3 ¡Vale la pena verlo!

¿Por qué es tan importante la diversidad?

La diversidad de las dietas no es solo la clave para proteger la pérdida de biodiversidad (i.e. diversidad genética, de especies y ecológica4) y la degradación del medio ambiente sino también para preservar el conocimiento cultural alimentario de la humanidad.

Tengamos en cuenta que diversas variedades, cultivos y razas de los mismo alimentos tienen un contenido de nutrientes diverso.4

Desde los inicios de la agricultura (hace aprox. 12000 años), nos hemos enfrentado a una dramática perdida de especies de plantas y animales usados por los humanos como alimento. Por ejemplo en Tailandia, de las 16000 variedades de arroz cultivadas tradicionalmente, hoy en día solo se cultivan 37.4

No todos deberíamos estar comiendo las mismas cosas. ¡Las tradiciones locales necesitan ser preservadas por nuestra salud y por la salud de nuestro planeta!

La comunidad Huaorani de Noneno está ubicada a lo largo del río Shiripuno en la selva amazónica de Ecuador. Muchas de las comunidades se han alejado de la caza y han adoptado formas más modernas de alimentación, como arroz con atún enlatado y pasta. Foto de Karla Gachet.

Recientemente, un estudio científico ha cuantificado la masa de vida en la tierra (biomasa) y ha demostrado que dentro del reino animal (0,4% de toda la biomasa), hay muchos más humanos que animales salvajes y que hay aproximadamente un 40% más de ganado que los humanos.5 ¡Qué locura!

Biomasa calculada en gigatoneladas de Carbono (Gt C) :
1 Gt = 1000000000000 kg
Fuente: PNAS, 2018. Nar-On, Y.M., et al. The biomass distribution on Earth.

De acuerdo con la FAO, los países, las comunidades y las culturas que mantienen sus sistemas tradicionales de alimentación nos solo conservan sus especialidades culinarias locales con la  correspondiente diversidad de cultivos y razas animales, sino también son menos propensas a sufrir enfermedades relacionadas con la dieta.4

En lo alto de los Andes del Perú, una comunidad se reúne para juntar las vicuñas salvajes, marcarlas y vacunarlas. Las mujeres se encargan de alimentar a todos, traen ollas enormes y recogen leña para cocinar. Sirvieron papas cocidas y pasta. Foto de Karla Gachet.

Biodiversity International está realizando un trabajo científico maravilloso para salvaguardar la diversidad agrícola y arbórea y alcanzar la seguridad alimentaria y nutricional global. Una publicación reciente muestra que alrededor del mundo aún existe una gran diversidad de especies vegetales cultivadas (1097), algunas de las cuales podrían ser difundidas ampliamente, y otras podrían cumplir roles importante en nutrición dentro de un contexto local.6

En varios libros que se pueden ver online, se presenta el bellísimo estudio social fotográfico realizado por Peter Menzel y Faith D’Aluisio donde se muestran fotos e información relacionada con los hábitos alimenticios y tradiciones de personas alrededor del mundo. ¡De verdad vale la pena verlos!

¿Por qué estamos perdiendo el patrimonio alimentario tradicional?

”La globalización, el desarrollo industrial, el aumento de la población y la urbanización han cambiando los patrones de producción y consumo afectando profundamente los ecosistemas y las dietas humanas”4

Por diversas razones, el mercado global requiere el rendimiento alto de algunos alimentos para ser comercializados alrededor del mundo a un precio bajo. Esta necesidad ha incentivado la agricultura intensiva y la siembra de grandes áreas de monocultivos y ganado. La abundancia de estos alimentos globales “baratos” (más barato que los alimentos producidos localmente) ha simplificado las dietas y han destruido el ecosistema (uso intensivo de fertilizantes, pesticidas, antibióticos, la deforestación, etc.). Hablaremos más de este tema ¡así que manténganse al tanto!

Escena en una carnicería en Limones, una isla de la costa de Ecuador en la provincia de Esmeraldas. El carnicero se levanta antes del amanecer y mata a un cerdo. Venderán todas las parte del animal. Foto de Karla Gachet.

En los proyectos fotográficos de George Steinmetz: Feeding-9-billion, 21st-century-agriculture and Europes-food-revolution se muestran fotos muy impactantes de la agricultura intensiva. ¡Vale la pena verlas!

Además, para entender mejor nuestro sistema alimentario actual, mira el video de YouTube creado por Denis van Waerebeke (disponible en inglés con subtítulos en varias lenguas) donde se explica quiénes son los actores globales, las dinámicas, los problemas y las desigualdades que afectan la producción de los alimentos y qué podemos hacer nosotros para ser parte de la solución. ¡Vale la pena verlo!

La simplificación de las dietas, la disminución del consumo de alimentos locales y el poco tiempo/interés que invertimos en nuestra comida (cultivación, selección, preparación) están relacionados con el aumento de la incidencia de enfermedades crónicas (nutricionalmente pobres o energéticamente ricas).

¡Los malos hábitos alimenticios y las dietas poco saludables son la causa de muchos problemas de nutrición hoy en día!

Curiosamente, antes de todo el conocimiento científico y nutricional de los alimentos (principalmente sobre nutrientes individuales), la cultura mediaba la relación entre las personas y la naturaleza, y por consiguiente, con los alimentos. La industria en su afán de vender más ha debilitado la autoridad de las formas tradicionales de alimentación, impactando en cómo comemos y causando un daño grave en la salud humana.

La salud como un problema de salud pública

Hoy en día, 815 millones de personas están desnutridas7 mientas 1.9 billones tienen sobrepeso y de estos 650 millones son obesos.8 Alrededor de la mitad de la población mundial está alimentada inadecuadamente (hambre, deficiencias de micronutrientes y sobrepeso/obesidad).9

Los niños desayunan en un preescolar en la comunidad Kichwa de San Pedro Sumino en lo profundo de la selva amazónica en la provincia de Napo, Ecuador. Solía haber un programa de desayuno para combatir la desnutrición en Ecuador que luego se detuvo por falta de fondos. Foto de Karla Gachet.

Si lo pensamos, estos problemas de nutrición pandémicos son una consecuencia directa del desperdicio de los alimentos (vínculo con el posteo 3). No solo nuestro sistema alimentario desperdicia 1.3 billones de toneladas al año10 (aprox. 1/3 de los alimentos que se producen), sino que desperdiciamos alimentos cuando comemos más de lo que necesitamos.

¡Desperdiciar alimentos significa no consumirlos y consumirlos en exceso!

Pero pensemos por un momento, parece que nuestro sistema alimentario está diseñado para desperdiciar, ¡necesitamos cambiar esto! Necesitamos producir respetando nuestro planeta (también usando tecnología avanzada) y la gente trabajando para preservarlo (ej. agricultores agroecológicos, pescadores sustentables). 

Probablemente, los cambios no ocurrirán en un abrir y cerrar de ojos pero si comenzamos en casa (prestando atención en qué compramos, a quién, a qué precio, alimentos de temporada, locales, y solo lo que vamos a consumir y apoyando el trabajo de agricultores que producen cuidando el ecosistema (en casa o en el extranjero) y políticos dispuestos a tomar medidas en su favor) y hablamos al respecto, pronto seremos más hasta convertirnos en la mayoría. Entonces, la industria que quiere vender, venderá lo que nosotros queremos.

Las cosas pueden cambiar si de verdad queremos que cambien. Nosotros, como individuos, podemos hacer la diferencia, ¡ya lo estamos haciendo!

Pero para cambiar necesitamos informarnos y entender cómo funcionan las cosa y que es bueno para nuestra salud, lo que no está desconectado de lo que es bueno para nuestra sociedad y nuestro planeta.

Dietas saludables

Una dieta saludable es una dieta que debe satisfacer las necesidades energéticas (proteínas, grasas, carbohidratos) y nutrientes esenciales (vitaminas y minerales) a través de los alimentos para obtener y mantener buena salud y óptima función fisiológica.11

Es importante destacar que nuestro cuerpo necesita energía (requerimiento energético) para una serie de funciones que son esenciales para la vida o metabolismo basal (ej. latido cardiaco, respiración, actividad cerebral, función y reemplazo celular; síntesis, secreción y metabolismo de enzimas y hormonas, o todo lo que nuestros inteligentes cuerpos hacen por su cuenta), para  procesar alimentos y para realizar actividad física.

Además, en algunas etapas de nuestras vidas necesitamos más energía, para permitir el crecimiento y el desarrollo durante la infancia, la formación de tejidos durante el embarazo y la secreción de leche durante la lactancia.11

Así que, todos los días y dependiendo de las necesidades de nuestro cuerpo (edad, sexo, composición corporal, metabolismo y actividad física), necesitamos alcanzar un balance energético. Esto sucede cuando el consumo de energía en la dieta (lo que comemos) es igual al gasto total de energía (lo que el cuerpo consume).11

La malnutrición ocurre cuando a largo plazo, el equilibrio energético no se alcanza (ya sea demasiado o muy poco) y/o hay una deficiencia de nutrientes.

Fuentes de energía

Las grasas y los carbohidratos son las principales fuentes de energía de la dieta, aunque las proteínas también proporcionan una cantidad importante de energía, especialmente cuando la ingesta total de energía en la dieta es limitada.11

Fausta nos enseña a preparar «pisarei» (ñoquis hechos con pan viejo). «Pisarei e fasoi» (pisarei con frijoles) es una receta tradicional en el norte de Italia. En Italia, antes del auge económico, la comida no se desperdiciaba.

Las recomendaciones energéticas actuales para una dieta saludable sugieren que una distribución de proteínas, grasas y carbohidratos este en un rango de 15, 29 y 55 por ciento diario (factor de conversión de 4, 9 y 4 kilocalorías por gramo (kcal/g) para proteínas, grasas y carbohidratos).12 Lo que significa que, si un adulto consume 2000 kcal/día como comúnmente se recomienda, la ingesta de energía debe dividirse en 300 kcal provenientes de las proteínas, 580 kcal de las grasas y 1100 kcal de los carbohidratos (o 75 g, 64 g y 275 g) diariamente.

Además, la fibra dietética (requerimiento diario de aprox. 2%)10 es muy importante para una dieta saludable ya que interactúa con el microbioma intestinal manteniendo y mejorando la microbiota. En los últimos años, ha aumentado la conciencia acerca de la importancia de la microbiota humana (microorganismo dentro de nuestro cuerpo). Hablaremos más sobre este tema. ¡Mantente atento!

¡Necesitamos alimentos de calidad y diversos que proporcionen la energía, las vitaminas y los minerales necesarios para vivir de manera saludable!

Vale la pena señalar que los valores recomendados como requisitos energéticos diarios se utilizan a manera de conversión y conveniencia, que representan un promedio de las necesidades energéticas durante cierto periodo de tiempo y que existe una gran variación entre individuos.11  Así que si consideramos el valor promedio de energía para todos (ej. 2000 kcal), algunas personas podrían estar comiendo demasiado o muy poco.

Es posible calcular requisitos individuales de energía12, pronto haremos un ejercicio para compartirlo con ustedes. ¡no se lo pierda!

La mejor dieta

Existe malentendidos acerca de los componentes exactos de una dieta saludable, y muchas dietas consideradas como saludables.

Hermanas menonitas de la comunidad de Santa Rita en Santa Cruz, Bolivia, hacen una gran cantidad de empanadas para toda la familia. La familia también tiene una fábrica de quesos, miembros de la comunidad les venden su leche y ellos hacen el queso y lo distribuyen en la ciudad de Santa Cruz. Foto de Karla Gachet. La historia completa se puede encontrar aquí

La confusión probablemente se debe a que la información científica disponible es ambigua. Muchos estudios se han basado solamente en nutrientes individuales (ej. grasas, carbohidratos), otros han sido financiados por compañías comprometiendo la veracidad de las conclusiones, y gran cantidad de conocimiento se ha difundido sin entender realmente los beneficios a largo plazo.    

Para clarificar estos malentendidos, sería útil si los estudios científicos se centraran en los nutrientes en el contexto de los alimentos, los alimentos en el contexto de la dieta y la dieta en el contexto del estilo de vida.

¡El sentido común sobre la dieta no es aún algo común!

Afortunadamente, parece que la mayoría de las dietas conocidas tienen mucho en común. Este es el resultado de la Iniciativa Salud Verdadera (True Health Initiative), una comunidad global con más de 400 expertos reconocidos a nivel mundial. La iniciativa evalúa la información científica y difunde evidencia fundamental y verdades basadas en consensos sobre el estilo de vida como medicina.

¿Que recomiendan las dietas más reconocidas? 

…”Comer alimentos (alimentos reales). No demasiado. En su mayoría plantas”… Y beber principalmente agua con ellos!13

Básicamente, la mayoría de dietas recomiendan comidas ricas en vegetales, frutas, frijoles, lentejas, nueces, granos integrales, semillas con o sin otros elementos como lácteos, huevos, carne (consumidas en porciones pequeñas) y que prevalga la calidad sobre la cantidad.

Parece simple,  ¿no? Pero, ¿qué son los alimentos reales?

Los alimentos verdaderos hacen referencia a alimentos que crecen en la naturaleza (frutas, vegetales, granos, semillas, nueces, etc.), mínimamente procesados (transformados/conservados de manera tradicional (ej. pan, queso, yogurt) o innovadora (ej. al vacío); menos aditivos, mejor y mucho mejor si todos ellos son naturales), sustentables (producidos en un suelo saludable usando agua limpia, respetando el medio ambiente y la biodiversidad) y producidos éticamente (hacia los humanos y los animales).

La producción de alimentos verdaderos trata con respeto al medio ambiente, las plantas, los animales y las personas evitando la intensificación (que requiere el uso de  fertilizantes químicos, pesticidas y antibióticos) y la explotación.

Sin embargo, este no es el modo que se producen la mayoría de los alimentos. El costo de estos alimentos es barato para los consumidores pero es muy alto para los agricultores y el medio ambiente, destruye nuestra sociedad, nuestro planeta y nuestra salud porque ¡al final todo está conectado!

Si consumimos alimentos verdaderos no solo apoyamos un modo saludable de comer sino que construimos una sociedad que comparte valores de respeto a la naturaleza y los seres humanos.

En el posteo 2 hablamos sobre los alimentos como un bien y la connotación ambiental de su producción. Sin embargo, los alimentos son mucho más que eso, una vez que están listos y se colocan en la mesa, nos conectan, portan emoción y alegría a nuestra vida y, al mismo tiempo, nos nutren.

La casa de Abdon Peranchiguay en la isla de Teuquelín, Chile, se llenó de familia el día del aniversario de la muerte de su madre. Prepararon una fiesta para los invitados que vinieron a rezar. Cocinaron con un método llamado curanto, en el que entierran rocas en llamas en el suelo. Esta tradición proviene de los mapuches, uno de los grupos indígenas de Chile. Las únicas personas que viven en Teuquelin son de la familia Peranchiguay, que llegó hace unos 200 años. Foto de Karla Gachet.

¡La comida está hecha para disfrutarla! El placer es bueno para nuestra salud. Si lo pensamos, las personas que se divierten tienden a ser más sanas.

La medicina como estilo de vida

Hoy en día, existe un consenso general que la salud debe ser afrontada de una manera holística. Lo que significa que la comida es muy importante para la salud, pero no menos que la actividad física, el sueño, la felicidad, los bajos niveles de estrés y las buenas interacciones sociales. El estilo de vida no es solo importante para la prevención de enfermedades sino también mejora el resultado de muchas enfermedades.

En este sentido y señalando la importancia de las dietas saludables, echen un vistazo al video de YouTube What is the best diet? (en español ¿Cuál es la mejor dieta?) del Dr. Mike Evans del Laboratorio Replantear la Salud Reframe Health Lab. ¡En esta página web se muestran muchos videos que realmente valen la pena ver!

Conclusiones

Muchos factores influencian nuestra salud y uno muy importante es preocuparnos sobre lo que comemos. ¡Es importante comer en una manera sostenible, prefiriendo calidad sobre cantidad, pensando en nuestra salud y la de nuestro planeta, respetando a todos los seres vivientes y salvaguardando las tradiciones culinarias locales y la biodiversidad!

Recordemos que los cambios en el sistema alimentario pueden venir ya sea desde arriba (ej. trabajo relacionado con la política, activismo) o desde abajo (ej. demanda de alimentos, educación en salud, capacidad para leer etiquetas)

¡La industria produce lo que los consumidores quieren! Así que, nosotros, los consumidores, podemos cambiar las cosas si de verdad lo queremos!

Podemos comenzar activamente preocupándonos de lo que comemos. Preparemos nuestra propia comida. ¡Empecemos a cocinar!!

Por M. S. Gachet

REFERENCIAS:
1 WHO. Healthy diet.
2 FAO, 2016. Plates, pyramids, planet.
3 EAT-Lancet Commission, 2019. Food, Planet, Health. Healthy Diets From Sustainable Food Systems.
4 FAO. Biodiversity and Nutrition a common path.  
5 PNAS, 2018. Nar-On, Y.M., et al. The biomass distribution on Earth.
6 Biodiversity International, 2018. Meldrum, G. et al. Issues and Prospects for the Sustainable Use and Conservation of Cultivated Vegetable Diversity for More Nutrition-Sensitive Agriculture.
7 UN. Nutrición.
8 FAO. Obesidad y Sobrepeso.
9 FAO, 2019. The State of Food Security and Nutrition in the World.
10 FAO, 2013. Food Wastage Footprint. Impact on Natural Resources.
11 FAO/WHO/UNU, 2001. Human energy requirements. Report of a Joint FAO/WHO/UNU Expert Consultation.
12 FAO, 2003. FAO Food and Nutrition Paper 77: Food energy – methods of analysis and conversion factors. Chapter 3: Calculation of the Energy Content of Foods – Energy Conversion Factors. 
13 Pollan, M. New York Times. January 28, 2007. Unhappy Meals.

El tan importante suelo

En el posteo 2, vimos que para producir alimentos necesitamos energía, suelo, agua y biodiversidad. ¡Ahora, hablaremos del suelo!

El suelo es un recurso natural muy complejo. Contiene todos los elementos químicos existentes y al mismo tiempo combina los estados sólido, líquido y gaseoso. El suelo es también uno de los hábitats con mayor biodiversidad en la tierra.1

El Parque Segantini en Milán-Italia, es un parque proyectado y creado por ciudadanos junto con la administración municipal. Dentro del parque los ciudadanos cuidan de 3000 metros cuadrados de huertos y 15000 metros cuadrados de un área reforestada.

Pero, ¿de qué está hecho el suelo?

Los suelos son muy diversos alrededor del planeta. Se diferencian de acuerdo a sus propiedades físicas, químicas y biológicas.1 Hay toda una ciencia detrás del suelo y es muy interesante, especialmente si estás pensando en hacer tu propio jardín.

A continuación algunos conceptos básicos:   

El suelo está hecho de partículas minerales (originadas por la degradación de las rocas), partículas orgánicas (originadas por la degradación de la materia orgánica (plantas y residuos animales)) y biota (organismos vivos).2

Las partículas del suelo dejan pequeños espacios entre ellas (poros) que pueden llenarse de aire y/o agua. La cantidad de agua (y como consecuencia la cantidad de aire) retenida por el suelo (infiltración) es importante para el crecimiento de la planta.2 

Los organismos vivos que se mueven en el suelo ayudan a airear el suelo favoreciendo las condiciones de crecimiento de las plantas.2

El suelo es el hogar de una enorme biodiversidad (plantas, macrofauna (ej. hormigas, termitas, lombrices de tierra), mesofauna (ácaros, colémbolos), microfauna (protozoos, nematodos), y microflora (bacterias, hongos), de los cuales se conoce poco (con la excepción de las plantas donde aprox. 90% de especies son conocidas).3

La biodiversidad juega a largo plazo un papel crítico en el mantenimiento de la salud del suelo y en la provisión de servicios ambientales relacionados con en el mismo (ver abajo).3

El suelo y la agricultura

Las propiedades físicas y químicas del suelo (ver la figura superior) junto con factores que influencias su formación (CLORRPT: clima, organismos, relajación, material precursor (o parental) y tiempo) son en gran parte responsables de la fertilidad del suelo y, en consecuencia, de la productividad agrícola.3

Para mejorar la fertilidad del suelo, se utilizan insumos agrícolas externos, como fertilizantes y pesticidas.

Sin embargo, el rendimiento de los cultivos disminuye después de varios años de uso intensivo del suelo, a pesar de la aplicación creciente de estos insumos agrícolas.3

La estrategia de aumentar la fertilidad del suelo adicionando minerales agotados y controlando las plagas, ¡obviamente no es la mejor solución!

En Santo Domingo de los Colorados, Ecuador, las empresas medianas y grandes producen frutas tropicales como las papayas para los mercados locales e internacionales. La mayoría son monocultivos. Representan una fuente de ingresos y alimentos para las familias de la zona. Foto de Karla Gachet.

Se hizo necesario pensar en la calidad del suelo.

La calidad del suelo considera la importancia de suelo como un sistema vivo, con un rol más amplio que incluye no solo la productividad biológica sino también la calidad ambiental (los impactos en la calidad del aire y del agua) y los efectos en la salud de las plantas y los animales.3

En años recientes, la discusión sobre el desarrollo sustentable se ha incrementado y han surgido los paradigmas de “salud del suelo” y “seguridad del suelo”.3

De acuerdo con la FAO (las siglas en inglés de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), un suelo saludable tiene la capacidad continua de funcionar como sistema de vida trascendental, dentro de los límites del ecosistema y del uso de la tierra, para mantener la productividad biológica y promover la calidad del aire y el agua, y mantener la salud de las plantas, los animales y los seres humamos.1

Para un sistema de producción sostenible y resistente, es esencial mantener los nutrientes del suelo. Sin embargo, las reservas de nutrientes del suelo están vinculadas a las funciones del ecosistema a través de la biota (organismos vivos).3

Los organismos vivos se adaptan al cambio ambiental a través de la selección natural (mientras que los componentes físicos y químicos no) por lo tanto, juegan un papel central en la productividad sostenible y la provisión de otros servicios ambientales (ver abajo).3

Resulta difícil pensar que la práctica convencional de añadir nutrientes faltantes (ej. nitrógeno, fósforo, potasio) se pueda aplicar a los organismos vivos.

Hay tantos organismos vivos en un suelo saludable y probablemente muchos de ellos son endémicos de un ecosistema específico que ¡sería muy difícil de lograr!

Bueno, y entonces, ¿qué hacemos?

Es más eficiente dejar que el ecosistema se preocupe de la vida dentro del suelo y nosotros nos ocupamos por la conservación del ecosistema.

Dos hombres de la comunidad de Boanamo, Yasuní, Ecuador, salen a cazar cerdos salvajes y monos cerca de su hogar. Todavía usan pistolas con dardos envenenados con Curare, todos los cuales se hacen ellos mismos. Desafortunadamente, con la introducción de los rifles, cazan y venden carne de animales en el mercado negro. Foto de Karla Gachet. La historia completa se puede encontrar aquí

Un suelo más saludable

La seguridad del suelo es un concepto amplio, multidimensional e integrador que se ocupa de aspectos relacionado con la sostenibilidad ambiental global, como el mantenimiento y la mejora de los recursos mundiales del suelo para producir alimentos, fibra y agua dulce, contribuye a la sostenibilidad energética y climática y mantiene la biodiversidad y la protección general del ecosistema.3

Para aclarar las interacciones entre la agroecología y un suelo saludable, usemos el ejemplo de la agrosilvicultura.

La agrosilvicultura es un sistema agrícola en el que crecen árboles y arbustos alrededor de cultivos o pastizales.

Estudios realizados mayormente en África (en sistemas agroforestales tropicales de cultivo de maíz) han mostrado que la abundancia de la biota del suelo (el número de organismos vivos) es alta en cultivos con árboles que en los que no los tienen. Además, la actividad biológica (ej. la actividad de las lombrices de tierra) se incrementa cerca de árboles que producen grandes cantidades de biomasa de descomposición rápida que es rica en nutrientes (ej. nitrógeno).3

Los beneficios de las sinergias de los agroecosistemas, como los generados por la interacción entre árboles-cultivos-suelo-ganado, son la reducción de las compensaciones externas (ej. fertilizantes, pesticidas). Alternativas adicionales para reducir las compensaciones que favorecen las sinergias ecológicas incluyen rotación de cultivos, cultivos intercalados y poda de árboles para reducir la competencia por la luz solar que al mismo tiempo genera biomasa para cubrir la superficie del suelo ayudando a conservar el suelo, el agua, mejorar la fertilidad y controlar la erosión.3

Blanca Ashanga cosecha maíz en un campo en la comunidad quichua de San Pedro Sumino, Napo, Ecuador. Toda la comunidad trabaja en lo que llaman una ‘Minga’ donde todos contribuyen y cosechan para la comunidad. El producto de la venta del maíz se utilizará para servicios en la comunidad. Foto de Karla Gachet.

¡Vivir en simbiosis con la naturaleza es un reto posible! ¡Pequeños agricultores innovadores en todo el mundo ya lo están haciendo!3

Ahora, queda claro que un suelo sano no solo se encarga de la producción de alimentos, y es el hogar de una exuberante biodiversidad sino también, provee servicios ambientales. Pero, ¿qué son exactamente estos servicios? 

Servicios ambientales proporcionados por el suelo

Los servicios ambientales proporcionados por el suelo son procesos que el suelo provee (ej. captura y ciclo de nutrientes) que suministran un servicio al ecosistema (ej. producción de alimentos).

Existen dos tipos de servicios: agrícola y no agrícola. El siguiente cuadro de texto los explica:

Un suelo saludable sostiene la vida, protege el suelo, limpia el aire, conserva la biodiversidad y mantiene, almacena y suministra el agua. Pero no solo esto, como también vimos en la publicación anterior, el suelo tiene el potencial de secuestrar CO2 de la atmósfera y mitigar el cambio climático mediante la conservación del bosque y mientras se produce nuestra comida a través de la agroecología.

En el posteo 4, también hablamos del óxido de nitrógeno (N2O), un importante gas de efecto invernadero (GEI), ¿lo recuerdan? Bueno, ¡la producción de N2O también está conectada con la agricultura y el suelo! Veamos cómo.

El nitrógeno y el suelo

El nitrógeno (N) es crítico para el crecimiento de las plantas.4 Pero incluso si hay una gran cantidad de N en el aire, no puede ser absorbida directamente por las plantas. Necesita ser transformado a través de los procesos biológicos (ej. bacterianos) de mineralización, nitrificación, inmovilización y desnitrificación.2 Al final del ciclo, el N retorna a la atmósfera.4 Es importante destacar que existen ciertas bacterias capaces de fijar N directamente de la atmósfera formando sustancias orgánica que contienen N, las cuales pueden ser usadas por las plantas.1 La siguiente figura muestra el ciclo del nitrógeno:

Es importante notar que solo se puede almacenar una determinada cantidad de nitrógeno en el suelo. El exceso (causado por la adición de fertilizantes que contienen nitrógeno) se pierde en la atmósfera, se escurre o se filtra dando como resultado la contaminación del aire, las aguas superficiales y las aguas subterráneas.4 Así es como la agricultura, debido a una excesiva cantidad de fertilizantes nitrogenados, produce N2O, un poderoso GEI.

¡Esto es económicamente insostenible! Sin embargo, si comprendemos las necesidades y la dinámica de un suelo saludable, podemos hacer que estos procesos sean más eficientes, evitar la degradación del suelo (es decir, la eliminación de nutrientes y la erosión) y reducir las emisiones de GEI.

El desafío del cambio climático, la seguridad del suelo y la seguridad alimentaria requiere de una agricultura más productiva y resiliente con una mejor gestión de los recursos naturales. ¡Requiere de agroecología!

La iniciativa internacional 4 per 1000 (4 por mil) quiere demostrar que la agricultura y especialmente los suelos agrícolas juegan un papel crucial para lograr la seguridad alimentaria y revertir el cambio climático (posteo 4). ¡De verdad, vale la pena considerarlos!

Agroecología

La agroecología, “ecología del sistema alimentario”, es una ciencia, un movimiento global para la seguridad alimentaria y también una práctica agrícola. Es un concepto que también se conoce como permacultura, agricultura orgánica, eco-agricultura, agricultura de conservación y cultivo mínimo o sin labranza.  

Su objetivo principal es transformar los sistemas alimentarios hacia la sostenibilidad, apoyando el equilibrio entre la estabilidad ecológica, la viabilidad económica y la justicia social.3

Pero, ¿qué hay de malo con la agricultura convencional además de su relación insostenible con un suelo saludable del que acabamos de hablar?

Bueno, la agricultura convencional enfatiza demasiado los altos rendimientos de la cosecha (producción de monocultivo) y beneficios a corto plazo, que resultan en ganancias económicas notables para algunos, a costa de la degradación ecológica (ej. erosión del suelo, pérdida de agrodiversidad, brote de plagas) y efectos sociales (ej. pobreza, desnutrición, dependencia, pérdida de diversidad de medios de subsistencia).3

Afortunadamente, estos problemas se pueden afrontar con la agroecología. ¡La agroecología es una estrategia holística para producir alimentos con un enfoque ecológico, económico y socialmente sostenible!

Aunque hay algunas pautas generales asociadas a ciertos sistemas, regiones y grupos de suelos, la agroecología requiere ajustes específicos para satisfacer las necesidades de los agricultores y adaptarse a los parámetros climáticos, edáficos (suelo) y biológicos del contexto local.3

Entonces, el suelo es central para la agricultura y, por lo tanto, la agricultura sostenible depende esencialmente de la salud del suelo.3

Pero, la agricultura no es un proceso natural. Los seres humanos han domesticado la naturaleza y alteran los procesos naturales del suelo para producir alimentos. ¿Cómo puede ser sostenible? Bueno, la clave está en usar el ecosistema en favor de la agricultura y la agricultura para proteger el ecosistema. El siguiente ejemplos muestran cuatro aspectos importantes de la agroecología y las prácticas agroecológicas:3

Fuente: http://www.fao.org/3/a-i4729e.pdf
Illustración: @salvaranic

Los casos anteriores son solo algunos ejemplos del alcance de la agroecología y demuestran que ¡es posible alimentar a la población mundial con alimentos orgánicos, que son buenos, saludables y justos!

Esto se puede lograr utilizando prácticas innovadoras e inteligentes provenientes de pequeños agricultores que han adaptado la agricultura al ecosistema.

¡Apoyemos a los agricultores que practican la agroecología!

Con respecto a esto, existe una organización muy buena, A growing culture (una cultura en crecimiento), que aboga por las innovaciones agroecológicas procedentes de los agricultores. ¡Realmente merece la pena echarle un vistazo!

¿Aún no estás convencido de por qué es muy importante apoyar a los agricultores?

Por favor, presta atención a la siguiente figura que muestra los patrones de urbanización de la población en el mundo:

Es evidente que cada vez más personas se trasladan del campo a las ciudades y no hay nada de malo en eso, ¿verdad? Pero si la razón principal es escapar de la pobreza y lograr una “mejor vida”, entonces, algo en nuestra sociedad está realmente mal…

¿Sabías que de las aprox. 770 millones de personas que viven en la pobreza extrema (o el 11% de población que vive con menos de 1,90 dólares estadounidenses por día) el 80% vive en zonas rurales y son en su mayoría agricultores (dos tercios)?5

¡Los alimentos son indispensables para vivir! ¡Lo cual hace incomprensible que las personas que producen este bien tan esencial se encuentren entre las más pobres! Y no es de extrañar que solo unos pocos jóvenes estén interesados en convertirse en agricultores.

¿Cómo los agricultores pueden estar motivados para producir alimentos de buena calidad si no pagamos un precio justo?

Es importante señalar que los precios no solo incluyen el costo de la producción de alimentos, sino también otros factores no contenidos en el precio de los alimentos convencionales (ej. protección ambiental, normas que contemplen el bienestar animal, prevención de riesgos para la salud de los agricultores, desarrollo rural).

Necesitamos apoyar a los agricultores, especialmente a los productores agroecológicos, para que sigan alimentando al mundo con alimentos buenos, deliciosos, saludables y justos, ¡con verdadera comida!

Pero, ¿quiénes son estos agricultores?

En todo el mundo, hay más de 570 millones de granjas, de las cuales más de 475 millones son más pequeñas que 2 hectáreas (alrededor del 84% trabajan el 12% de las tierras agrícolas del mundo) y más de 500 millones son granjas familiares (alrededor del 90% trabaja aprox. el 75% de la tierra de cultivo).

Las granjas familiares se distribuyen de manera constante en casi todos los países del mundo y, por lo tanto, es probable que sean responsables de la mayoría de la producción alimentaria y agrícola del mundo.6

Además, en los países de bajos ingresos, las granjas pequeñas operan más tierras de cultivo que las pequeñas granjas en los países de mayores ingresos.6

Bueno, ahora sabemos más acerca de quién está produciendo nuestros alimentos pero ¿cómo los apoyamos?

Probablemente, la única forma de realmente hacerlo es descubrir quién es nuestro agricultor. Las tiendas tienen la obligación de informar y, si no pueden hacerlo o tu no confías en la información obtenida, puede ser un buen momento para cambiar de proveedor.

Productores de cacao en África. El cacao es el ingrediente principal del chocolate. El precio de mercado del cacao no está determinado por los países que lo producen. Este precio no siempre valora el costo económico, social y ambiental de producción.

Pero, podría pensar que las llamadas tiendas biológicas que venden alimentos orgánicos son demasiado caras y los productos no son asequibles… Y probablemente tienes razón, un nuevo sistema económico ahora usa mucho la palabra orgánico y etiqueta los alimentos con muchos certificados.

Y sí, estamos de acuerdo que los productos orgánicos son limitados , normalmente tienen mayores costos de producción y logística debido a que se producen menores cantidades (ej: transporte, comercialización, distribución) y los agricultores necesitan pagar para ser “certificados orgánicos”.7

¿Cuándo se volvió normal que la comida necesita ser certificada como orgánica? ¿La comida no es orgánica por definición? ¿los alimentos que utilizan insumos químicos, no deberían etiquetarse como “producidos con insumos químicos”? ¡Nuestro sistema alimentario está al revés!

En realidad, hay muchos sistemas agrícolas que cumplen completamente los requisitos de la agricultura orgánica que no están certificados como orgánicos. Especialmente en países en vías de desarrollo, estos productos se venden localmente (ej. mercados comunales) directamente al consumidor que se beneficia de conocer el origen de los alimentos a precio de mercado.7 ¡Apoyemos su trabajo!

Pero, ¿qué significa la «etiqueta orgánica»? Los alimentos etiquetados como orgánicos certifican que el producto no contiene fertilizantes sintéticos, pesticidas, hormonas y antibióticos, ¿verdad? Sin embargo, ¿no debería importarnos qué hay dentro de nuestra comida y de dónde viene? ¡Puede ser la única forma de comenzar a vivir de un modo sustentable!

Para lograr una transformación en el sistema alimentario, se necesitan cambios desde la producción hasta la mesa, de aquellos que cultivan los alimentos, a quienes los consumen y de todos aquellos que se mueven en el medio!3

Algunos proyectos realmente sobresalientes que están haciendo la diferencia usando principios agroecológios son:

Nagenahiru es una fundación en Siri Lanka que se enfoca en la capacitación de comunidades rurales desaventajadas afrontando necesidades locales a través de actividades económicamente viales, culturalmente posibles, socialmente justas y ecológicamente sustentables. ¡Están logrando cosas increíbles!

En Perú, Eca-Amarakaeri es una Reserva Comunal y Natural co-gestionada por 10 comunidades indígenas y representantes del estado peruano, cubriendo un área de más de 400.000 hectáreas de bosque. El financiamiento viene de la recolección sostenible de la nuez de Brasil que genera un ingreso estable evitando la tala ilegal, la minería y otras actividades que amenazan la selva amazónica.

En el sur de España, Veta la Palma es una finca dentro del Parque Nacional Doñana que ha logrado una intervención integrada de humedales artificiales para la piscicultura (29% de la tierra), las prácticas agroecologías de cultivación de arroz y de forrajeo para la crianza de ganado y equinos (29% de la tierra) con la preservación del ecosistema (42% de la tierra), generando nuevas actividades económicas basadas en los principios de la sostenibilidad.

Las Cañadas localizada en una de las últimas islas del bosque nublado de Veracruz en México es una finca agroecológica sostenible y también una empresa verde que comparte conocimientos a través de cursos, semillas, plantas y libros ayudando así a otros a implementar soluciones prácticas e integradas para vivir de una forma más sostenible.

Si podemos, apoyemos a estos o a proyectos similares, por suerte ¡hay muchos! 

Pero probablemente, una de las mejores formas de comenzar es simple y puede hacerse en casa, dentro de nuestra comunidad: ¡hagamos un jardín orgánico! Hay muchos beneficios en la creación de jardines en las ciudades (jardinería urbana):8

  • Económicamente, ayudan a hogares de bajos recursos para el consumo y el exceso para la venta (generación de ingresos). Adicionalmente, brindan oportunidades de empleo. 
  • Socialmente, pueden generar un sentimiento de comunidad y promover conexiones rural-urbanas. Brindan oportunidades recreativas que mejoran la calidad vida de los residentes urbanos (especialmente jóvenes y personas mayores). La producción y el consumo de verduras frescas y nutritivas mejoran la nutrición infantil. 
  • Ecológicamente, reutilizan las aguas residuales y los desechos orgánicos del suelo, reducen el uso de fertilizantes y pesticidas y ayudan a las ciudades a ser más resistentes al cambio climático al reducir la vulnerabilidad de los residentes urbanos (particularmente pobres), diversificar las fuentes de alimentos urbanos y las oportunidades de ingresos, mantener espacios verdes abiertos y promover la cobertura vegetal reduciendo el efecto de isla de calor urbana.
Flor de caléndula en mi balcón. La caléndula es una planta fácil de cuidar, una buena amiga de los vegetales. Los polinizadores las aman. Además, los pétalos pueden dar sabor y color a ensaladas, arroces, purés, etc.

Las ciudades tienen un papel vital que desempeñar en la configuración del sistema alimentario del futuro, ya que pueden ofrecer valiosas contribuciones para las prácticas regenerativas con el potencial de crear una nueva economía sostenible.9

Seamos parte activa de la solución; compremos productos locales, orgánicos, de temporada, de comercio justo, apoyemos agricultores orgánicos que practican la agroecología y hagamos nuestro propio jardín.

Estén atentos – ¡estamos comenzando nuestro jardín urbano! Pueden ser parte de esto compartiendo sus pensamientos, ideas y sugerencias =)

Por M. S. Gachet et N. Zanuto
La historia completa de la foto de portada se puede encontrar a
quí.

REFERENCIAS:
1 FAO. FAO Soils Portal.
2 FAO: 1985. Irrigation Water Management: Chapter 2 – Soil and Water
3 FAO: 2015. Agroecology for Food Security and Nutrition. Proceedings of the FAO International Symposium.
4 Chapter 6: Nitrogen in the Soil-Crop System. In: Soil and Water Quality – An Agenda for Agriculture. NATIONAL ACADEMY PRESS, Washington, D.C. (1993).
5 World Bank Group: 2016. Who are the Poor in the Developing World?
6 Lowder, S. et al., FAO, 2016. The Number, Size and Distribution of Farms, Smallholder Farms and Family Farms Worldwide.
7 FAO: Agricultura Orgánica.
8 The World Bank, 2013. Urban development series.
9 Ellen Macarthur Foundation, 2019. Cities and Circular Economy for Food.

Agricultura y cambio climático

Como se menciona en los posteos 2 y 3, todas las actividades agrícolas necesitan de aire, agua, suelo y biodiversidad y por lo tanto, tiene un impacto en el planeta. Este impacto puede ser positivo si la agricultura respeta el ecosistema o negativo si los recursos naturales son explotados de manera excesiva. La agricultura, el cambio climático y la seguridad alimentaria están interconectados.1 ¡Veamos cómo!

La temperatura aumenta El clima en la tierra cambia constantemente debido a pequeñas variaciones en la órbita del planeta sin embargo, desde finales del siglo XIX la temperatura de la superficie se ha incrementado en 0.85 °C (0.65 a 1.06 ° C) y el nivel del mar ha aumentado como se puede apreciar en las figuras siguientes (figuras tomadas del reporte de IPCC 2014):2

La actividad humana y el impacto en el cambio climático

Este incremento se debe en gran parte a la actividad humana. Los seres humanos han alterado el delicado equilibrio del planeta contaminando el aire, el agua, el suelo y destruyendo la biodiversidad. La figura siguiente (figura tomada del reporte de IPCC 2014)2 nos ayuda a comprender el impacto humano (antropogénico) sobre la concentración atmosférica de los gases de efecto invernadero (GEI):

Nota: La información cuantitativa de las emisiones de CH4 y N2O en le periodo de 1850 a 1970 es limitada
1 Gt CO2 (gigatoneladas)= 1 000 000 000 toneladas de CO2= 1000 000 000 000 Kg de CO2
Fuente: http://www.ipcc.ch/pdf/assessment-report/ar5/syr/AR5_SYR_FINAL_SPM.pdf

En efecto la concentración atmosférica de dióxido de carbono (CO2) se ha incrementado en más de  1/3 desde el comienzo del siglo XIX.2

Como mencionamos en el posteo 3: La huella del carbono de los alimentos = gases de efecto invernadero (GEI) expresados en Kg de CO2 que un producto emite a lo largo de su vida.

En efecto los GEI capturan el calor irradiado por el sol y calientan la tierra.3 Solo por mencionar, el vapor de agua (H2O) también es un abundante GEI sin embargo debido a su impacto en el clima (a través de la formación de nubes y lluvias)3 y el bajo impacto humano, no profundizaremos al respecto.

La figura siguiente muestra las fuentes y las concentraciones de GEI en la atmosfera. Créeme, esto es muy interesante:

PCG (Potencial de calentamiento global) es una mediada relativa de cuanto calienta un GEI atrapado en la atmósfera (propiedades radiativas) dentro de un periodo de tiempo (ej. 100 años).
Fuente: https://www.epa.gov/ghgemissions/overview-greenhouse-gases; https://climate.nasa.gov/causes/
a https://www.ipcc.ch/ipccreports/tar/wg1/016.htm
b https://www.ipcc.ch/publications_and_data/ar4/wg1/en/ch2s2-10-2.html

El calentamiento global ocurre debido al incremento en la emisión de GEI, causadas principalmente por la actividad humana (combustibles fósiles, procesos industriales, el aumento en el uso de recursos naturales, la agricultura intensiva, ganadería y deforestación).

La FAO (siglas en inglés de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) estima que entre el 2003 y el 2013 las catástrofes ambientales provocadas por desastres naturales han causado pérdidas económicas valoradas en 1.5 trillones de dólares Estadounidenses.

En países en vías de desarrollo, durante el mismo periodo, estos desastres han costado alrededor de 550 billones de dólares Estadounidenses, afectando a 2 billones de personas. Alrededor del 22% de estos daños pertenecen a la agricultura y sus subsectores (cultivos, ganadería, pesca y silvicultura).4

El cambio climático y la agricultura

El cambio climático no solo causa pérdidas económicas sino que tiene efectos directos e indirectos en la producción agrícola como las variaciones en los regímenes de lluvias, sequias, inundaciones, redistribución geográfica de la biodiversidad (incluyendo las plagas)5 y las enfermedades.1 Las grandes cantidades de CO2 absorbidas por los océanos causan también acidificación, deteriorando los ecosistemas marinos.6

Una de las mayores consecuencias del cambio climático son los desastres naturales que a su vez son responsables de las pérdidas agrícolas mismas que tiene un efecto alarmante en la seguridad alimentaria.1

¿Qué pasa en la tierra?

Nuestro planeta, la tierra, sufre de sobrepeso (403 ppm de CO2 eq. (valor promedio del año 2016) e incrementando).7 Dependiendo de las acciones que tomemos, los científicos predicen que la temperatura aumentará hasta 4°C para el 2100 (450 ppm de CO2 eq. aumentarán la temperatura 2°C y 1000 ppm de CO2 eq. 4°C).2

Esto no sola significa muchos desastres naturales, sino que a medida que el planeta se calienta, será muy difícil producir alimentos en los trópicos, lo que hará que la biodiversidad migre (incluidas las personas) a regiones más periféricas del planeta y como consecuencia, habrá un tremendo impacto en el bienestar humano.5

Es evidente que el impacto del cambio climático en la alimentación y la agricultura está interconectado con los campos ambientales, sociales y económicos (i.e. seguridad alimentaria, nutrición, salud, y migración humana).1

¡Este es un problema muy serio! Entonces, ¿qué podemos hacer, y cómo se relaciona todo esto con la comida? Para responder a estas preguntas, echemos un vistazo de cerca a la contribución humana (nuestra contribución) a las emisiones de GEI.

Fuentes humanas de GEI

La siguiente figura muestra las fuentes antropogénicas de los GEI:

Podemos ver que la “producción de energía” es la fuente más importante de GEI, pero observemos a la segunda, la “producción agrícola” que representa el 21% de los GEI emitidos.1

GEI provenientes de la agricultura

La siguiente figura muestra la contribución de las emisiones agrícolas en CO2 eq. en el año 2014 por fuente y a nivel mundial:1

La principal causa de las emisiones de GEI agrícolas es la fermentación entérica (el proceso de digestión de los rumiantes como ganado, ovejas, cabras, búfalos, ciervos, jirafas y camellos).

La fermentación entérica es la causa principal en América Latina y el Caribe con 58% (seguida por estiércol dejado en el paso (23%) y fertilizantes sintéticos (6%)), en el sur de Asia con 46%, en África Subsahariana con 40%, en el norte de África y en el oeste de Asia con 39% y en los países desarrollados con 37%. Solo en Oceanía (excluyendo Australia y Nueva Zelanda) y en el este y sudeste de Asia las principales fuentes agrícolas de GEI son el cultivo de suelos orgánicos con 59% (seguidos por la fermentación entérica (14%) y la gestión de estiércol (14%)) y el cultivo de arroz con 26% (seguido por la fermentación entérica (24%) y los fertilizantes sintéticos (17%)), respectivamente.1

Pero no confundamos el problema. Porque las vacas solas no lo son. De hecho, contribuyen con la fertilidad del suelo dentro de un ecosistema saludable. El problema es la cantidad de vacas que se crían para satisfacer la demanda humana.

Un estudio científico reciente ha cuantificado la masa de vida en la tierra (biomasa) y ha demostrado que dentro del reino animal (2% del total de la biomasa), hay 10 veces más humanos que animales salvajes y que hay alrededor del 40% más de ganado que humanos. 8 ¡Esto es una locura!

¡Para seguir produciendo carne y satisfacer la demanda mundial de alimentos y energía de la creciente población, los bosques y sabanas más importantes deberán ser destruidos!1 Y si deforestamos, ¿qué sucederá? ¿Qué está ocurriendo ahora?

La deforestación, el cambio climático y el ciclo del carbono

Para comprender el importante papel de los bosques en el clima, necesitamos hablar sobre el ciclo del carbono. Pero empecemos vinculando algunos conceptos. Recuerdan el CO2 and CH4, nuestros importantes GEI, ambos contienen una molécula de carbono (C).

Sin embargo, el C no se encuentra solo en la atmosfera. En realidad, hay cinco depósitos globales de C:9

  1. depósito oceánico;
  2. depósito geológico (la cual incluye los combustibles fósiles);
  3. depósito del suelo o pedológico (que comprende el C orgánico y C inorgánico del suelo);
  4. depósito atmosférico y;
  5. depósito biótico (que comprende la biomasa viva y material detritus).

Existe una fuerte interacción entre las reservas de C terrestres y atmosférica a través de la fotosíntesis, la respiración y el metabolismo del suelo. Se hace evidente el potencial de un suelo saludable en secuestrar el CO2 atmosférico en los depósitos de C bióticos y pedológicos (620 y 2500 Pg, respectivamente). Adicionalmente, la deforestación empobrece el suelo liberando ca. 1.6 Pg C/año.9

Así que SÍ, los bosques son muy importantes, no solo porque producen oxígeno sino especialmente por su capacidad de mantener un suelo saludable que permite la captura del CO2 atmosférico.

La agricultura amigable ecológica

Pero necesitamos comida, ¿cierto? Afortunadamente, también podemos obtener un suelo saludable a través de una agricultura ecológica. Muchos científicos, agricultores y organismos internaciones creen que entendiendo la función del suelo en la estabilidad climática y la productividad agrícola provocará que las prácticas convencionales (labranza, eliminación de residuos de cultivos, monocultivos, pastoreo excesivo y uso excesivo de fertilizantes y pesticidas químicos) se abandonen y se adopte una agricultura orgánica.

Huerta Luna es una pequeña granja y una escuela de aprendizaje para la agricultura sostenible en Santa Cruz, Galápagos, Ecuador. Galápagos importa la mayor parte de sus alimentos y menos del 1% de los alimentos que se cultivan son orgánicos.

El potencial de la captura de carbono a través de la agricultura orgánica

De acuerdo con la FAO: “La agricultura orgánica es un sistema holístico de gestión de la producción que fomenta y mejora la salud del agroecosistema, y en particular la biodiversidad, los ciclos biológicos, y la actividad biológica del suelo. «.10

También conocida como Agroecología, se basa en la aplicación de conceptos y principios ecológicos para optimizar las interacciones entre las plantas, animales, humanos y el ambiente teniendo en cuenta los aspectos sociales que deben considerarse en un sistema alimentario sostenible y justo.11

Esta forma de agricultura sustentable se ocupa de todo el ecosistema. ¿No es esto fantástico?

Algunas prácticas de agricultura sustentable que contribuyen con la captura de CO2 son:9

  • reducción/eliminación de la labranza mecánica;
  • aplicación de cultivos de cobertura en el ciclo de rotación;
  • incremento de la fertilidad del suelo a través de medios biológicos (i.e. compost, abonos animales y plantas fijadoras de nitrógeno lo que también contribuye a mitigar el N2O);
  • adopción de medidas efectivas de conservación para minimizar las pérdidas de agua y suelo (ej. almacenamiento de agua en el suelo, riego por goteo);
  • un mejor uso de los complejos sistemas agrícolas incluyendo las rotaciones complejas, la agricultura mixta (es decir, los cultivos y el ganado) y las técnicas agroforestales que utilizan los recursos de manera eficiente, mejoran la biodiversidad y mimetizan los ecosistemas naturales.

Tanta información… ¿Qué podemos hacer ahora?

El cambio climático es un gran problema que nos concierne a todos. Elije caminar, andar en bicicleta o el transporte público en lugar de conducir; calienta o enfría solo lo necesario; reevalua, reconceptualiza, reestructura, redistribuye, reubica, reduce, reutiliza y reciclar. 

En cuanto a los alimentos, comencemos haciendo conexiones. Los alimentos están directamente relacionada con los agricultores, la tierra, las cuencas hidrográficas y el clima. Y nuestra salud es un reflejo de la calidad y cantidad de alimentos que consumimos. ¡Al final todo esta interconectado!

Si reducimos los desperdicios, cambiamos nuestra dieta consumiendo menos carne y productos lácteos, apoyamos la agroecología, el comercio local y la intensificación sostenible para aumentar la producción de los cultivos de bajo rendimiento, y protegemos los bosques, podemos detener el calentamiento global y alimentar a más de nueve mil millones de personas con una dieta saludable.

Dos hombres de la comunidad de Bameno en el río Cononaco, Yasuní, Ecuador. La gente aquí todavía usa formas tradicionales de pesca, como usar una raíz llamada Barbasco, que envenena a los peces que luego salen a la superficie. Foto de Karla Gachet. La historia completa se puede encontrar aquí

¡Salvemos los bosques, promovamos y apoyemos la agricultura orgánica y el comercio local!

Algunas iniciativas fabulosas están haciendo la gran diferencia para ayudar a difundir buenas prácticas agrícolas. Organizaciones como A Growing Culture (Una Cultura en Crecimiento) están promoviendo y facilitando el aprendizaje colectivo entre los agricultores, empoderando a los pequeños agricultores, apoyando innovaciones agroecológicas y un sistema alimentario sostenible.

Otra iniciativa excelente es Godan que comparte globalmente datos relevantes a la agricultura y nutrición, fomentando colaboraciones y cooperación que permitirá vincular a las partes interesadas para resolver problemas globales.

Por otro lado Equator Initiative (Iniciativa Equator) reconoce soluciones sobresalientes de desarrollo local sostenible apoyando creación de comunidades resilientes. Los proyectos premiados están haciendo cosas maravillosas, ¡de verdad vale la pena conocerlas!

Un sitio web interesante con más información sobre los alimentos y el cambio climático es la  Food Climate Research Network (Red de Investigación sobre Clima y Alimentos), que buscan crear conciencia y conectar a las partes interesadas con el objetivo común de comprender y construir sistemas alimentarios sostenibles.

En Drawdown y ZERI se encuentran prácticas sostenibles que ya se están implementando y; en el informe de Ellen Macarthur soluciones circulares que cambiar pueden cambiar el sistema alimentario dentro de las ciudades. ¡Vale la pena conocerlas!

Es importante destacar que también los niños se están involucrando activamente. Fridays for future (viernes para el futuro), el movimiento iniciado por Greta Thunberg, una estudiante sueca de escuela secundaria que en agosto 2018 inició huelgas escolares los viernes pidiéndole a su gobierno (y luego al mundo) tomar acciones políticas para reducir las emisiones causadas por el cambio climático concordado en el Acuerdo de París. El movimiento se ha expandido y ahora está presente en 101 países alrededor del mundo.

Juliana contra EE.UU., es una demanda presentada en 2015 por 21 jóvenes que afirma que el gobierno federal viola sus derechos constitucionales a la vida, la libertad y la prosperidad (solo posible dentro de un medio ambiente limpio) al causar concentraciones peligrosas de dióxido de carbono. Mantengámonos atentos y veamos cómo se desarrolla esta demanda.

Otro caso muy interesante es la demanda conocida como «El caso Huaraz«. En 2015, Saúl Luciano Lliuya, un guía de montaña que vive en Huaraz, Perú, presentó una demanda contra la compañía energética alemana RWE para que sean responsables de sus emisiones de carbono. El aumento global de carbono en la atmósfera está causando el derretimiento del glaciar peruano poniendo en riesgo la vida de su comunidad. Pide que se construya una represa para proteger su hogar ante los futuros efectos del cambio climático.

Una propuesta que vale la pena mencionar es la Iniciativa Yasuní-ITT en la que el gobierno del Ecuador propuso al mundo en el 2010, mantener las reservas de petróleo que se encuentra debajo de una de las regiones con mayor biodiversidad del mundo, el Parque Nacional Yasuní en la Amazonia ecuatoriana, a cambio del costo los ingresos potenciales del petróleo (3.6 billones de dólares americanos). El objetivo de la iniciativa era conservar la biodiversidad, proteger a los pueblos indígenas que viven en aislamiento voluntario y evitar la emisión de emisiones de CO2. Desafortunadamente, la recaudación de fondos fue insuficiente y el petróleo se está extrayendo desde el 2016.      

El Ecuador también ha sido un pionero en la protección de la naturaleza a nivel político siendo el primer país en el mundo donde la “Naturaleza es un sujeto de derecho”, es decir que la Constitución Ecuatoriana (o Constitución de Montecristi) reconoce desde el 2008 el derecho a la vida de las especies más allá de la utilidad o afectación para los humanos. Protege la reproducción de la vida, tanto en el sentido ecológico como evolutivo, reclamando el derecho a la restauración integral. También reconoce que los derechos de las personas y la naturaleza se complementan y mejoran entre sí, y que en la naturaleza no existen barreras geográficas. Sin embargo, las constituciones no obligan a tener una naturaleza intacta o el bienestar animal, permitiendo la minería a gran escala incluso en áreas frágiles, entre otras actividades económicas que destruyen la naturaleza. Sin duda, queda mucho trabajo por hacer…

Recientemente, una importante reclamo filosófico de respetar la naturaleza también ha venido del Vaticano con la encíclica Laudato si’ escrita por el Papa Francisco. El documento enfatiza el hecho de que el ser humano no es el dueño de la naturaleza, sino solo una parte de ella, que depende de ella para existir y exalta el deber humano de preservarla. ¡Vale la pena leerlo!

Indudablemente, es importante apoyar las fantásticas iniciativas existentes que trabajan para resolver este problema. Sin embargo, cada uno de nosotros puede ser parte de la solución al elegir adecuadamente los alimentos, qué y dónde estamos comprando, a quién le estamos comprado y a qué precio. ¡Esos pequeños gestos realmente pueden comenzar a cambiar el mundo!

Por M. S. Gachet et N. Zanuto

REFERENCES:
1 FAO, 2016: The State of Food and Agriculture. Climate change, Agriculture and Food Security.
2 IPCC, 2014. Climate Change 2014: Synthesis Report. Contribution of Working Groups I, II and III to the Fifth Assessment Report of the Intergovernmental Panel on Climate Change [Core Writing Team, R.K. Pachauri and L.A. Meyer (eds.)]. IPCC, Geneva, Switzerland, 151 pp.
3 NASA. The Causes of Climate Change.
4 FAO, 2015: The impact of disasters on agriculture and food security.
5 Pecl, G.T, et al. Biodiversity redistribution under climate change: Impacts on ecosystems and human well-being. Science (2017) 355(6332).
6 FAO, 2010: Environmental consequences of oceans acidification: a threat to food security.
7 Dlugokencky, E. Annual Mean Carbon Dioxide Data. Earth System Research Laboratory. National Oceanic & Atmospheric Administration.
8 Nar-On, Y.M., et al. The biomass distribution on Earth.
9 Solaw-FAO. Report 4B – Soil carbon sequestration. Lal R. 
10 FAO. Organic Agriculture.
11 FAO. Agroecology Knowledge Hub.