Les contamos en un posteo anterior sobre el potencial que tienen las semillas tostadas de Macambo (un primo del cacao) para convertirse en un alimento nutritivo y delicioso que la amazonia ecuatoriana puede compartir al mundo (leer el artículo Macambo como solución. Capítulo 1: La propuesta).
No hablamos de un super-food cualquiera, sino de uno que apoya la actividad económica de un grupo de campesinos indígenas de la nacionalidad Kichwa, que cultivan en modo respetuoso (dentro de sistemas agroforestales ancestrales) para su consumo y comercialización, conservando al mismo tiempo, los ecosistemas locales y protegiendo así la amazonia.
Este tipo de agricultura puede representar una alternativa a la minería, a la agricultura intensiva o la tala de árboles.
Además, estamos intentando conectar a estos productores con un grupo de consumidores que sostengan la compra de 200 Kg anuales de semillas secas de macambo, que justifiquen la importación por vía marítima, desde Ecuador hasta Italia después de la cosecha, una vez al año. Pensamos que quizá chefs atentos a estos argumentos podrían estar interesados en acoger y valorar el macambo, un producto rico y nutritivo con identidad e impacto social y ambiental positivo.
Esta propuesta inició a concretarse después de mi encuentro con Sara Nicolosi y Cinzia De Lauri, dos chefs del bistró vegetariano AlTatto en Milán. En su filosofía de cocina destacan los vegetales, la calidad, la estacionalidad y la proveniencia de los alimentos. Les encantó la idea de valorizar un producto perteneciente a la cultura del pueblo indígena Kichwa de la región amazónica de Ecuador. Me dieron el contacto de algunos colegas que pensaban podrían estar interesados en crear una comunidad para descubrir y dar a conocer esta semilla amazónica y su historia a la gente de Milán.
Después de algunos encuentros, llamadas y un poco de tiempo, el lunes 2 de octubre AlTatto abrió sus puertas para acoger a la cultura detrás de Macambo. Las filosofías de cocina de 6 chefs, Simon Press (Contraste), Denis Lovatel (Denis pizza de montaña), Francesco Costanzo (Pasta Madre), Aurora Zancanaro (micro panificio Le Polveri), Mutty y Sara y Cinzia (AlTatto), exaltaron a este huésped lejano.
El evento inició con una pequeña introducción del proyecto, seguida de una reinterpretación de la “chucula”, una bebida deliciosa hecha con plátano maduro servida con hielo. Mientras tanto, la gente preguntaba, leía sobre el proyecto y veía las fotos que contaban esta y otras historias de comunidades indígenas que viven en la amazonia ecuatoriana y su lucha por conservar este lugar mágico y lleno de vida.
La historia de Nemonte Menquino, líder indígena de la nacionalidad Waorani cuenta cómo junto a su pueblo, defienden su territorio ancestral, cultura y modo de vivir y cómo en el 2019 obtienen una victoria histórica en contra del gobierno Ecuatoriano para proteger medio millón de acres de selva amazónica primaria de la explotación petrolera sentando un precedente sobre los derechos de los indígenas en toda la región (más información).
Otra historia fue la larga lucha para proteger el Parque Nacional Yasuní, uno de los lugares con mayor biodiversidad del planeta y la casa de diversas comunidades indígenas, entre ellas grupos en viven en aislamiento voluntario, Tagaeri e Taromenane. En el 2007, la iniciativa Yasuní ITT propuso a los gobiernos de varios países (contaminantes) ricos conceder una compensación de 360 mil millones de dólares en 10 años por dejar el petróleo del Yasuní bajo tierra (la mitad del beneficio esperado de las ventas). La propuesta no se concretó y la explotación petrolera comenzó en 2013. Después de 10 años, en el referéndum del 23 de julio de 2023, los ciudadanos de Ecuador decidieron suspender la extracción de petróleo en el Yasuní en el plazo de 1 año, un precedente único en el mundo (más información).
Poco a poco llegaron a la sala pequeñas degustaciones con las creaciones de los chefs: Sara y Cinzia, quienes decidieron respetar la pureza de la semilla de macambo en su esencia, consistencia y estética; la tostaron ligeramente y le agregando dos acentuadores de sabor: caramelo aromatizado con hojas de higuera y sal. ¡Delicado y delicioso!
Francesco propuso un crumble de macambo con queso de cabra e higos frescos de estación. El crumble se hizo usando la tradición Siciliana (su región de proveniencia) que normalmente usa las almendras; hidrató el macambo y luego hizo con él una crema a la que se le añadió solamente harina de arroz y avena para la preparación del crumble, ¡ninguna grasa animal! Sicilia abraza y da la bienvenida a macambo. ¡Una delicia!
Aurora preparó una deliciosa pasta de hojaldre con franchipán salado de macambo. El franchipán es una crema a base de harina de almendras. Aurora utiliza harinas que provienen de pequeños molinos artesanales de Italia y busca rescatar cereales antiguos abandonados con el tiempo para redescubrir gustos perdidos… y descubrir nuevos con la misma atención.
Simón explora mucho la memoria del gusto en su cocina, pero consiente de que macambo era desconocido, gustativamente tanto para él como para el público italiano; decidió jugar con sabores geográficamente familiares. Así utilizó en su creación maíz negro, ají guajillo, maracuyá y granos de cacao. Para crear un contraste, agregó un producto de la tradición Italiana, las huevas de mújol. ¡Muy rico e interesante!
Mutty realizó un canapé de macambo a la mediterránea, fundiendo el macambo con berenjena, jitomates y albaca. Sobre esta se colocó una crema de habas y limón fermentado, este último para crear un contraste de sabores. Al final se espolvoreó con polvo de arándanos (mirtilli) y menta secos. ¡Delicioso recibimiento mediterráneo para macambo!
Denis propuso una pizza-focaccia semi-integral con “fior di latte” (un tipo de mozzarella), hiervas de montaña, chutney con bayas (frutos de bosque), macambo tostado granulado, ensalada misticanza (prado) y una vinagreta a la manzana verde para limpiar la boca al final. Esta pizza es un viaje a través de los sabores de la montaña. La crocanteza y el gusto final vienen dados por el macambo.
Su idea no era solo la de jugar con las consistencias y sabores sino la de unir a dos comunidades lejanas con filosofías de vida similares: el bosque de la montaña alpina italiana de Bergamo y la selva amazónica. Las dos son comunidades pequeñas, circunscritas (aisladas) dentro de un ecosistema especifico, con estilos de vida y ritmos diversos a los de la ciudad. Ambos son lugares donde se cultivan alimentos para la auto subsistencia, donde se cosechan respetando los ritmos de la naturaleza, donde los métodos de conservación de alimentos son importantes para la sobrevivencia y donde los recursos se utilizan de manera eficiente (evitando el desperdicio).
In the end, Rosa Linda Yangora Pichama, a Shuar indigenous woman (another indigenous nationality from the Ecuadorian Amazon), told us a little about her culture and what the rainforest means to the Shuar people, reminding us how important it is to conserve cultures that live in harmony and respect with nature.
Aún no hemos cumplido el objetivo de demanda de 200 Kg que garantiza los esfuerzos para importar macambo este año. Nuestra fecha límite para realizar la primera importación es el 27 de octubre de 2023. Si esto sucede, el macambo saldrá de Ecuador en noviembre y llegará a Italia después de 6-7 semanas. Si eres chef en Italia y estás interesado en comprar al menos 10 Kg de macambo, ¡contáctanos ([email protected])!
El transporte de volúmenes pequeños (<300 kg) por vía marítima parece no es común. Si logramos activar la importación les contaremos cómo es el proceso para importar Macambo en Italia. ¡Mantente atento!
Es muy triste ver cómo la Amazonía se está destruyendo a causa de la necesidad de los gobiernos de los países Amazónicos de recaudar dinero para mejorar la calidad de vida de su población creando servicios como educación, salud, trabajo, transporte, industria, etc.
La Amazonía es uno de los lugares con mayor biodiversidad del planeta, y también una fuente de materias primas (petróleo, minerales, madera) y el espacio donde criar ganado y producir soya.
En el mundo de hoy donde el dinero permite a las personas de vivir (comprar alimento, vestido, casa, transportarse, educarse, etc.) se muestra poco evidente que las necesidades humanas más esenciales son: el aire, el agua y después los alimentos.
El aire y el agua son recursos naturales o servicios que obtenemos de la naturaleza. Y si, los alimentos también son recursos naturales. Si lo pensamos, nosotros vivimos gracias a los seres vivos que nos nutren (plantas, animales, hongos, algas, bacterias) y las interacciones que estos tienen en los distintos ecosistemas naturales que mantienen el aire, el agua, el suelo y los seres vivos sanos.
Las selvas y los bosques sanos no solo producen oxígeno y almacenan anhídrido carbónico (CO2) sino también mantiene un equilibrio que incluso purifica el agua. En la selva amazónica fluye el río más grande de la Tierra el “río volador”que regula el clima de nuestro planeta.
Pero, en la selva amazónica no solo hay diversidad de vida sino también diversidad de culturas humanas que viven en armonía con la naturaleza.
Este frágil ecosistema está en peligro y preservarlo es una labor que nos compete a todos los habitantes de planeta.
¿Por qué Ecuador?
En el Ecuador existen más de tres mil especies de árboles, 658 especies de anfibios (307 de las cuales son endémicas o solo presentes en Ecuador), 460 especies de mamíferos (54 endémicas), 498 especies de reptiles, más de diez mil especies de aves1 y 13 etnias indígenas que en Ecuador se conocen como nacionalidades porque tienen una lengua y una organización social propia y viven en un espacio territorial definido. Ocho de estas nacionalidades viven en la Amazonía2.
Tuve la oportunidad de conocer Canopy Bridge hace ya muchos años. Canopy Bridge es una red global que ayuda a los proveedores y compradores de cultivos sostenibles y productos silvestres a encontrarse, establecer relaciones y aprender más sobre los productos naturales y las personas detrás de ellos. Uno de los productos silvestres que promueven es el macambo.
Macambo (Theobroma bicolor) es el fruto de un árbol pariente del cacao (Theobroma cacao), cultivado tradicionalmente en sistemas agrícolas diversificados (o agroforestales) por asociaciones de productores indígenas Kichwa de la Amazonía ecuatoriana en chakras o huertos familiares. Sus semillas son muy nutritivas (alto contenido de proteína, fibra y omega-9) y tostadas adquieren un delicioso sabor acaramelado y una textura crujiente y única.
La población amazónica consume tradicionalmente macambo y nos comparte su tradición.
Todos los países amazónicos como Ecuador viven de la exportación de materias primas y esto sucede porque existe una demanda global sobre todo de los países industrializados. Quizás este sistema globalizado podría convertirse en una solución, ¿no?
Para Ecuador, la exportación de los productos provenientes de “Bosques Perennes” (perenne = que dura siempre o mucho tiempo) podría representar una solución concreta a la conservación porque traen fuentes de ingresos que en un futuro podrían reemplazar las actividades extractivas y la agricultura intensiva.
¿Por qué Italia?
Vivo en Milán, Italia desde casi seis años. Pensé que tal vez los milaneses podrían estar interesados en comprar macambo una vez al año (durante la cosecha) y así contribuir activamente a la protección y regeneración de la selva amazónica.
Si compramos un volumen constante de macambo todos los años y nos aseguramos que este macambo venga de sistemas agrícolas familiares diversificados característicos de las comunidades indígenas podremos garantizar el sustento económico de las familias que realizan esta actividad. Esto podría motivar a otras familias de productores y crear trabajos que respetan la identidad cultural de los pueblos ancestrales (impacto social positivo) protegiendo así la selva amazónica (impacto ambiental positivo). Un gusto amazónico por la cultura y la biodiversidad.
Italia es un país rico en tradición culinaria y con la mayor biodiversidad de Europa donde los alimentos están al centro de la vida familiar y cultural y gracias a su estilo de vida es uno de los países más longevos del mundo.
Italia es considerado un país desarrollado, uno de los más ricos en el mundo. Y aunque si Italia es solo ligeramente más grande ahí viven 3,4 veces más personas.*3
Italia, y todo el continente Europeo, durante la historia han acogido e integrado alimentos. Por ejemplo el maíz, el tomate, las papas y las calabazas, llegaron después del “descubrimiento Europeo” del continente Americano. Y aunque su acogida e integración no fue siempre inmediata, por ejemplo, el maíz en Italia se conoce como “grano turco” porque los italianos de aquel tiempo no lo habrían usado tan fácilmente si sabían que venía de América4. Hoy en día, la polenta hecha con harina de maíz, es un plato tradicional del norte de Italia.
Pero Italia no solo ha acogido alimentos que crecen en su territorio ahora son parte de su tradición, sino también acoge dentro de su cultura otros productos que crecen en países como Ecuador: el café, el cacao (con el que se hace el chocolate) y el banano.
Recientemente la UNESCO está considerando declarar a la cultura del café expreso en Italia como patrimonio cultural de la Humanidad.5 Fascinante, ¿no?
¿Por qué Macambo?
Macambo podría ayudar a conservar una pequeña parte de la selva amazónica ecuatoriana donde existe un producto delicioso y nutritivo y una red de productores que están compartiendo una semilla que es parte de su cultura y que crece en sus chakras en modo respetuoso.
¿Estarán los consumidores italianos interesados en acoger esta propuesta?
SPaso 1: La degustación
Con esto in mente traje en mi maleta desde Quito a Milán 8 kilogramos de macambo para que la gente lo pruebe. Organicé dos cenas:
La primera con los amigos de la Asociación de Parque Segantini (unas 25 personas) una hermosa noche de verano donde junto a las fantásticas Gabriela, Laura y Melani cocinamos en el parque (al aire libre) una deliciosa pasta preparada con la verdura de los huertos: 3 tipos de calabacín ((crudos y blanqueados (o hervido por pocos minutos)), judías verdes (o vanitas) blanqueadas, albaca y un poco de ajo. La pasta fue condimentada con azafrán, queso parmesano, sal, aceite di oliva y mucho amor. El toque crocante de la pasta lo dio el macambo.
La segunda cena la organizamos junto a Soul Food, una pequeña gastronomía al sur de Milán en la zona del Navigli. Un pequeño negocio gestionado por Andrea, una persona muy atenta a la proveniencia y el modo de producción de los alimentos que vende, aquí se valoriza el trabajo de los productores respetuosos con la naturaleza.
Lucia la cocinera de esta cena, elaboró un menú considerando los distintos sabores que macambo le recordaban …”un poco a la castaña… un poco al maní natural y tostado… un poco a la avellana”… Teniendo en cuenta esto, preparó 3 platos.
En el primer plato pudimos disfrutar el macambo machacado y tostado sobre una la crema de calabaza.
En el segundo plato Lucia convirtió el macambo en harina para preparar junto con una pequeña cantidad de harina de cantagna, uvas, piñones y romero la versión macambo del “castagnaccio” (torta de castaña típica de la Toscana). El macambaccio se sirvió con chips de una col rizada tipo kale.
El último plato fue el postre. Aquí Lucía realizó dos preparaciones, la primera fue una torta vegana con chocolate al 78% y crumble de macambo, y la segunda un “cheesecake” descompuesto a base de mousse de ricota y peras caramelizadas acompañado de una crema a base de macambo tostado.
Las dos cenas fueron realmente deliciosas.
Una de las cosas resaltadas por los invitados fue la textura crujiente y notoriamente agradable de los platos y el hecho de que el macambo es un complemento perfecto porque no domina el plato pero, proporciona un componente nutritivo a estas delicias culinarias.
El macambo no solo fue degustado dentro de platos elaborados sino también intacto en una de sus tres presentaciones disponibles (natural, salado y chocolate). Unas 70 personas probaron el macambo y 47 de ellas dieron su opinión.
En cuanto al gusto, la mayoría de las personas consideran el macambo (natural, salado y/o chocolate) “bueno” (51%), al 20% el sabor le resulta “indiferente”, al 14% le resulta “delicioso” y al 14% “no gustó”.
Casi todos los participantes consideran importante: incrementar la diversidad de alimentos en la dieta, que macambo sea nutritivo, que tenga un impacto social positivo y que promueva el comercio justo y la conservación de la selva amazónica.
En conclusión, gusta el sabor, gusta la propuesta pero… nadie está loco por comprarlo.
Paso 2: ¿Cómo popularizar el macambo?
Conocí a las chefs del restaurante AlTatto en Milán, Sara Nicolosi y Cinzia De Lauri dos mujeres fantásticas que cocinan en este pequeño bistró donde se valorizan los vegetales, la calidad y proveniencia de los alimentos y la estacionalidad. Ofrecen una deliciosa experiencia sensorial. Si vives o vienes a Milán, no te la pierdas.
Después de probar el macambo y de conocer la propuesta, ¡Sara y Cinzia le apuestan al proyecto! Me propusieron activar su red e invitar a 3 colegas suyos en modo de poder realizar una compra que amerite la importación de macambo en Italia. Creen en la importancia de apoyar directamente a proyectos que tengan el potencial de salvaguardar el medio ambiente. Además, les encanta la idea de poder valorizar un producto perteneciente a la cultura de uno de los pueblos indígenas de la región amazónica.
La idea es que estos 5 chefs cocinen y experimenten juntos con el macambo para descubrir y dar a conocer esta semilla amazónica y su historia a la gente de Milán.
El tercer paso es averiguar los modos y costos de transporte, los requisitos de importación y lo necesario para traer el macambo en Italia. La idea también es ser transparentes con el precio y los pasos necesarios para hacer posible este proyecto. Les iré contando.
¡Manténganse atentos!
*En el 20193: 1) la expectativa de vida en Italia era de 83 años mientas que en Ecuador de 71 años; 2) el producto interno bruto (PIB) de Italia es 2.009 billones dólares de los Estados Unidos de Norteamérica mientras que el de Ecuador es 108 billones; 3) en Italia vivían casi 60 millones de personas mientras que en Ecuador alrededor de 17 millones. El territorio italiano es solo 17.780 Km² más grande que territorio ecuatoriano (una superficie similar a la provincia de Sucumbíos (18.084 km²)).
Después del oxígeno y el agua, la comida es lo que nos mantiene vivos y saludables; sin embargo, algunos tipos de alimentos son mejores que otros y el mejor tipo son los “alimentos verdaderos”.
Pero, ¿cuáles son los alimentos verdaderos?
Los alimentos verdaderos son aquellos que crecen en la NATURALEZA, mínimamente procesados (transformados/conservados en manera tradicional o innovadora; menos aditivos mejor y, mucho mejor si todos ellos son naturales), SUSTENTABLES (producidos en un suelo saludable usando agua limpia, respetando el medio ambiente y la biodiversidad) Y PRODUCIDOS ÉTICAMENTE (hacia los humanos, los animales y todos los seres vivos involucrados).
Esta definición señala dos conceptos fundamentales: la NATURALEZA y la SOSTENIBILIDAD que abarca la producción ética.
¿Qué es la naturaleza?
La naturaleza todos los seres vivos e inanimados que componen la tierra y que interactúan entre ellos en un equilibrio donde circulan materia y energía. La naturaleza sigue un orden propio y está gobernada por leyes constantes que los seres humanos pueden conocer pero no pueden modificar.
Muchos de nosotros, los humanos (Homo sapiens) pensamos que somos superiores a todos los seres vivos, a pesar de ser una de las especie más jóvenes de la tierra y de no saber si llegaremos a vivir tanto como las bacterias o las plantas. Además somos una pequeñísima parte de la vida en la Tierra.
Un estudio publicado en el 2018 que cuantifica la vida en la tierra en términos de carbón (C), un elemento común de todos los seres vivos muestra que las plantas son las formas de vida más abundantes representando el 82,5%, después están las minúsculas bacterias que representan el 14,2% y luego están los hongos que representan el 2,2%. Las bacterias y los hongos están en todas partes incluso DENTRO y SOBRE nosotros influyendo nuestra salud (ver posteo sobre el Microbioma). Luego están las algas que representan el 0,7% y por último los animales, el grupo al que pertenecemos los humanos que representa el 0,4% de la vida en la tierra.1
significa que los seres humanos no pueden vivir: más de 4 minutossin respirar aire apropiado, más de 4 días sin agua apropiada, más de 42 días sin nutrirse y para que todo esto sea posible la Tierra debe estar cubierta por lo menos del 60% deBosques, de verde, incluyendo el plancton que vive en el agua de los océano, mares, ríos, lagos, etc. Solo así se mantiene la dinámica de la atmosfera que permite la vida humana o el 78,1% de nitrógeno (N2), 20,9% de oxígeno (O2), 0,9% de argón (Ar) y poquísimo de otros gases incluyendo el anhídrido carbónico (CO2, 0,04%).
El oxígeno (O2) del aire que nosotros humanos necesitamos para vivir lo producen los seres verdes gracias a una sustancia llamada clorofila que reacciona con el CO2 en presencia de los rayos de sol. Estos seres verdes son plantas, bacterias y algas que a su vez se nutren de la materia muerta previamente transformada por hongos, bacterias y animales como las lombrices. La respiración produce CO2 necesario en la producción de oxígeno y azúcares. Una parte de estos azúcares vienen almacenados en las raíces que alimentan bacterias y hongos del suelo. Algunos hongos se asocian con las raíces de las plantas formando la micorriza (myco=hongo y rhiza=raíz), una simbiosis beneficiosa para ambos organismos. Juntos pueden recorrer grandes distancias para conseguir agua y los nutrientes que necesitan para vivir. Las micorrizas se conectan entre ellas y a su vez interactúan con las bacterias y con algunos animales formando un sistema de comunicación e intercambio muy eficiente conocido como la “red de árboles” (en inglés Wood Wide Web).
Existe un equilibrio complejo y perfecto entre la vida y la muerte y la vida y la vida. ¡La comunidad de la que somos parte es fascinante!
El colectivo Amisacho en la Amazonía Ecuatoriana está produciendo videos cortos donde se transmiten conceptos que permiten comprender cómo funciona la selva amazónica, los ciclos de la naturaleza, cómo estos influyen en el clima del planeta y soluciones individuales y colectivas para vivir en modo respetuoso.
Si agrandamos al grupo de los animales notaremos que el pedazo más grande lo representan los peces (30%) y que juntos los artrópodos, moluscos, nematodos, anélidos y cnidarios representan el 63,6% de los animales. Los humanos representan el 2,5% de los animales mientras las aves y los mamíferos salvajes juntos representan sólo el 0,4% y el ganado el 4,2%.1 Esto significa que en términos de carbón (C) hay 5 veces más humanos que todas las aves y mamíferos salvajes juntos y casi el doble de ganado que de humanos.
Es evidente que NO hemos sido atentos a nuestro entorno y que nuestras actividades están impactando la biodiversidad.
La sostenibilidad nos concierne a nosotros humanos y a nuestras actividades y se ocupa de tres elementos: el ambiente, la sociedad y la economía. De estos 3 la economía no es parte de la naturaleza, sin embargo, la narrativa sobre la importancia del dinero que apareció por primera vez hace unos 5.000 años con la aparición de las primeras monedas es tan fuerte que hoy no podemos percibir a la economía fuera del contexto humano.
Toda la actividad económica humana depende de la naturaleza. Se estima que, a nivel mundial, la naturaleza entrega servicios por valor de aproximadamente 125 trillones de dólares americanos anuales.2
La actividad humana dedicada a la producción de alimentos es la agricultura que apareció por primera vez hace unos 12.000 años. La agricultura se ocupa de la domesticación de plantas y animales.
Los campesinos han logrado domesticar algunos seres vivos aprendiendo de ellos y de la naturaleza, observando y experimentando, un trabajo muy interesante e importante que ha permitido el desarrollo de la humanidad. Después de la segunda guerra mundial inicia la revolución verde en la que se industrializa la agricultura. Esta industrialización o deshumanización junto al comercio global a gran escala han contribuido al desequilibrio social, ambiental y económico actual.
La agricultura es anti-naturaleza pero puede ser respetuosa si respeta la naturaleza, como lo hacen los agricultores agroecológicos y regenerativos alrededor del mundo.
Hoy existen muchos problemas relacionados con los alimentos: sobrepeso y desnutrición, desperdicio, destrucción del medio ambiente, pérdida de biodiversidad, y a pesar de que los pequeños agricultores que producen en terrenos menores a 2 hectáreas la mayor parte de los alimentos del mundo y protegen la diversidad alimentaria, tantos viven en extrema pobreza. ¡Hagamos lo que podamos para ayudar a estos agricultores a tener éxito y así, todos prosperaremos!
¿Qué podemos hacer?
Primero que nada informarnos porque el conocimiento es fundamental.
Seamos consumidores inteligentes y recordemos que nuestra demanda y nuestras acciones diarias pueden generar cambios positivos.Compremos productos locales, de temporada, de comercio justo y apoyemos agricultores respetuosos con la naturaleza local y globalmente.
Practiquemos agricultura urbana respetando la naturaleza y aprendiendo de ella, contribuyendo así ciudades resilientes, verdes, inclusivas y sostenibles. ¡Una maseta a la vez recordando que para ser agricultores respetuosos debemos aprender muchas cosas!
Cocinemos más seguido usando productos frescos, locales, de temporada, con responsabilidad social y medioambiental para conocer, probar, experimentar nuevos sabores, verduras raras, productos salvajes y partes que no estamos habituados a comer para concientizarnos sobre la importancia de la diversidad en la dieta. ¡No olvidemos que cocinar es un acto de amor hacia nosotros mismos y las personas para las cuales cocinamos!
Les recomiendo el podcast Radio Semilla de la red de guardianes de semillas (solo disponible en español) quienes con una onda relajada y una visión amplia hablan de regeneración social, ambiental y económica con soluciones locales. Con un enfoque diferente, también vale la pena escuchar el podcast Food Talks (solo disponible en inglés). ¡Ambos son fantásticos, informativos y divertidos!
Para mejorar estos problemas son necesarios cambios desde la producción hasta la mesa, desde los que cultivan los alimentos hasta los que los consumen y ¡todos los que mueven los alimentos en el medio! Recordemos que los alimentos están directamente relacionada con los agricultores, la tierra, las cuencas de agua y el clima; y que nuestra salud es un reflejo de la calidad y cantidad de los alimentos que consumimos. ¡Todo está conectado!
Un hombre curioso entra a uno de los huertos del Parque Segantini y encuentra a Sergio y Luca. Es Junior, un apasionado de la tierra y deseoso de saber cómo se cultiva en el parque. ¿y por qué? Él también trabaja la tierra y desde el año pasado, a causa de la pandemia, trata de hacerlo para vivir. Nos cuenta que no ha estudiado agricultura, que aprendió lo básico en su Cuba natal donde todos los niños y jóvenes cultivan la tierra después de la escuela, trabajo duro para un niño nos dice…
Sergio y Luca muestran a Junior nuestro compost de lombrices que está funcionado desde hace dos años. Dependiendo de la época del año, el compost se hace en un tiempo de entre 3 y 6 meses. Junior nos dice que podría ser más eficiente, es decir más rápido y que si queremos puede mostrarnos como hacerlo. Salomé, que está muy interesada a compostaje en casa, se involucra, encuentra la propuesta de Junior genial y organiza inmediatamente una visita a Gaggiano donde Junior trabaja.
En bici a Gaggiano para hacer tierra
Fue un domingo con buen tiempo a inicios de mayo cuando en bicicleta, 5 personas, Francesca, Nicolò, Enrico, Ivana y Salomé, llegamos al vivero donde Junior trabaja.
Encontramos a Junior, quien nos acogió con entusiasmo e inmediatamente nos mostró cómo funciona la huerta-vivero. En la parte del huerto, Junior cultiva una gran variedad de hortalizas que están desapareciendo. Debido a la globalización, la diversidad alimentaria está en peligro, por fortuna hay personas como Junior que trabajan para recuperarla, ¡qué bien, no?!
Su forma de cultivar no tiene solo un enfoque práctico, huerto sinérgico en el pleno respeto de la naturaleza y de las relaciones con los diversos organismos, sino que es también una ¡filosofía de vida! La importancia de la madre tierra y de un estilo de vida no consumista marcado por un valor en las relaciones.
Para empezar nos contó que cuando llegó a la Lombardía se preguntó que podía ofrecer a esta tierra y a ese lugar en particular. Vio que en los alrededores hay arrozales y una fábrica de arroz que produce el salvado de los granos como producto de desecho y, como nos hará notar, es uno de los ingredientes importantes de su compost. En el entorno también hay vacas de las cuales toma el estiércol, trozos de leño de los árboles que bordean el vivero que son el sustrato ideal para los microorganismos descompositores.
Otra forma de hacer compost
Manos a la obra, primero recopilamos todos los ingredientes que necesitaríamos:
paja
salvado de arroz
estiércol de vaca
melaza (agua saturada de azúcar, aproximadamente medio litro)
hierba fresca triturada
trozos de leño con microorganismos (ramas con corteza)*
Agua
*Los microrganismos se encuentran en la base de los árboles grandes, justo debajo de la primera capa de tierra, son como telarañas blancas sutiles. En ausencia de estos se pueden encontrar microorganismos ya prontos en sobres, en Italia por ejemplo hay un producto que se llama Top Crop de Microvita.
Al ir a recoger los ingredientes observamos los terrenos alrededor del vivero: muchos arrozales aún no productivos, tierra seca esperando a ser fertilizada e irrigada.
Iniciamos haciendo una pequeña fogata que será cubierta totalmente con el salvado de arroz y se quemará lentamente hasta convertirse en carbón negro activo, rico en minerales en estado libre. El salvado se quema lentamente y de a poquito añadimos más salvado que extrañamente no produce llama sino en su lugar, un delicioso olor.
Nos explica que el proceso de combustión (el quemado) ayuda a liberar los minerales. De hecho, se forma carbón vegetal (charcoal en inglés), que también se puede comprar. Se podría usar también cualquier paja que se descompone fácilmente, por lo tanto, no necesita quemarse.
Mientras tanto, en la tierra, dibujamos un circulo de 1 metro de diámetro. Junior nos explicó que un buen compost debe ser tan alto como la circunferencia de su base.
Mientras esperamos que se quemara el salvado de arroz nos fuimos a comer un rico asado con los amigos.
La receta
Al volver, procedemos a disponer los estratos para crear el cúmulo de compost:
Iniciamos con la paja, después la hierba triturada, luego los pedazos de leña, un poco de estiércol de vaca (para un compost en la ciudad, quedan muy bien los restos de la cocina crudos en pedazos (crudos y no productos animales que pueden atraer ratas) o el cambio de cultivo del huerto) y un buen chorro de agua.
La proporción de los ingredientes es: 3 partes de material seco (paja, leña) y 1 parte de material húmedo (hierba, estiércol). La materia seca añade carbón (C) y el húmedo nitrógeno (N).
Se puede añadir también un poco de compost terminado (como se hace en el parque segantini) como inoculador (por la presencia de lombrices).
Añadimos de nuevo paja, luego hierba, microorganismos del sobre (comerciales), melaza, pedazos de ramas, hierba y luego agua…
La secuencia más o menos debería ser: seco, húmedo, seco, húmedo… y en el medio los microorganismo y agua. Con toda esta buena comida, Junior nos dice que vendrán también las lombrices de tierra.
Continuamos así hasta que el cúmulo llegue a un metro de altura.
En ese punto volvemos a nuestro salvado de arroz que, mientras tanto se ha convertido en carbón. Lo apagamos con mucha agua fría, y lo esparcimos encima de la pila de compost. El salvado de arroz mojado regulará la humedad y liberará los minerales.
El cúmulo viene cubierto con un plástico negro para aumentar la velocidad del proceso de descomposición (ayuda a mantener el calor y la humedad). La pila de compost alcanzará una temperatura muy alta de hasta ¡70 grados los primeros días! Esto permite eliminar los patógenos.
Después de unos 5 días, Junior girará el compost con un trinche reconstituyendo el cúmulo, proceso que introduce aire, es decir, oxígeno, y lo cubrirá nuevamente. La pila de compost se girará de la misma manera un total de 5 veces (más o menos cada 5 días).
La transformación de compost ocurrirá en aproximadamente 1 mes. Si fuera al aire libre tardaría más tiempo.
Cuando el compost esté listo se reducirá aproximadamente a la mitad.
Casualmente, ese domingo fue el 9 de mayo, el Día de la Madre. Junior nos hace notar que juntos celebramos nuestra «pacha mama» (madre tierra) haciéndole un pastel.
Volvemos a casa en bici, felices con una nueva perspectiva sobre el compost, los microorganismos, los desechos de arroz y el respeto de la tierra.
¿Qué está haciendo un apicultor en el centro de Milán?
Es un lunes de fines de marzo, hace calor. En el parque Segantini, entre los árboles de la zona naturalista que pintan de verde con los primeros brotes de la primavera, un grupo de voluntarios sigue de cerca a Luciano Mazzola que ha traído cuatro colmenas.
Dos familias producirán miel, y las otras dos servirán también para el monitoreo de la calidad del aire que se realizará gracias a la colaboración con los investigadores de la Universidad Católica de Piacenza.
El proyecto se llama BeeResponsible y está financiado por empresa Dyson que ha encontrado un modo inteligente de hacer la actividad social corporativa.
Un pequeño grupo de personas interesadas seguirá un curso con Luciano y lo acompañará durante las visitas de cuidado de las colmenas. Si todo sale bien, al final de este año de experimentación, las colmenas permanecerán en el parque Segantini. Aquí se podrá degustar la miel de las flores del parque y también de los balcones de los milaneses.
Las abejas se alimentan de flores que están en un radio de 3 km así que todo el que tenga una flor en su balcón puede ayudar a alimentar a estas fascinantes criaturas que, además de producir miel, polinizan las plantas mejor que cualquier otro insecto.
Una vez trasladadas las colmenas, los curiosos se transfieren bajo la pérgola de uno de los huertos del parque para escuchar una lección sobre la vida de las abejas y la gestión de una colmena. Las edades del público son diversas. Incluso hay un niño que le pregunta a su madre cuando no entiende; siente que se está hablando de algo importante.
¿Sabían, por ejemplo, que Europa prohibió en 2018 los pesticidas neonicotinoides muy usado en la agricultura que matan también a las abejas? Por lo tanto, esperamos volver a ver más colmenas en el valle del Po.
Luciano nos explica que las abejas en su transcurso evolutivo han aprendido a comunicar la posición de las flores a sus compañeras gracias a una «danza» con la que explican en qué dirección y a qué distancia se encuentra el banquete. Se orientan con la posición del sol. En YouTube se pueden encontrar videos que explican e interpretan esta “danza”.
Descubrimos también que lasabejas en sus dos meses de vida llevan a cabo una rotación de los trabajos de la colmena: en las primeras semanas realizan labores domésticas de limpieza y cuidado de los huevos, luego la guardia de la puerta, y finalmente, cuando son maduras y bien adiestradas a los olores salen a buscar néctar de flor en flor.
La reinaen cambio,vive hasta cinco años y, después del vuelo nupcial en el que es fecundada por una docena de zánganos (que mueren después del acto), pone huevos durante toda su vida.
Los golosos de miel estarán interesados en saber que algunos frascos que se venden a precios muy bajos pueden contener algo que no es miel. De hecho, la miel para ser considerada como tal, debe ser producida por las abejas que pasan el néctar de boca en boca en una práctica llamada trophallaxis que enriquece el néctar con enzimas que además permiten que las abejas que no salen de la colmena se alimenten.
Otras abejas abanico ayudarán a reducir la humedad del néctar por debajo del 18% para convertirlo en miel, un alimento que se puede almacenar durante mucho tiempo.
En algunas partes del mundo, se permite recolectar el néctar de las colmenas y transformarlo en miel en fábricas con la adición de azúcar, que por obvias razones produce un alimento mucho menos nutritivo y equilibrado.
La subespecie criada en Italia se llama abeja ligustica y es conocida en todo el mundo por ser gentil y no agresiva, así que no hay que tenerles miedo.
Luciano antes de dejarnos son recomendó un libro: “Abejas: un mundo biológicamente extraordinario” de Jürgen Tautz que combina un enfoque práctico con uno más filosófico acompañado de fotos hermosas.
La reunión se acabó. Es el atardecer y nos vamos con una sensación de armonía e interconexión entre nosotros, las abejas y las flores. Esta noche en casa miraremos la flor del balcón con ojos nuevos. Sabremos que estamos involucrados en el mundo de las abejas y que colaboramos con ellas en la difusión de las plantas y la salud del planeta.
Este es el primero de una serie de posteos donde hablaremos de abejas, ¡manténganse atentos!
Como vimos en el posteo 2, para producir alimentos se necesitan recursos naturales (aire, agua, suelo, biodiversidad) y energía. La producción de alimentos es solo una de las muchas actividades humanas que tienen un impacto en los recursos limitados del planeta.
Pero, ¿estamos consumiendo más de lo que produce la tierra? ¿Hay suficiente comida para alimentar a todos?
Hoy en día producimos alimentos para alimentar a 10 mil millones de personas1 en un planeta donde actualmente viven alrededor de 7,7 mil millones. 2 No es de extrañar que cada año desperdiciemos alrededor de 1/3 de los alimentos que producimos (posteo 3) y 1.900 millones de personas tengan sobrepeso.3 ¡Y aún así, hay 821 millones de personas desnutridas! 4
Para entender por qué sucede esto, es importante comprender dos conceptos clave para la sostenibilidad: Biocapacidad y Huella Ecológica.
Biocapacidad
La capacidad biológica de la tierra es una forma cuantitativa de medir los recursos naturales que la tierra produce cada año (en hectáreas globales o gha) que permite la vida humana (agua y aire limpios, biodiversidad, suelos saludables, refugio y medicinas).5,6,7
Se refiere a la cantidad de área productiva disponible para generar recursos naturales y absorber los desechos (servicios ambientales). 5-7
La biocapacidad calculada para el año 2007 fue de 1,8 gha.5-7
Huella ecológica
La huella ecológica humana es una forma cuantitativa de medir la demanda que la actividad humana ejerce sobre la naturaleza. Se refiere al consumo de tierra productiva (recursos en gha) de cada persona (tierra biológicamente productiva y área de agua necesaria para producir todos los recursos que consume un individuo, población o actividad y para absorber los desechos que genera).5-7
La huella ecológica media mundial calculada para el año 2007 fue de 2,7 gha.5-7
A nivel individual, la huella ecológica se refiere a: los alimentos que comemos (energía, tierra, agua, biodiversidad), el agua que usamos y la energía que consumimos (en casa, para movernos, para trabajar, ¡para vivir!).
Biocapacidad, huella ecológica y población
A partir de los números anteriores, se hace evidente que en 2007, nuestro consumo global (huella ecológica: 2,7 gha) es mucho más alto que la capacidad de la tierra para recuperarse (biocapacidad: 1,8 gha).
Para vivir en modo sostenible, nuestra huella ecológica de toda la humanidad nunca debería superar la biocapacidad de la tierra.
La siguiente figura muestra la huella ecológica y la biocapacidad del 1960 al 2010 y el crecimiento de la población hasta 2019.
En 2007, la humanidad utilizó recursos equivalentes a un planeta y medio. Si la tendencia continua, para el 2050 se necesitarán 2 planetas.5-7
La humanidad está usando ya más recursos de los que la tierra puede regenerar. Esto se conoce como rebasamiento (en inglés overshoot), y cada año que esto ocurre, la deuda biológica aumenta con consecuencias extremas como la pérdida de diversidad (biológica y cultural), la migración y el cambio climático. Y la población sigue creciendo…
¿Usando todos los recursos naturales de la misma manera?
Bueno, la biocapacidad y la huella ecológica no son iguales para todas las personas en todas las naciones. La Global Footprint Network (Red de Huella Global) proporciona datos en línea que muestra claramente la situación de todos los países del mundo. Tomemos como ejemplo el año 2016. En 2016, la biocapacidad y la huella ecológica en Estados Unidos fueron 3,6 y 8,1 gha (-4,5, déficit), en Italia 0,9 y 4,4 gha (-3,5, déficit), en China 1,0 y 3,6 gha (-2,6, déficit), en Brasil 8,7 y 2,8 gha (+5,9, reserva), y en Gabón 22,1 y 2,3 gha (+19,8, reserva).
Esto significa que de estos 5 países, solo Gabón y Brasil tendrían reservas naturales para consumir como lo hace y más. Sin embargo, en escala mundial, Gabón y Brasil inconscientemente utilizan sus recursos para mantener los estilos de vida de consumo de Estados Unidos, Italia y China.
En 2007, los 5 países con la mayor huella ecológica fueron: Emiratos Árabes Unidos, Catar, Dinamarca, Bélgica y Estados Unidos, mientras los países con la más alta biocapacidad fueron: Gabón, Bolivia, Mongolia, Canadá y Australia.7
Usando la plataforma en línea de la Global Footprint Network puedes saber más sobre la situación global y descubrir la realidad de tu país. ¡Realmente vale la pena echarle un vistazo!
Toda esta información parece decirnos que la huella ecológica está relaciona con el bienestar humano, ¿estarías de acuerdo?
Desarrollo humano y huella ecológica
El desarrollo humano se puede clasificar mediante el Índice de Desarrollo Humano (IDH). El IDH es un número calculado en función de la esperanza de vida, la educación y el ingreso per cápita de una persona en un país.
El Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas define un alto nivel de desarrollo con puntajes de IDH de 0,8 o más.7
Considerando nuevamente los datos de 2007, en un planeta ideal (económico, social y ambientalmente), todos los países deberían tener un IDH igual o superior a 0,8 y una huella ecológica inferior a 1,8 gha (o la biocapacidad de la tierra).7
Ningún país en la tierra cumple estas dos condiciones.
Curiosamente, los países con bajos ingresos que tienen abundantes recursos naturales (alta biocapacidad) tiene huellas ecológica demasiado pequeñas que no satisfacen las necesidades básicas de alimentación, vivienda, salud y saneamiento de sus poblaciones.
La humanidad se enfrenta a dos desafíos:
para los países desarrollados, mantener el bienestar de las personas reduciendo la demanda sobre la naturaleza y
para las naciones en desarrollo, garantizar el bienestar de la sociedad sin aumentar la huella ambiental.
Todas las personas del planeta tienen derecho a vivir bien. Sin embargo, el bienestar de las sociedades humanas y por tanto sus comodidades (seguridad, necesidades materiales, salud, relaciones sociales, etc.) depende del capital biológico (biocapacidad). Debemos considerar una gestión eficaz de los recursos naturales a largo plazo para afrontar y revertir la degradación ecológica.7
Para profundizar más en este tema, les recomendamos leer nuestro posteo que habla sobre la justicia ambiental.
Pero, ¿cómo podemos explicar que los recursos de países de bajos ingresos económicos y biológicamente ricos, se estén utilizando para satisfacer las demandas de otros países? ¿Es esto acaparamiento de tierras?
Acaparamiento de tierra
El acaparamiento de tierra es un proceso (usualmente violento) en el que se privatizan tierras agrícolas fértiles, generalmente para empresas agrícolas y mineras. La organización GRAIN advierte que esta apropiación global de tierras podría representar el fin de la agricultura a pequeña escala y la subsistencia rural en muchos lugares del mundo.8
Usando los datos de GRAIN, Baveye et al., publicaron un mapa del acaparamiento de tierra global en 2008 donde se muestra que China, Corea del Sur, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y otros países poseen grandes cantidades de tierra en el extranjero. Por ejemplo, China en 2008 poseía alrededor de 2 millones de hectáreas distribuidas en Filipinas, Laos, Australia, Rusia, Kazajstán, Camerún, Uganda y Tanzania.9
Sería útil ver lo que está sucediendo hoy. Para saber más sobre este argumento, revisa las publicaciones de GRAIN. ¡Vale la pena leerlas!
Si la tierra ya no pertenece a las personas que viven allí, o ni siquiera al país, ¿qué pasa con los derechos de esas personas y con su bienestar? ¿Qué sucede con la tierra y los servicios ecológicos que brinda la naturaleza?
Bienestar humano y recursos naturales
El bienestar humano depende de la biodiversidad (riqueza y rareza de especies, densidad de biomasa, productividad primaria y diversidad genética) y los servicios que proporciona un ecosistema saludable (alimentos, agua, fibra, medicinas, energía, espiritualidad, ética, regulación del clima, intercambio de energía y materia, etc.). 7
Toda la actividad económica humana depende de la naturaleza. Se estima que a nivel mundial la naturaleza proporciona servicios por valor de alrededor de 125 billones de dólares al año.6
Desafortunadamente, la diversidad biológica se está perdiendo. Por ejemplo, la pérdida de diversidad animal, medida utilizando el Índice Planeta Vivo (Living Planet Index) entre 1970 y 2014, muestra que la población general de especies de vertebrados ha disminuido un 60% (pérdida del 89% en América del Sur y Central). La pérdida de especies de agua dulce fue del 89%.
Si deseas saber más sobre las especies en peligro de extinción, consulta la página web de la Lista Roja de UICN, que es un indicador del estado de la salud de la biodiversidad mundial.
Un planeta sano ha permitido el desarrollo de la sociedad humana moderna. ¿Será posible continuar el desarrollo humano sin sistemas naturales saludables (biodiversidad)?
¡La respuesta depende de nosotros y de nuestra capacidad de cambiar, adaptar y crear!
Somos la primera generación que tiene claro el valor de la naturaleza y el enorme impacto que tenemos en ella. 6
¡Y por qué no comenzar entendiendo nuestra situación personal!
Huella ecológica personal
La huella ecológica es diferente para cada persona. Está relacionada con acciones individuales. Incluso dentro de un país, la huella ecológica no es la misma para todos.
Las personas que compran alimentos importados y viajan mucho en automóvil y avión tienen una huella ambiental mayor que las personas que consume alimentos locales, prefieren movilizarse usando la bicicleta/transporte público/caminando y vuelan raramente.
Hay plataformas en línea que nos pueden ayudar a calcular nuestra huella ecológica personal. Sin embargo, les recomendamos que busque una plataforma local dentro de su ciudad o país, ya que pueden incluir parámetros locales (energía, agua, transporte y residuos). ¡¡Pruébenlas!!
Calculemos juntos nuestra Huella Ecológica personal
Encontramos un estudio muy interesante de Legambiente, una asociación ambiental italiana, que analizó la huella ecológica de la ciudad de Padua.10 Este estudio proporciona una tabla para un primer cálculo de la huella ecológica personal en un mes en área (hectáreas, ha) a partir de kilogramos (Kg) de alimentos consumidos, kilovatios (KWh) de energía utilizados en el hogar y kilómetros utilizados en transporte (Km).
Hemos reproducido la hoja de Excel de este estudio (descargar aquí). Si desea ayudarnos, descarga la hoja y envíanos la versión completa con tus resultados personales por correo electrónico ([email protected]) compartiendo con nosotros tu nombre y país de envío. Si llegamos a un número significativo, ¡compartiremos los resultados en una publicación!
Este problema global no es nuevo. En el 2015, 193 países pertenecientes a las Naciones Unidas, junto con 150 líderes de todo el mundo, acordaron 17 objetivos de desarrollo sostenible (ODS) que deben cumplirse para el año 2030. Estos tienen como objetivo acabar con la pobreza, proteger el planeta y garantizar la prosperidad para todos.11
Objetivos de desarrollo sostenible
Como se muestra en la figura a continuación, los 17 objetivos ponen en la base la importancia de proteger la naturaleza para construir una sociedad saludable que soporte una economía justa.
Si trabajamos juntos para alcázar estos objetivos, las cosas comenzarán a mejorar. ¡Intentémoslo!
Es importante destacar que estos objetivos se pueden lograr mejorando el sistema alimentario. Los alimentos pueden ser buen un punto de partida para realizar cambios. Todos comemos y lasdecisiones alimentarias que tomamos tienen un impacto directo en la economía, la sociedad y el medio ambiente.
Para entender mejor el impacto de los alimentos en la sostenibilidad, el Centro Barilla para la Alimentación y la Nutrición ha creado un Índice de Sostenibilidad Alimentaria donde se analizaron y puntuaron los datos de 67 países sobre pérdida y desperdicio de alimentos, agricultura sostenible y desafíos nutricionales. En 2018, los 3 países con mejores resultados porque tienen políticas y muestran las mejores prácticas fueron Francia, los Países Bajos y Canadá. Se pueden consultar los resultados y las puntuaciones de los países participantes. ¡Quizás el suyo esté en la lista!
La BBC Mundo ha publicado un artículo muy interesante sobre este tema que incluye una calculadora en línea que muestra el impacto ambiental de 34 alimentos y bebidas comunes. Enfatizan en que la huella ecológica no solo depende del alimento, sino también de cómo y dónde se produjo. ¡Realmente vale la pena echarle un vistazo!
Conclusiones:
El bienestar humano no será posible sin preservar la naturaleza (recursos y servicios ecológicos) que sustentan la economía y la vida.
Sin embargo, a medida que los recursos naturales se vuelven más escasos que el dinero, la prosperidad dependerá de las cuentas de recursos (biocapacidad) tanto como del Producto Interno Bruto (PIB) y otros valores financieros.
Se debe considerar una nueva forma de pensar y revalorizar la naturaleza (ecosistemas saludables) y los servicios que esta brinda. Es sorprendente la cantidad de nuevas oportunidades de negocio que se están creando valorizando todos los recursos del ecosistema y siendo respetuosos con la naturaleza y con las personas.
Y ahora que sabemos todas estas cosas, hagamos un esfuerzo para elegir más cuidadosamente lo que comemos, cómo nos movemos y cuánta energía y agua usamos. Nuestro interés, creatividad y disposición para hacer pequeños cambios pueden mejorar las cosas. Hagamos el intento:)
Hoy en día a todo el mundo le gusta hablar de sostenibilidad. Pero, ¿qué significa sostenibilidad?
En términos muy amplios, el discurso de la sostenibilidad se construye sobre el supuesto de que vivimos en un entorno cerrado y que, debido principalmente a las actividades humanas, los “bienes” ambientales – que son servicios (como aire/agua limpios y ricos suelos) y recursos (como alimentos y biodiversidad) que obtenemos del medio ambiente natural – son limitados.
Debido a que nuestra existencia depende de este entorno cerrado y los recursos naturales se están agotando cada vez más, se vuelve crucialgarantizar que los recursos que necesitamos para vivir no se agoten.
En palabras simples, la sostenibilidad significa que haya suficiente para que todos sobrevivan hoy y en el futuro.
Pero, ¿cómo alcanzamos la sostenibilidad?
De hecho, hoy en día se ha vuelto dramáticamente evidente que la capacidad de algunos para satisfacer sus necesidades «aquí y ahora» puede perjudicar la capacidad de otros para satisfacer sus necesidades «allí y luego«.
Por esta razón, es muy importante – y de hecho una cuestión de justicia – equilibrar el acceso a los recursos en disputa de manera equitativa entre los apropiadores compitiendo, hoy y mañana.
Entonces, ¿qué tiene que ver la sostenibilidad con la justicia?
Como se menciona anteriormente, los intereses en conflicto sobre los recursos naturales y, más ampliamente, los bienes ambientales confrontan a las generaciones presente con las futuras, las comunidades rurales con las urbanas, los países en desarrollo con los países menos adelantados y los países más vulnerables al cambio climático con las economías en desarrollo más grandes.
Existen diferentes nociones de sostenibilidad y todas ellas se intersectan, entre otras, con intereses de justicia distributiva.
Por ejemplo, las comunidades rurales tienen interés en preservar la calidad del suelo y la biodiversidad para fines agrícolas, lo que compite con el conflicto de interés de las comunidades urbanas por aumentar la disponibilidad de biocombustibles. Recientemente algunos países desarrollados – especialmente los países de la Unión Europea – muestran mayor preocupación sobre el impacto de las emisiones de carbono en el clima y se han comprometido a reducir los niveles de emisiones. Por el contrario, los países en desarrollo afirman su «derecho al crecimiento» emitiendo tanto como lo han hecho los países desarrollados hasta ahora.
En este caso, la protección del medio ambiente está muy relacionada con el problema del acceso a los bienes ambientales, que son limitados en número y altamente agotables (considerando, por ejemplo, el suelo en el ejemplo anterior).
En este sentido, la protección del medio ambiente también está muy relacionada con un discurso de justicia distributiva, ya que uno de los propósitos de la justicia distributiva es juzgar demandas rivales y dar una parte justa a todos. Lo que significa que la forma en que los recursos naturales se distribuyen entre las personas debería ser justa para todos.
La sostenibilidad es una cuestión de justicia ambiental.
Desde una perspectiva inter-generacional (que analiza la relación entre generaciones presentes y futuras), las consideraciones de justicia recomiendan que el desarrollo humano actual no agote los recursos de la Tierra, como el agua, los alimentos nutritivos y el aire limpio, en tal medida que las generaciones futuras no puedan satisfacer sus necesidades.
Sin embargo, algunos sostienen que es difícil decir cuáles serán las necesidades de las generaciones futuras.
Dependiendo de la noción de sostenibilidad que elijamos, puede considerarse justo que las generaciones actuales se comprometan, no solo para evitar el agotamiento más allá de cierto grado, sino también preservar activamente la integridad del medio ambiente natural tal como lo han heredado.
Después de todo, todos los enfoques de sostenibilidad se preocupan en cierta medida del bienestar de las generaciones futuras.
Sin embargo, como se dijo, la respuesta a la pregunta cuál debería ser específicamente la herencia para la posteridad puede variar mucho.
En los años setenta, los economistas y los ecologistas poco profundos sostenían que las generaciones futuras deberían (solo) asegurar los medios para satisfacer sus necesidades: por lo tanto, suponen que la tecnología garantizará que siempre habrán suficientes recursos para satisfacer las necesidades humanas.
En contraste, en los años noventa, los teóricos de la sostenibilidad ecológica argumentaron que las generaciones futuras requerirán ecosistemas que funcionen bien y recursos suficientes.
Desde una perspectiva intra-generacional (que analiza la relación entre personas de diferentes orígenes sociales, regiones geográficas y comunidades en la actualidad), las consideraciones de justicia apuntan a garantizar el acceso equitativo a los recursos ambientales, tales como alimentos seguros e igual protección contra el daño ambiental para todos en la presente generación.
Mientras que la justicia inter-generacional establece el contenido de las obligaciones de las generaciones presentes hacia el futuro, la justicia intra-generacional tiene como objetivo compartir las responsabilidades para el cumplimiento de tales obligaciones entre aquellos que son más responsables que otros de la degradación moral.
¿Pero qué significa todo esto?
Justicia inter- e intra-generacional
Déjenme explicar estos conceptos con algunos buenos ejemplos de “injusticia” combinada inter- e intra-generacional.
La justicia ambiental prescribe que los daños ambientales, como los desechos, las descargas de agua o las emisiones al aire, están a cargo de las comunidades que los causan: quien contamina paga.
En Italia por ejemplo, la ley de residuos prescribe que los residuos urbanos que no se pueden reciclar se eliminen en la misma región donde se produjeron (ej. los vertederos). No existen tales restricciones cuando los residuos urbanos se recuperan en instalaciones de reciclaje de residuos o en plantas de incineración de conversión de residuos en energía: sin embargo, dado que en el sur de Italia solo hay uno de esos incineradores, los ciudadanos del norte de Italia a menudo culpan a sus administraciones públicas que otorgan permisos para la construcción de nuevos incineradores que se cree queman residuos producidos en gran parte en el sur del país.
Esto no es solo un fenómeno NIMBY (siglas en inglés que significan “Not In My Back Yard” o “no en mi patio trasero”): la exposición diferencial relacionada con los desechos es una forma de desigualdad ambiental.
Del mismo modo, la descarga de desechos a través de las fronteras nacionales, especialmente del mundo industrializado a las economías emergentes, se percibe como una desigualdad ambiental. De hecho, en los últimos veinte años, las leyes de control de contaminación en los países industrializados se han vuelto más estrictas, los costos relacionados al cumplimiento de las obligaciones ambientales han aumentado significativamente y, en particular, los servicios de tratamiento de residuos se han vuelto más caros.
Como resultado, los países menos desarrollados a veces han sido usados por algunos países más desarrollados como «vertederos», aunque estos países a menudo no cuentan con las tecnologías necesarias para tratar y eliminar los desechos de manera segura.
Hoy, el vertedero de Agbogbloshie (Accra) en Ghana es uno de los vertederos más grandes del mundo. Asumir que los residuos que este recoge se originaron solo en Ghana sería “cerrar los ojos”.
Sin embargo, los errores ambientales producidos por este vertedero, como las emisiones de metano, la contaminación de las aguas subterráneas, la intrusión del paisaje, son y serán soportados injustamente por las comunidades ghanesas actuales y futuras que viven cerca.
En ambos ejemplos, las comunidades que viven cerca de estas instalaciones de tratamiento de residuos soportan las consecuencias de los residuos producidos por otra persona, hoy y en los años venideros. Esto es injusto desde ambas perspectivas inter- e intra-generacionales.
Otro ejemplo interesante que incorpora ambas perspectivas es el de la implementación de un principio conocido a nivel internacional como «responsabilidades comunes pero diferenciadas» e introducido por el Protocolo de Kyoto. Este principio impone diferentes responsabilidades de mitigación del cambio climático por un lado sobre los países desarrollados, por el otro sobre los países en desarrollo, bajo el supuesto de que, dada su larga historia de industrialización, los países desarrollados han contribuido al cambio climático en mayor medida que los países en desarrollo.
Sin embargo, los niveles de emisiones de carbono de algunos países en desarrollo han aumentado significativamente en los últimos diez años y el principio de «responsabilidades comunes pero diferenciadas», junto con el Protocolo de Kyoto y el sistema de conferencias COP de la UNFCCC (siglas en inglés de Conferencia de las Partes COP y Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático UNFCCC), se ha comenzado a desestabilizar.
Conclusiones
Espero que ahora esté claro que la sostenibilidad es una cuestión de justicia ambiental y que las diferentes percepciones sobre lo que es justo y equitativo para las generaciones presente y futuras dan forma a diferentes nociones de sostenibilidad.
Estas comunidades no consideraron que el acceso a los recursos ambientales, como el agua, alimentos genuinos y el aire limpio, se distribuye de manera justa entre personas de diferentes etnias, ingresos y clases.
Con respecto a esto, vale la pena recordar que una de las primeras acciones que tomó el movimiento Pantera Negra fue servir desayunos gratuitos a los niños negros antes de que fueran a la escuela en Kansas City en 1969. ¡Esto significa que la comida es un recurso ambiental que debe proporcionarse a todos por igual!
Hoy en día, el movimiento Fridays for Future (viernes por el futuro), los reportes IPCC, una pieza de legislación ambiental introducida, por ejemplo, por la Unión Europea, muestra que la justicia ambiental está descartando lentamente el antiguo enfoque de justicia social (que, para ser sincero, a veces podría ser solo percibido como «el NIMBY de las periferias«), para perseguir prioridades ecológicas más amplias.
Obtuvimos más información sobre los diferentes impactos de nuestras actividades en el medio ambiente. Reconocimos que los problemas ambientales están fundamentalmente enraizados en las actividades humanas.
Todas las actividades humanas, debido principalmente a los patrones actuales de desarrollo económico y la forma en que las poblaciones humanas producen, consumen y se organizan para satisfacer sus necesidades, tienen un impacto en la naturaleza.
Por lo tanto, es justo garantizar la integridad a largo plazo del medio ambiente hoy y mañana y, para hacer esto, el acceso y el uso de los recursos naturales deben estar regulados de manera equitativa.
En el próximo posteo, analizaré algunos ejemplos que ayudan a mostrar el movimiento desde el enfoque social al enfoque ecológico en Lombardia (norte de Italia) y Milán, la región y ciudad donde vivo. ¡Mantente atento!
Como Hipócrates, el padre de la
medicina, ya en el 460 A.C. proclamó, …” Que
tu medicina sea tu alimento, y el alimento tu medicina”… nuestra salud está directamente relacionada con los alimentos que
consumimos!
Esto plantea la pregunta, ¿qué debemos comer para estar sanos?
La OMS (Organización Mundial de
la Salud de las Naciones Unidas) enfatiza la importancia de comer frutas,
vegetales y legumbres, y restringir el consumo de azúcares libres (o añadidos),
grasas trans y sal.1
Es importante señalar que las
dietas evolucionan con el tiempo, y están influenciadas por aspectos sociales y
económicos que incluyen tradiciones culturales, creencias y preferencias
individuales, el precio de los alimentos y factores ambientales.1
Por consiguiente, una dieta ideal solo se puede establecer dentro de contextos
locales, lo que significa que existe una inmensa diversidad de dietas.
En los últimos años, se ha
incrementado la conciencia sobre formas sostenibles de comer.
Para la FAO (siglas en inglés de
la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) …”las dietas sostenibles son dietas con un
bajo impacto ambiental que contribuyen a la seguridad alimentaria y nutricional
y a una vida saludable para generaciones presentes y futuras. Las dietas
sostenibles protegen y respetan la biodiversidad y los ecosistemas, son
culturalmente aceptables, accesibles, económicamente justas y costeables;
nutricionalmente adecuadas, seguras y saludables; y al mismo tiempo optimizan
los recursos naturales y humanos.“…2
Así que, las dietas sustentables son dietas saludables en las cuales se toma en consideración los aspectos económicos, sociales y ambientales, ¿correcto? Una buena manera de ver la relación entre el valor nutricional de los alimentos y su impacto en el medio ambiente es el modelo de la doble pirámide alimentaria y ambiental desarrollada por BarillaCFN (siglas en inglés del Centro Barilla de alimentación y nutrición) y adaptado a la dieta mediterránea italiana. Por ejemplo, se recomienda consumir bajas cantidades de productos de origen animal (punta de la pirámide de los alimentos) que tienen un alto impacto ambiental (base de la pirámide medio ambiental) y altas cantidades de frutas y vegetales (base de la pirámide de los alimentos) que tienen un bajo impacto en el medio ambiental (punta de la pirámide ambiental).
Por supuesto, todo esto tiene que ser considerado en el contexto local. Si vives en el norte del Canadá como lo hacen los Inuit, es posible que no puedas comer mucha frutas y verduras frescas y probablemente obtengas grandes cantidades de productos de origen animal, ¡y eso está bien! De hecho, durante siglos nos hemos adaptado a condiciones locales propias comiendo principalmente alimentos locales.
Y muy importante, no todos
debemos comer los mismo para estar sanos. Por ejemplo, los indígenas que viven
dentro de la amazonia no necesitan trigo como fuente de carbohidratos ya que
tienen la yuca, no necesitan aceite de oliva ya que tienen otras fuentes de
grasas saludables (ej. sacha ichi, nuez brazileña, macambo), no necesitan
comer salmón ya que tienen paiche. ¿Están de
acuerdo?
Y no estamos diciendo que debamos
comer estrictamente alimentos locales, pero si los preferimos regularmente,
apoyamos la economía local, preservamos las tradiciones locales y protegemos los
ambientes locales.
Un artículo muy interesante
presentado en la revista National Geographic muestra la evolución de las dietas y cuán similares o
diversas son en diferentes países. Realmente vale la pena verlo.
De acuerdo con la FAO las dietas
que son saludables y sustentables tienen las siguientes características:2
diversas (una amplia variedad
de alimentos)
adecuado balance entre la ingesta de
energía y las necesidades energéticas (o comer lo que el cuerpo necesita)
a base de tubérculos y
granos integrales mínimamente procesados; legumbres; frutas y vegetales – particularmente
aquellos “robustos (o menos propensos al deterioro) y que no necesiten transporte
rápido y demanden energía. La carne, si se consume, comerla en cantidades
moderadas – y todas las partes del animal
consumo en
moderación de productos lácteos o alternativos (ej. sustitutos de
leche fortificados y otros alimentos ricos en calcio y micronutrientes)
semillas y nueces sin sal
pequeñas cantidades
de
pescado y productos acuáticos procedentes de pesca certificada
consumo muy
limitado de alimentos con alto contenido de grasa, azúcar o sal y
bajo contenido de micronutrientes (ej. papas fritas, confitería, bebidas
azucaradas)
aceites y grasas con una proporción
de omega 3-6 beneficiosa como la colza, el aceite de oliva, el aceite de aguacate
(y otros)
agua en preferencia a
otras bebidas.
De hecho, estas características
pueden ser adaptadas a todas las dietas, ¿están de acuerdo?
Pero pensemos por un momento, antes de la industrialización y la globalización, ¿estas características no eran seguidas por la mayoría de las culturas?
Talvez es sabio mirar atrás y retomar algunos hábitos alimentarios practicados por generaciones pasadas.
Un ejemplo práctico de un plato saludable y sostenible
se ha presentado recientemente en el estudio de la Comisión EAT-Lancet.3 ¡Vale la pena
verlo!
¿Por qué es tan
importante la diversidad?
La diversidad de las dietas no es solo la clave para
proteger la pérdida de biodiversidad (i.e. diversidad genética, de especies y
ecológica4) y la degradación
del medio ambiente sino también para preservar el conocimiento cultural
alimentario de la humanidad.
Tengamos en cuenta que diversas variedades, cultivos y
razas de los mismo alimentos tienen un contenido de nutrientes diverso.4
Desde los inicios de la agricultura (hace aprox. 12000 años), nos hemos enfrentado a una dramática perdida de especies de plantas y animales usados por los humanos como alimento. Por ejemplo en Tailandia, de las 16000 variedades de arroz cultivadas tradicionalmente, hoy en día solo se cultivan 37.4
No todos deberíamos estar comiendo las mismas cosas. ¡Las tradiciones locales necesitan ser preservadas por nuestra salud y por la salud de nuestro planeta!
Recientemente, un estudio científico ha cuantificado la masa de vida en la tierra (biomasa) y ha demostrado que dentro del reino animal (0,4% de toda la biomasa), hay muchos más humanos que animales salvajes y que hay aproximadamente un 40% más de ganado que los humanos.5 ¡Qué locura!
De acuerdo con la FAO, los países, las comunidades y las culturas que mantienen sus sistemas tradicionales de alimentación nos solo conservan sus especialidades culinarias locales con la correspondiente diversidad de cultivos y razas animales, sino también son menos propensas a sufrir enfermedades relacionadas con la dieta.4
Biodiversity International está realizando un
trabajo científico maravilloso para salvaguardar la diversidad agrícola y
arbórea y alcanzar la seguridad alimentaria y nutricional global. Una
publicación reciente muestra que alrededor del mundo aún existe una gran
diversidad de especies vegetales cultivadas (1097), algunas de las cuales
podrían ser difundidas ampliamente, y otras podrían cumplir roles importante en
nutrición dentro de un contexto local.6
En varios libros que se pueden ver online, se presenta el bellísimo estudio social fotográfico
realizado por Peter Menzel y Faith D’Aluisio donde se muestran fotos e
información relacionada con los hábitos alimenticios y tradiciones de personas
alrededor del mundo. ¡De verdad vale la pena verlos!
¿Por qué estamos
perdiendo el patrimonio alimentario tradicional?
…”La globalización, el desarrollo industrial, el aumento de la población y la urbanización han cambiando los patrones de producción y consumo afectando profundamente los ecosistemas y las dietas humanas”…4
Por diversas razones, el mercado global requiere el rendimiento alto de algunos alimentos para ser comercializados alrededor del mundo a un precio bajo. Esta necesidad ha incentivado la agricultura intensiva y la siembra de grandes áreas de monocultivos y ganado. La abundancia de estos alimentos globales “baratos” (más barato que los alimentos producidos localmente) ha simplificado las dietas y han destruido el ecosistema (uso intensivo de fertilizantes, pesticidas, antibióticos, la deforestación, etc.). Hablaremos más de este tema ¡así que manténganse al tanto!
Además, para entender mejor nuestro sistema
alimentario actual, mira el video de YouTube creado por Denis van Waerebeke (disponible en
inglés con subtítulos en varias lenguas) donde se explica quiénes son los
actores globales, las dinámicas, los problemas y las desigualdades que afectan
la producción de los alimentos y qué podemos hacer nosotros para ser parte de
la solución. ¡Vale la pena verlo!
La simplificación de las dietas, la disminución del
consumo de alimentos locales y el poco tiempo/interés que invertimos en nuestra
comida (cultivación, selección, preparación) están relacionados con el aumento
de la incidencia de enfermedades crónicas (nutricionalmente pobres o
energéticamente ricas).
¡Los malos hábitos
alimenticios y las dietas poco saludables son la causa de muchos problemas de
nutrición hoy en día!
Curiosamente, antes de todo el conocimiento científico
y nutricional de los alimentos (principalmente sobre nutrientes individuales),
la cultura mediaba la relación entre las personas y la naturaleza, y por
consiguiente, con los alimentos. La industria en su afán de vender más ha debilitado
la autoridad de las formas tradicionales de alimentación, impactando en cómo
comemos y causando un daño grave en la salud humana.
La salud como un problema de salud pública
Hoy en día, 815 millones de personas están desnutridas7 mientas 1.9 billones tienen sobrepeso y de estos 650 millones son obesos.8 Alrededor de la mitad de la población mundial está alimentada inadecuadamente (hambre, deficiencias de micronutrientes y sobrepeso/obesidad).9
Si lo pensamos, estos problemas
de nutrición pandémicos son una consecuencia directa del desperdicio de los alimentos
(vínculo con el posteo 3). No solo nuestro sistema alimentario desperdicia 1.3
billones de toneladas al año10 (aprox. 1/3 de los
alimentos que se producen), sino que desperdiciamos alimentos cuando comemos
más de lo que necesitamos.
¡Desperdiciar
alimentos significa no consumirlos y consumirlos en exceso!
Pero pensemos por un momento,
parece que nuestro sistema alimentario está diseñado para desperdiciar,
¡necesitamos cambiar esto! Necesitamos producir respetando nuestro planeta (también
usando tecnología avanzada) y la gente trabajando para preservarlo (ej.
agricultores agroecológicos, pescadores sustentables).
Probablemente, los cambios no ocurrirán en un abrir y cerrar de ojos pero si comenzamos en casa (prestando atención en qué compramos, a quién, a qué precio, alimentos de temporada, locales, y solo lo que vamos a consumir y apoyando el trabajo de agricultores que producen cuidando el ecosistema (en casa o en el extranjero) y políticos dispuestos a tomar medidas en su favor) y hablamos al respecto, pronto seremos más hasta convertirnos en la mayoría. Entonces, la industria que quiere vender, venderá lo que nosotros queremos.
Las cosas pueden cambiar si de verdad queremos que cambien. Nosotros, como individuos, podemos hacer la diferencia, ¡ya lo estamos haciendo!
Pero para cambiar
necesitamos informarnos y entender cómo funcionan las cosa y que es bueno para
nuestra salud, lo que no está desconectado de lo que es bueno para nuestra
sociedad y nuestro planeta.
Dietas saludables
Una dieta saludable es una dieta que debe satisfacer
las necesidades energéticas (proteínas, grasas, carbohidratos) y nutrientes
esenciales (vitaminas y minerales) a través de los alimentos para obtener y
mantener buena salud y óptima función fisiológica.11
Es importante destacar que nuestro cuerpo necesita energía (requerimiento energético) para una serie de funciones que son esenciales para la vida o metabolismo basal (ej. latido cardiaco, respiración, actividad cerebral, función y reemplazo celular; síntesis, secreción y metabolismo de enzimas y hormonas, o todo lo que nuestros inteligentes cuerpos hacen por su cuenta), para procesar alimentos y para realizar actividad física.
Además, en algunas etapas de nuestras vidas necesitamos más energía, para permitir el crecimiento y el desarrollo durante la infancia, la formación de tejidos durante el embarazo y la secreción de leche durante la lactancia.11
Así que, todos los días y dependiendo de las
necesidades de nuestro cuerpo (edad, sexo, composición corporal, metabolismo y
actividad física), necesitamos alcanzar un balance energético. Esto sucede
cuando el consumo de energía en la dieta (lo que comemos) es igual al gasto
total de energía (lo que el cuerpo consume).11
La malnutrición
ocurre cuando a largo plazo, el equilibrio energético no se alcanza (ya sea
demasiado o muy poco) y/o hay una deficiencia de nutrientes.
Fuentes de energía
Las grasas y los carbohidratos son las principales fuentes de energía de la dieta, aunque las proteínas también proporcionan una cantidad importante de energía, especialmente cuando la ingesta total de energía en la dieta es limitada.11
Las recomendaciones energéticas actuales para una
dieta saludable sugieren que una distribución de proteínas, grasas y
carbohidratos este en un rango de 15, 29 y 55 por ciento diario (factor de
conversión de 4, 9 y 4 kilocalorías por gramo (kcal/g) para proteínas, grasas y
carbohidratos).12 Lo que significa
que, si un adulto consume 2000 kcal/día como comúnmente se recomienda, la
ingesta de energía debe dividirse en 300 kcal provenientes de las proteínas,
580 kcal de las grasas y 1100 kcal de los carbohidratos (o 75 g, 64 g y 275 g) diariamente.
Además, la fibra dietética (requerimiento diario de
aprox. 2%)10 es muy importante para una dieta saludable ya que
interactúa con el microbioma intestinal manteniendo y mejorando la microbiota. En
los últimos años, ha aumentado la conciencia acerca de la importancia de la
microbiota humana (microorganismo dentro de nuestro cuerpo). Hablaremos más
sobre este tema. ¡Mantente atento!
¡Necesitamos
alimentos de calidad y diversos que proporcionen la energía, las vitaminas y
los minerales necesarios para vivir de manera saludable!
Vale la pena señalar que los valores recomendados como
requisitos energéticos diarios se utilizan a manera de conversión y
conveniencia, que representan un promedio de las necesidades energéticas
durante cierto periodo de tiempo y que existe una gran variación entre
individuos.11 Así que si
consideramos el valor promedio de energía para todos (ej. 2000 kcal), algunas
personas podrían estar comiendo demasiado o muy poco.
Es posible calcular requisitos individuales de energía12,
pronto haremos un ejercicio para compartirlo con ustedes. ¡no se lo pierda!
La mejor dieta
Existe malentendidos acerca de los componentes exactos de una dieta saludable, y muchas dietas consideradas como saludables.
La confusión probablemente se debe a que la
información científica disponible es ambigua. Muchos estudios se han basado
solamente en nutrientes individuales (ej. grasas, carbohidratos), otros han
sido financiados por compañías comprometiendo la veracidad de las conclusiones,
y gran cantidad de conocimiento se ha difundido sin entender realmente los
beneficios a largo plazo.
Para clarificar estos malentendidos, sería útil si los
estudios científicos se centraran en los nutrientes en el contexto de los alimentos,
los alimentos en el contexto de la dieta y la dieta en el contexto del estilo
de vida.
¡El sentido común
sobre la dieta no es aún algo común!
Afortunadamente, parece que la mayoría de las dietas
conocidas tienen mucho en común. Este es el resultado de la Iniciativa Salud Verdadera (True Health Initiative), una comunidad
global con más de 400 expertos reconocidos a nivel mundial. La iniciativa
evalúa la información científica y difunde evidencia fundamental y verdades
basadas en consensos sobre el estilo de vida como medicina.
¿Que recomiendan
las dietas más reconocidas?
…”Comer alimentos
(alimentos reales). No demasiado. En
su mayoría plantas”… Y beber principalmente agua con ellos!13
Básicamente, la mayoría de dietas recomiendan comidas
ricas en vegetales, frutas, frijoles, lentejas, nueces, granos integrales,
semillas con o sin otros elementos como lácteos, huevos, carne (consumidas en
porciones pequeñas) y que prevalga la calidad sobre la cantidad.
Parece simple,
¿no? Pero, ¿qué son los alimentos
reales?
Los alimentos verdaderos
hacen referencia a alimentos que crecen en la naturaleza (frutas,
vegetales, granos, semillas, nueces, etc.), mínimamente procesados (transformados/conservados de manera tradicional
(ej. pan, queso, yogurt) o innovadora (ej. al vacío); menos aditivos, mejor y
mucho mejor si todos ellos son naturales), sustentables
(producidos en un suelo saludable usando agua limpia, respetando el medio
ambiente y la biodiversidad) y
producidos éticamente (hacia los humanos y los animales).
La producción de
alimentos verdaderos trata con respeto al medio ambiente, las plantas, los
animales y las personas evitando la intensificación (que requiere el uso
de fertilizantes químicos, pesticidas y
antibióticos) y la explotación.
Sin embargo, este no es el modo que se producen la
mayoría de los alimentos. El costo de
estosalimentos es barato para
los consumidores pero es muy alto para los agricultores y el medio ambiente, destruye nuestra sociedad, nuestro planeta
y nuestra salud porque ¡al final todo está conectado!
Si consumimos alimentos verdaderos no solo apoyamos un modo saludable de comer sino que construimos una sociedad que comparte valores de respeto a la naturaleza y los seres humanos.
En el posteo 2 hablamos sobre los alimentos como un bien y la connotación ambiental de su producción. Sin embargo, los alimentos son mucho más que eso, una vez que están listos y se colocan en la mesa, nos conectan, portan emoción y alegría a nuestra vida y, al mismo tiempo, nos nutren.
¡La comida está
hecha para disfrutarla! El placer es bueno para nuestra salud. Si lo pensamos,
las personas que se divierten tienden a ser más sanas.
La medicina como
estilo de vida
Hoy en día, existe un consenso general que la salud debe ser
afrontada de una manera holística. Lo que significa que la comida es muy
importante para la salud, pero no menos que la actividad física, el sueño, la
felicidad, los bajos niveles de estrés y las buenas interacciones sociales. El
estilo de vida no es solo importante para la prevención de enfermedades sino
también mejora el resultado de muchas enfermedades.
En este sentido y señalando la importancia de las dietas
saludables, echen un vistazo al video de YouTube What is the best diet? (en español ¿Cuál
es la mejor dieta?) del Dr. Mike Evans del Laboratorio Replantear la Salud Reframe Health Lab. ¡En esta página web se muestran muchos videos que
realmente valen la pena ver!
Conclusiones
Muchos factores influencian nuestra salud y uno muy
importante es preocuparnos sobre lo que comemos. ¡Es importante comer en una
manera sostenible, prefiriendo calidad sobre cantidad, pensando en nuestra
salud y la de nuestro planeta, respetando a todos los seres vivientes y salvaguardando
las tradiciones culinarias locales y la biodiversidad!
Recordemos que los cambios en el sistema alimentario
pueden venir ya sea desde arriba (ej. trabajo relacionado con la política,
activismo) o desde abajo (ej. demanda de alimentos, educación en salud,
capacidad para leer etiquetas)
¡La industria produce lo que los consumidores quieren!
Así que, nosotros, los consumidores, podemos cambiar las cosas si de verdad lo
queremos!
Podemos comenzar activamente preocupándonos de lo que comemos.
Preparemos nuestra propia comida.
¡Empecemos a cocinar!!
En el posteo 2, vimos que para producir alimentos necesitamos energía, suelo, agua y biodiversidad. ¡Ahora, hablaremos del suelo!
El
suelo es un recurso natural muy complejo. Contiene todos los
elementos químicos existentes y al mismo tiempo combina los estados sólido,
líquido y gaseoso. El suelo es también
uno de los hábitats con mayor biodiversidad en la tierra.1
Pero, ¿de
qué está hecho el suelo?
Los suelos son muy diversos alrededor del planeta. Se diferencian de acuerdo a sus propiedades físicas, químicas y biológicas.1 Hay toda una ciencia detrás del suelo y es muy interesante, especialmente si estás pensando en hacer tu propio jardín.
A continuación algunos conceptos básicos:
El suelo está hecho de partículas minerales
(originadas por la degradación de las rocas), partículas orgánicas (originadas
por la degradación de la materia orgánica (plantas y residuos animales)) y
biota (organismos vivos).2
Las partículas del suelo dejan pequeños espacios
entre ellas (poros) que pueden llenarse de aire y/o agua. La cantidad de agua
(y como consecuencia la cantidad de aire) retenida por el suelo (infiltración)
es importante para el crecimiento de la planta.2
Los organismos vivos que se mueven en el suelo ayudan a airear el suelo favoreciendo las condiciones de crecimiento de las plantas.2
El suelo es el hogar de una enorme biodiversidad (plantas, macrofauna (ej. hormigas, termitas, lombrices de tierra), mesofauna (ácaros, colémbolos), microfauna (protozoos, nematodos), y microflora (bacterias, hongos), de los cuales se conoce poco (con la excepción de las plantas donde aprox. 90% de especies son conocidas).3
La biodiversidad juega a largo plazo un papel
crítico en el mantenimiento de la salud del suelo y en la provisión de
servicios ambientales relacionados con en el mismo (ver abajo).3
El
suelo y la agricultura
Las propiedades físicas y químicas del suelo (ver
la figura superior) junto con factores que influencias su formación (CLORRPT: clima,
organismos, relajación, material precursor (o parental) y tiempo) son en gran
parte responsables de la fertilidad del suelo
y, en consecuencia, de la productividad
agrícola.3
Para mejorar la fertilidad del suelo, se utilizan insumos agrícolas externos, como fertilizantes y pesticidas.
Sin embargo, el rendimiento de los cultivos disminuye después de varios años de uso intensivo del suelo, a pesar de la aplicación creciente de estos insumos agrícolas.3
La
estrategia de aumentar la fertilidad del suelo adicionando minerales agotados y
controlando las plagas, ¡obviamente no es la mejor solución!
Se
hizo necesario pensar en la calidad del suelo.
La calidad del suelo considera la importancia de
suelo como un sistema vivo, con un rol más amplio que incluye no solo la
productividad biológica sino también la calidad ambiental (los impactos en la
calidad del aire y del agua) y los efectos en la salud de las plantas y los
animales.3
En años recientes, la discusión sobre el desarrollo
sustentable se ha incrementado y han surgido los paradigmas de “salud del
suelo” y “seguridad del suelo”.3
De acuerdo con la FAO (las siglas en inglés de la
Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), un
suelo saludable tiene la capacidad continua de funcionar como sistema de vida
trascendental, dentro de los límites del ecosistema y del uso de la tierra, para
mantener la productividad biológica y promover la calidad del aire y el agua, y
mantener la salud de las plantas, los animales y los seres humamos.1
Para un sistema de producción sostenible y resistente, es esencial mantener los nutrientes del suelo. Sin embargo, las reservas de nutrientes del suelo están vinculadas a las funciones del ecosistema a través de la biota (organismos vivos).3
Los organismos vivos se adaptan al cambio ambiental a través de la selección natural (mientras que los componentes físicos y químicos no) por lo tanto, juegan un papel central en la productividad sostenible y la provisión de otros servicios ambientales (ver abajo).3
Resulta difícil pensar que la práctica convencional de añadir nutrientes faltantes (ej. nitrógeno, fósforo, potasio) se pueda aplicar a los organismos vivos.
Hay tantos organismos vivos en un suelo saludable y probablemente muchos de ellos son endémicos de un ecosistema específico que ¡sería muy difícil de lograr!
Bueno, y entonces, ¿qué hacemos?
Es más
eficiente dejar que el ecosistema se preocupe de la vida dentro del suelo y
nosotros nos ocupamos por la conservación del ecosistema.
Un
suelo más saludable
La seguridad del suelo es un concepto amplio,
multidimensional e integrador que se ocupa de aspectos relacionado con la
sostenibilidad ambiental global, como el mantenimiento y la mejora de los
recursos mundiales del suelo para producir alimentos, fibra y agua dulce,
contribuye a la sostenibilidad energética y climática y mantiene la
biodiversidad y la protección general del ecosistema.3
Para aclarar las interacciones entre la
agroecología y un suelo saludable, usemos el ejemplo de la agrosilvicultura.
La agrosilvicultura es un sistema agrícola en el
que crecen árboles y arbustos alrededor de cultivos o pastizales.
Estudios realizados mayormente en África (en
sistemas agroforestales tropicales de cultivo de maíz) han mostrado que la
abundancia de la biota del suelo (el número de organismos vivos) es alta en
cultivos con árboles que en los que no los tienen. Además, la actividad
biológica (ej. la actividad de las lombrices de tierra) se incrementa cerca de
árboles que producen grandes cantidades de biomasa de descomposición rápida que
es rica en nutrientes (ej. nitrógeno).3
Los beneficios de las sinergias de los
agroecosistemas, como los generados por la interacción entre
árboles-cultivos-suelo-ganado, son la reducción de las compensaciones externas
(ej. fertilizantes, pesticidas). Alternativas adicionales para reducir las
compensaciones que favorecen las sinergias ecológicas incluyen rotación de
cultivos, cultivos intercalados y poda de árboles para reducir la competencia
por la luz solar que al mismo tiempo genera biomasa para cubrir la superficie
del suelo ayudando a conservar el suelo, el agua, mejorar la fertilidad y
controlar la erosión.3
¡Vivir
en simbiosis con la naturaleza es un reto posible! ¡Pequeños agricultores
innovadores en todo el mundo ya lo están haciendo!3
Ahora, queda claro que un suelo sano no solo se
encarga de la producción de alimentos, y es el hogar de una exuberante
biodiversidad sino también, provee servicios ambientales. Pero, ¿qué son
exactamente estos servicios?
Servicios
ambientales proporcionados por el suelo
Los servicios ambientales proporcionados por el
suelo son procesos que el suelo provee (ej. captura y ciclo de nutrientes) que
suministran un servicio al ecosistema (ej. producción de alimentos).
Existen dos tipos de servicios: agrícola y no
agrícola. El siguiente cuadro de texto los explica:
Un suelo saludable sostiene la vida, protege el suelo, limpia el aire, conserva la biodiversidad y mantiene, almacena y suministra el agua. Pero no solo esto, como también vimos en la publicación anterior, el suelo tiene el potencial de secuestrar CO2 de la atmósfera y mitigar el cambio climático mediante la conservación del bosque y mientras se produce nuestra comida a través de la agroecología.
En el posteo 4, también hablamos del óxido de nitrógeno (N2O), un importante gas de efecto invernadero (GEI), ¿lo recuerdan? Bueno, ¡la producción de N2O también está conectada con la agricultura y el suelo! Veamos cómo.
El nitrógeno y el suelo
El nitrógeno (N) es crítico para el crecimiento de las plantas.4 Pero incluso si hay una gran cantidad de N en el aire, no puede ser absorbida directamente por las plantas. Necesita ser transformado a través de los procesos biológicos (ej. bacterianos) de mineralización, nitrificación, inmovilización y desnitrificación.2 Al final del ciclo, el N retorna a la atmósfera.4 Es importante destacar que existen ciertas bacterias capaces de fijar N directamente de la atmósfera formando sustancias orgánica que contienen N, las cuales pueden ser usadas por las plantas.1 La siguiente figura muestra el ciclo del nitrógeno:
Es importante notar que solo se puede almacenar una determinada cantidad de nitrógeno en el
suelo. El exceso (causado por la adición de fertilizantes que contienen
nitrógeno) se pierde en la atmósfera, se
escurre o se filtra dando como resultado la contaminación del aire, las aguas
superficiales y las aguas subterráneas.4 Así es como la
agricultura, debido a una excesiva cantidad de fertilizantes nitrogenados,
produce N2O, un poderoso GEI.
¡Esto
es económicamente insostenible! Sin embargo, si comprendemos las necesidades y la
dinámica de un suelo saludable, podemos hacer que estos procesos sean más
eficientes, evitar la degradación del suelo (es decir, la eliminación de
nutrientes y la erosión) y reducir las emisiones de GEI.
El
desafío del cambio climático, la seguridad del suelo y la seguridad alimentaria
requiere de una agricultura más productiva y resiliente con una mejor gestión
de los recursos naturales. ¡Requiere de agroecología!
La iniciativa internacional 4 per 1000 (4 por mil) quiere demostrar que la agricultura y especialmente los suelos agrícolas juegan un papel crucial para lograr la seguridad alimentaria y revertir el cambio climático (posteo 4). ¡De verdad, vale la pena considerarlos!
Agroecología
La agroecología, “ecología del sistema alimentario”, es una ciencia, un movimiento global para la seguridad alimentaria y también una práctica agrícola. Es un concepto que también se conoce como permacultura, agricultura orgánica, eco-agricultura, agricultura de conservación y cultivo mínimo o sin labranza.
Su objetivo principal es transformar los sistemas alimentarios hacia la sostenibilidad, apoyando el equilibrio entre la estabilidad ecológica, la viabilidad económica y la justicia social.3
Pero, ¿qué hay de malo con la agricultura
convencional además de su relación insostenible con un suelo saludable del que
acabamos de hablar?
Bueno, la agricultura convencional enfatiza demasiado
los altos rendimientos de la cosecha (producción de monocultivo) y beneficios a
corto plazo, que resultan en ganancias económicas notables para algunos, a
costa de la degradación ecológica (ej. erosión del suelo, pérdida de
agrodiversidad, brote de plagas) y efectos sociales (ej. pobreza, desnutrición,
dependencia, pérdida de diversidad de medios de subsistencia).3
Afortunadamente, estos problemas se pueden afrontar
con la agroecología. ¡La agroecología es
una estrategia holística para producir alimentos con un enfoque ecológico,
económico y socialmente sostenible!
Aunque hay algunas pautas generales asociadas a
ciertos sistemas, regiones y grupos de suelos, la agroecología requiere ajustes
específicos para satisfacer las necesidades de los agricultores y adaptarse a
los parámetros climáticos, edáficos (suelo) y biológicos del contexto local.3
Entonces, el
suelo es central para la agricultura y, por lo tanto, la agricultura sostenible
depende esencialmente de la salud del suelo.3
Pero, la
agricultura no es un proceso natural. Los seres humanos han domesticado la
naturaleza y alteran los procesos naturales del suelo para producir alimentos.
¿Cómo puede ser sostenible?
Bueno, la clave está en usar el ecosistema en favor de
la agricultura y la agricultura para proteger el ecosistema. El siguiente ejemplos
muestran cuatro aspectos importantes de la agroecología y las prácticas
agroecológicas:3
Los casos anteriores son solo algunos ejemplos del
alcance de la agroecología y demuestran que ¡es posible alimentar a la población mundial con alimentos orgánicos,
que son buenos, saludables y justos!
Esto se puede lograr utilizando prácticas
innovadoras e inteligentes provenientes de pequeños agricultores que han
adaptado la agricultura al ecosistema.
¡Apoyemos
a los agricultores que practican la agroecología!
Con respecto a esto, existe una organización muy
buena, A growing culture (una cultura en
crecimiento), que aboga por las innovaciones agroecológicas procedentes de los
agricultores. ¡Realmente merece la pena echarle un vistazo!
¿Aún no estás convencido de por qué es muy importante apoyar a los agricultores?
Por favor, presta atención a la siguiente figura que muestra los patrones de urbanización de la población en el mundo:
Es evidente que cada vez más personas se trasladan del
campo a las ciudades y no hay nada de malo en eso, ¿verdad? Pero si la razón
principal es escapar de la pobreza y lograr una “mejor vida”, entonces, algo en
nuestra sociedad está realmente mal…
¿Sabías que de las aprox. 770 millones de personas
que viven en la pobreza extrema (o el 11% de población que vive con menos de
1,90 dólares estadounidenses por día) el 80% vive en zonas rurales y son en su
mayoría agricultores (dos tercios)?5
¡Los
alimentos son indispensables para vivir! ¡Lo cual hace incomprensible que las
personas que producen este bien tan esencial se encuentren entre las más
pobres! Y no es de extrañar que solo unos pocos jóvenes estén interesados en
convertirse en agricultores.
¿Cómo los agricultores pueden estar motivados para
producir alimentos de buena calidad si no pagamos un precio justo?
Es importante señalar que los precios no solo
incluyen el costo de la producción de alimentos, sino también otros factores no
contenidos en el precio de los alimentos convencionales (ej. protección
ambiental, normas que contemplen el bienestar animal, prevención de riesgos
para la salud de los agricultores, desarrollo rural).
Necesitamos
apoyar a los agricultores, especialmente a los productores agroecológicos, para
que sigan alimentando al mundo con alimentos buenos, deliciosos, saludables y
justos, ¡con verdadera comida!
Pero, ¿quiénes son estos agricultores?
En todo el mundo, hay más de 570 millones de granjas, de las cuales más de 475 millones son más pequeñas que 2 hectáreas (alrededor del 84% trabajan el 12% de las tierras agrícolas del mundo) y más de 500 millones son granjas familiares (alrededor del 90% trabaja aprox. el 75% de la tierra de cultivo).
Las granjas familiares se distribuyen de manera constante en casi todos los países del mundo y, por lo tanto, es probable que sean responsables de la mayoría de la producción alimentaria y agrícola del mundo.6
Además, en los países de bajos ingresos, las
granjas pequeñas operan más tierras de cultivo que las pequeñas granjas en los
países de mayores ingresos.6
Bueno, ahora sabemos más acerca de quién está
produciendo nuestros alimentos pero ¿cómo los apoyamos?
Probablemente, la única forma de realmente hacerlo
es descubrir quién es nuestro agricultor. Las tiendas tienen la obligación de
informar y, si no pueden hacerlo o tu no confías en la información obtenida,
puede ser un buen momento para cambiar de proveedor.
Pero, podría pensar que las llamadas tiendas biológicas que venden alimentos orgánicos son demasiado caras y los productos no son asequibles… Y probablemente tienes razón, un nuevo sistema económico ahora usa mucho la palabra orgánico y etiqueta los alimentos con muchos certificados.
Y sí, estamos de acuerdo que los productos
orgánicos son limitados , normalmente tienen mayores costos de producción y
logística debido a que se producen menores cantidades (ej: transporte,
comercialización, distribución) y los agricultores necesitan pagar para ser
“certificados orgánicos”.7
¿Cuándo se volvió normal que la comida necesita ser
certificada como orgánica? ¿La comida no es orgánica por definición? ¿los
alimentos que utilizan insumos químicos, no deberían etiquetarse como
“producidos con insumos químicos”? ¡Nuestro sistema alimentario está al revés!
En realidad, hay muchos sistemas agrícolas que
cumplen completamente los requisitos de la agricultura orgánica que no están certificados como orgánicos.
Especialmente en países en vías de desarrollo, estos productos se venden
localmente (ej. mercados comunales) directamente al consumidor que se beneficia
de conocer el origen de los alimentos a precio de mercado.7¡Apoyemos su trabajo!
Pero, ¿qué significa la «etiqueta
orgánica»? Los alimentos etiquetados como orgánicos certifican que el
producto no contiene fertilizantes sintéticos, pesticidas, hormonas y
antibióticos, ¿verdad? Sin embargo, ¿no
debería importarnos qué hay dentro de nuestra comida y de dónde viene?
¡Puede ser la única forma de comenzar a vivir de un modo sustentable!
Para lograr una transformación en el sistema
alimentario, se necesitan cambios desde la producción hasta la mesa, de
aquellos que cultivan los alimentos, a quienes los consumen y de todos aquellos
que se mueven en el medio!3
Algunos proyectos realmente sobresalientes que
están haciendo la diferencia usando principios agroecológios son:
Nagenahiru es una fundación en Siri Lanka que se enfoca en la
capacitación de comunidades rurales desaventajadas afrontando necesidades
locales a través de actividades económicamente viales, culturalmente posibles,
socialmente justas y ecológicamente sustentables. ¡Están logrando cosas
increíbles!
En Perú, Eca-Amarakaeri es una Reserva Comunal y
Natural co-gestionada por 10 comunidades indígenas y representantes del estado
peruano, cubriendo un área de más de 400.000 hectáreas de bosque. El
financiamiento viene de la recolección sostenible de la nuez de Brasil que
genera un ingreso estable evitando la tala ilegal, la minería y otras
actividades que amenazan la selva amazónica.
En el sur de España, Veta la Palma es una finca dentro del
Parque Nacional Doñana que ha logrado una intervención integrada de humedales
artificiales para la piscicultura (29% de la tierra), las prácticas
agroecologías de cultivación de arroz y de forrajeo para la crianza de ganado y
equinos (29% de la tierra) con la preservación del ecosistema (42% de la
tierra), generando nuevas actividades económicas basadas en los principios de
la sostenibilidad.
Las Cañadas localizada en una de las
últimas islas del bosque nublado de Veracruz en México es una finca
agroecológica sostenible y también una empresa verde que comparte conocimientos
a través de cursos, semillas, plantas y libros ayudando así a otros a
implementar soluciones prácticas e integradas para vivir de una forma más
sostenible.
Si podemos, apoyemos a estos o a proyectos
similares, por suerte ¡hay muchos!
Pero probablemente, una de las mejores formas de
comenzar es simple y puede hacerse en casa, dentro de nuestra comunidad: ¡hagamos un jardín orgánico! Hay muchos
beneficios en la creación de jardines en las ciudades (jardinería urbana):8
Económicamente, ayudan a hogares de bajos recursos para
el consumo y el exceso para la venta (generación de ingresos). Adicionalmente,
brindan oportunidades de empleo.
Socialmente, pueden generar un sentimiento de comunidad y
promover conexiones rural-urbanas. Brindan oportunidades recreativas que
mejoran la calidad vida de los residentes urbanos (especialmente jóvenes y
personas mayores). La producción y el consumo de verduras frescas y nutritivas
mejoran la nutrición infantil.
Ecológicamente, reutilizan las aguas residuales y los
desechos orgánicos del suelo, reducen el uso de fertilizantes y pesticidas y
ayudan a las ciudades a ser más resistentes al cambio climático al reducir la
vulnerabilidad de los residentes urbanos (particularmente pobres), diversificar
las fuentes de alimentos urbanos y las oportunidades de ingresos, mantener
espacios verdes abiertos y promover la cobertura vegetal reduciendo el efecto
de isla de calor urbana.
Las ciudades tienen un papel vital
que desempeñar en la configuración del sistema alimentario del futuro, ya que
pueden ofrecer valiosas contribuciones para las prácticas regenerativas con el
potencial de crear una nueva economía sostenible.9
Seamos
parte activa de la solución; compremos productos locales, orgánicos, de
temporada, de comercio justo, apoyemos agricultores orgánicos que practican la
agroecología y hagamos nuestro propio jardín.
Estén atentos – ¡estamos comenzando nuestro jardín
urbano! Pueden ser parte de esto compartiendo sus pensamientos, ideas y
sugerencias =)
Por M. S. Gachetet N. Zanuto La historia completa de la foto de portada se puede encontrar aquí.
Como se menciona en los posteos 2 y 3, todas las actividades agrícolas necesitan de aire, agua, suelo y biodiversidad y por lo tanto, tiene un impacto en el planeta. Este impacto puede ser positivo si la agricultura respeta el ecosistema o negativo si los recursos naturales son explotados de manera excesiva. La agricultura, el cambio climático y la seguridad alimentaria están interconectados.1 ¡Veamos cómo!
La temperatura aumenta El clima en la tierra cambia constantemente debido a pequeñas variaciones en la órbita del planeta sin embargo, desde finales del siglo XIX la temperatura de la superficie se ha incrementado en 0.85 °C (0.65 a 1.06 ° C) y el nivel del mar ha aumentado como se puede apreciar en las figuras siguientes (figuras tomadas del reporte de IPCC 2014):2
La actividad humana y el impacto en el cambio climático
Este incremento se debe en gran parte a la actividad humana. Los seres humanos han alterado el delicado equilibrio del planeta contaminando el aire, el agua, el suelo y destruyendo la biodiversidad. La figura siguiente (figura tomada del reporte de IPCC 2014)2 nos ayuda a comprender el impacto humano (antropogénico) sobre la concentración atmosférica de los gases de efecto invernadero (GEI):
En efecto la concentración atmosférica de dióxido de
carbono (CO2) se ha incrementado en más de 1/3 desde el comienzo del siglo XIX.2
Como mencionamos en el posteo 3: La huella del carbono de los alimentos = gases de efecto invernadero (GEI) expresados en Kg de CO2 que un producto emite a lo largo de su vida.
En efecto los GEI capturan el calor irradiado por el
sol y calientan la tierra.3 Solo por mencionar, el vapor de agua (H2O)
también es un abundante GEI sin embargo debido a su impacto en el clima (a
través de la formación de nubes y lluvias)3 y el bajo impacto
humano, no profundizaremos al respecto.
La figura siguiente muestra las fuentes y las concentraciones
de GEI en la atmosfera.
Créeme, esto es muy interesante:
El calentamiento global ocurre debido al
incremento en la emisión de GEI, causadas principalmente por la actividad
humana (combustibles fósiles, procesos industriales, el aumento en el uso de
recursos naturales, la agricultura intensiva, ganadería y deforestación).
La FAO (siglas en inglés de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) estima que entre el 2003 y el 2013 las catástrofes ambientales provocadas por desastres naturales han causado pérdidas económicas valoradas en 1.5 trillones de dólares Estadounidenses.
En países en vías de desarrollo, durante el mismo periodo, estos desastres han costado alrededor de 550 billones de dólares Estadounidenses, afectando a 2 billones de personas. Alrededor del 22% de estos daños pertenecen a la agricultura y sus subsectores (cultivos, ganadería, pesca y silvicultura).4
El cambio climático y la agricultura
El cambio climático no solo causa pérdidas económicas
sino que tiene efectos directos e indirectos en la producción agrícola como las
variaciones en los regímenes de lluvias, sequias, inundaciones, redistribución
geográfica de la biodiversidad (incluyendo las plagas)5 y las enfermedades.1 Las grandes
cantidades de CO2 absorbidas por los océanos causan también acidificación,
deteriorando los ecosistemas marinos.6
Una de las mayores consecuencias del cambio climático son los desastres naturales que a su vez son responsables de las pérdidas agrícolas mismas que tiene un efecto alarmante en la seguridad alimentaria.1
¿Qué pasa en la tierra?
Nuestro planeta, la tierra, sufre de sobrepeso (403 ppm de CO2 eq. (valor promedio del año 2016) e incrementando).7 Dependiendo de las acciones que tomemos, los científicos predicen que la temperatura aumentará hasta 4°C para el 2100 (450 ppm de CO2 eq. aumentarán la temperatura 2°C y 1000 ppm de CO2 eq. 4°C).2
Esto no sola significa muchos desastres naturales, sino que a medida que el planeta se calienta, será muy difícil producir alimentos en los trópicos, lo que hará que la biodiversidad migre (incluidas las personas) a regiones más periféricas del planeta y como consecuencia, habrá un tremendo impacto en el bienestar humano.5
Es evidente que el impacto del cambio climático en la
alimentación y la agricultura está interconectado con los campos ambientales,
sociales y económicos (i.e. seguridad alimentaria, nutrición, salud, y
migración humana).1
¡Este es un problema muy serio! Entonces, ¿qué podemos hacer, y cómo se relaciona todo esto con la comida? Para responder a estas preguntas, echemos un vistazo de cerca a la contribución humana (nuestra contribución) a las emisiones de GEI.
Fuentes humanas de GEI
La siguiente figura muestra las fuentes antropogénicas de los GEI:
Podemos ver que la “producción de energía” es la
fuente más importante de GEI, pero observemos a la segunda, la “producción
agrícola” que representa el 21% de los GEI emitidos.1
GEI provenientes de la agricultura
La siguiente figura muestra la contribución de las emisiones agrícolas en CO2 eq. en el año 2014 por fuente y a nivel mundial:1
La principal causa de las emisiones de GEI agrícolas
es la fermentación entérica (el proceso
de digestión de los rumiantes como ganado, ovejas, cabras, búfalos, ciervos,
jirafas y camellos).
La fermentación entérica es la causa principal en América Latina y el Caribe con 58% (seguida por estiércol dejado en el paso (23%) y fertilizantes sintéticos (6%)), en el sur de Asia con 46%, en África Subsahariana con 40%, en el norte de África y en el oeste de Asia con 39% y en los países desarrollados con 37%. Solo en Oceanía (excluyendo Australia y Nueva Zelanda) y en el este y sudeste de Asia las principales fuentes agrícolas de GEI son el cultivo de suelos orgánicos con 59% (seguidos por la fermentación entérica (14%) y la gestión de estiércol (14%)) y el cultivo de arroz con 26% (seguido por la fermentación entérica (24%) y los fertilizantes sintéticos (17%)), respectivamente.1
Pero no confundamos el problema. Porque
las vacas solas no lo son. De hecho, contribuyen con la fertilidad del suelo
dentro de un ecosistema saludable. El problema es la cantidad de vacas que se
crían para satisfacer la demanda humana.
Un estudio científico reciente ha
cuantificado la masa de vida en la tierra (biomasa) y ha demostrado que dentro
del reino animal (2% del total de la biomasa), hay 10 veces más humanos que
animales salvajes y que hay alrededor del 40% más de ganado que humanos. 8 ¡Esto es una locura!
¡Para seguir produciendo carne y satisfacer la demanda mundial de alimentos y energía de la creciente población, los bosques y sabanas más importantes deberán ser destruidos!1 Y si deforestamos, ¿qué sucederá? ¿Qué está ocurriendo ahora?
La deforestación, el cambio climático y el ciclo del carbono
Para comprender el importante papel de los bosques en
el clima, necesitamos hablar sobre el ciclo del carbono. Pero empecemos
vinculando algunos conceptos. Recuerdan el CO2 and CH4,
nuestros importantes GEI, ambos contienen una molécula de carbono (C).
Sin embargo, el C no se encuentra solo en la
atmosfera. En realidad, hay cinco depósitos
globales de C:9
depósito oceánico;
depósito geológico (la cual incluye los
combustibles fósiles);
depósito del suelo o pedológico (que
comprende el C orgánico y C inorgánico del suelo);
depósito atmosférico y;
depósito biótico (que comprende la
biomasa viva y material detritus).
Existe una fuerte interacción entre las
reservas de C terrestres y atmosférica a través de la fotosíntesis, la respiración
y el metabolismo del suelo. Se hace evidente el potencial de un suelo saludable
en secuestrar el CO2 atmosférico en los depósitos de C bióticos y
pedológicos (620 y 2500 Pg, respectivamente). Adicionalmente, la deforestación empobrece
el suelo liberando ca. 1.6 Pg C/año.9
Así que SÍ, los
bosques son muy importantes, no solo porque producen oxígeno sino especialmente
por su capacidad de mantener un suelo saludable que permite la captura del CO2
atmosférico.
La agricultura amigable ecológica
Pero necesitamos
comida, ¿cierto? Afortunadamente,
también podemos obtener un suelo saludable a través de una agricultura
ecológica. Muchos científicos, agricultores y organismos internaciones
creen que entendiendo la función del suelo en la estabilidad climática y la
productividad agrícola provocará que las prácticas convencionales (labranza,
eliminación de residuos de cultivos, monocultivos, pastoreo excesivo y uso
excesivo de fertilizantes y pesticidas químicos) se abandonen y se adopte una
agricultura orgánica.
El potencial de la captura de carbono a través
de la agricultura orgánica
De acuerdo con la FAO: “La agricultura orgánica es un sistema holístico de gestión de la producción que fomenta y mejora la salud del agroecosistema, y en particular la biodiversidad, los ciclos biológicos, y la actividad biológica del suelo. «.10
También conocida como Agroecología, se basa en la aplicación de conceptos y
principios ecológicos para optimizar las interacciones entre las plantas,
animales, humanos y el ambiente teniendo en cuenta los aspectos sociales que
deben considerarse en un sistema alimentario sostenible y justo.11
Esta forma de agricultura sustentable se ocupa
de todo el ecosistema. ¿No es esto fantástico?
Algunas prácticas de agricultura sustentable
que contribuyen con la captura de CO2 son:9
reducción/eliminación de la labranza mecánica;
aplicación de cultivos de cobertura en el
ciclo de rotación;
incremento de la fertilidad del suelo a través
de medios biológicos (i.e. compost, abonos animales y plantas fijadoras de
nitrógeno lo que también contribuye a mitigar el N2O);
adopción de medidas efectivas de conservación
para minimizar las pérdidas de agua y suelo (ej. almacenamiento de agua en el
suelo, riego por goteo);
un mejor uso de los complejos sistemas
agrícolas incluyendo las rotaciones complejas, la agricultura mixta (es decir,
los cultivos y el ganado) y las técnicas agroforestales que utilizan los
recursos de manera eficiente, mejoran la biodiversidad y mimetizan los
ecosistemas naturales.
Tanta información… ¿Qué podemos hacer ahora?
El cambio climático es un gran problema que
nos concierne a todos. Elije caminar, andar en bicicleta o el transporte
público en lugar de conducir; calienta o enfría solo lo necesario; reevalua,
reconceptualiza, reestructura, redistribuye, reubica, reduce, reutiliza y
reciclar.
En cuanto a los alimentos, comencemos haciendo
conexiones. Los alimentos están
directamente relacionada con los agricultores, la tierra, las cuencas
hidrográficas y el clima. Y nuestra salud es un reflejo de la calidad y
cantidad de alimentos que consumimos. ¡Al final todo esta interconectado!
Si reducimos los desperdicios, cambiamos
nuestra dieta consumiendo menos carne y productos lácteos, apoyamos la
agroecología, el comercio local y la intensificación sostenible para aumentar
la producción de los cultivos de bajo rendimiento, y protegemos los bosques,
podemos detener el calentamiento global y alimentar a más de nueve mil millones
de personas con una dieta saludable.
¡Salvemos los bosques,
promovamos y apoyemos la agricultura orgánica y el comercio local!
Algunas iniciativas fabulosas están haciendo
la gran diferencia para ayudar a difundir buenas prácticas agrícolas.
Organizaciones como A Growing Culture (Una Cultura en Crecimiento) están
promoviendo y facilitando el aprendizaje colectivo entre los agricultores,
empoderando a los pequeños agricultores, apoyando innovaciones agroecológicas y
un sistema alimentario sostenible.
Otra iniciativa excelente es Godan que comparte globalmente datos relevantes a
la agricultura y nutrición, fomentando colaboraciones y cooperación que
permitirá vincular a las partes interesadas para resolver problemas globales.
Por otro lado Equator
Initiative (Iniciativa Equator) reconoce
soluciones sobresalientes de desarrollo local sostenible apoyando creación de
comunidades resilientes. Los proyectos premiados están haciendo cosas
maravillosas, ¡de verdad vale la pena conocerlas!
Un sitio web interesante con más información
sobre los alimentos y el cambio climático es la
Food Climate Research Network (Red de Investigación sobre Clima y Alimentos),
que buscan crear conciencia y conectar a las partes interesadas con el objetivo
común de comprender y construir sistemas alimentarios sostenibles.
En Drawdown y ZERI se encuentran prácticas sostenibles que ya se están implementando y; en el informe de Ellen Macarthur soluciones circulares que cambiar pueden cambiar el sistema alimentario dentro de las ciudades. ¡Vale la pena conocerlas!
Es importante destacar que también los niños se están involucrando activamente. Fridays for future (viernes para el futuro), el movimiento iniciado por Greta Thunberg, una estudiante sueca de escuela secundaria que en agosto 2018 inició huelgas escolares los viernes pidiéndole a su gobierno (y luego al mundo) tomar acciones políticas para reducir las emisiones causadas por el cambio climático concordado en el Acuerdo de París. El movimiento se ha expandido y ahora está presente en 101 países alrededor del mundo.
Juliana contra EE.UU., es una demanda presentada en 2015 por 21
jóvenes que afirma que el gobierno federal viola sus derechos constitucionales
a la vida, la libertad y la prosperidad (solo posible dentro de un medio
ambiente limpio) al causar concentraciones peligrosas de dióxido de carbono. Mantengámonos
atentos y veamos cómo se desarrolla esta demanda.
Otro caso muy interesante es la demanda
conocida como «El caso Huaraz«. En 2015, Saúl Luciano Lliuya, un guía de
montaña que vive en Huaraz, Perú, presentó una demanda contra la compañía energética
alemana RWE para que sean responsables de sus emisiones de
carbono. El aumento global de carbono en la atmósfera está causando el
derretimiento del glaciar peruano poniendo en riesgo la vida de su comunidad.
Pide que se construya una represa para proteger su hogar ante los futuros
efectos del cambio climático.
Una propuesta que vale la pena mencionar es la
Iniciativa Yasuní-ITT en la que el gobierno del Ecuador propuso al
mundo en el 2010, mantener las reservas de petróleo que se encuentra debajo de una de las regiones con mayor
biodiversidad del mundo, el Parque Nacional Yasuní en la Amazonia ecuatoriana, a cambio del costo los ingresos potenciales del petróleo (3.6 billones de
dólares americanos). El objetivo de la iniciativa era conservar la
biodiversidad, proteger a los pueblos indígenas que viven en aislamiento
voluntario y evitar la emisión de emisiones de CO2. Desafortunadamente, la
recaudación de fondos fue insuficiente y el petróleo se está extrayendo desde
el 2016.
El Ecuador también ha sido un pionero en la protección de la naturaleza a nivel político siendo el primer país en el mundo donde
la “Naturaleza es un sujeto de derecho”, es
decir que la Constitución Ecuatoriana (o Constitución de Montecristi) reconoce
desde el 2008 el derecho a la vida de las especies más allá de la utilidad o
afectación para los humanos. Protege la reproducción de la vida, tanto en el sentido
ecológico como evolutivo, reclamando el derecho a la restauración integral.
También reconoce que los derechos de las personas y la naturaleza se
complementan y mejoran entre sí, y que en la naturaleza no existen barreras
geográficas. Sin embargo, las constituciones no obligan a tener una naturaleza
intacta o el bienestar animal, permitiendo la minería a gran escala incluso en
áreas frágiles, entre otras actividades económicas que destruyen la naturaleza.
Sin duda, queda mucho trabajo por hacer…
Recientemente, una importante reclamo filosófico de respetar la naturaleza también ha venido del Vaticano con la encíclica Laudato si’ escrita por el Papa Francisco. El documento enfatiza el hecho de que el ser humano no es el dueño de la naturaleza, sino solo una parte de ella, que depende de ella para existir y exalta el deber humano de preservarla. ¡Vale la pena leerlo!
Indudablemente, es importante apoyar las fantásticas iniciativas existentes que trabajan para resolver este problema. Sin embargo, cada uno de nosotros puede ser parte de la solución al elegir adecuadamente los alimentos, qué y dónde estamos comprando, a quién le estamos comprado y a qué precio. ¡Esos pequeños gestos realmente pueden comenzar a cambiar el mundo!